Ciudad Real apenas vivió el frente de
batalla, por lo que paso casi toda la Guerra Civil Española (1936-1939) en la retaguardia.
Iniciada la Guerra Civil con la sublevación militar del General Franco el 18 de
julio de 1936, en nuestra ciudad desapareció la justicia, y los partidos del
Frente Popular (Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Izquierda
Republicana, Unión Republicana, Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), Partido
Comunista de España (PCE), Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM) y el
Partido Sindicalista, así como Acció Catalana, Unió de Rabassaires, Partido
Republicano Democrático Federeal, Esquerra Valenciana, Partido Galleguista,
Partit Nacionalista Republica d'Esquerra y Partit Catala Proletari),
impusieron, la muerte, la violencia, el miedo, el robo y la destrucción de la mayor
parte de nuestro patrimonio religioso.
Imagen
gótica del Santísimo Cristo del Perdón y de las Aguas
Todos los templos de la ciudad fueron
asaltados y la Parroquia de San Pedro no sería menos. En un informe firmado por
el párroco de San Pedro, D. Emiliano Morales Rivera, el 20 de noviembre de
1944, y que se encuentra en la Causa General, sabemos la gran pérdida del
patrimonio que sufrió la Parroquia de San Pedro a manos de los republicanos del
Frente Popular y que a continuación reproduzco:
“La
Iglesia de San Pedro Apóstol, de esta Capital, representada por los firmantes,
Párroco Arcipreste y Coadjutores, tienen el honor de presentar a V.I. para su
unión a las actuaciones de la causa general, la siguiente relación, de algunos
de los daños, incendios, sacrilegios, saqueos, destrozos, y pillaje, cometidos
por la horda roja, durante los meses, de Agosto a Octubre del año 1936, en el
Templo Parroquial y sus distintas dependencias.
Crucifijo
de la Santa Hermandad de Ciudad Real
INCENDIOS
DE ESCULTURAS.
Fueron
destruidas por el fuego, Imágenes de Nuestra Señora la Virgen de la Guía, talla
policromada en madera, sentada en silla de plata repujada, procedente de Méjico,
escultura del siglo XVII, que fue valorada en treinta mil pesetas.
Otra
imagen de la Virgen del Mayor Dolor, talla policromada de la escuela de
Salcillo, primer tercio del siglo XVIII, valorada en diez mil pesetas.
Otra
de San José, tamaño natural, talla policromada y estofada, escuela sevillana,
del siglo XVII, en quince mil pesetas.
Otra
de Jesús Nazareno, escuela de Mesa, discípulo de Montañes, valorada en diez mil
pesetas.
Otra
de San Juan Bautista, pequeña talla de un discípulo de Roldán, en cinco mil
pesetas.
Nuestra
Señora de la Guía, escultura del siglo XVII
Otra
de la Virgen María con el Niño, escultura gótica, último tercio del siglo XV,
valorada en quince mil pesetas.
El
antiguo Crucifijo, guión de la Santa Hermandad, o Hermandad Vieja de Ciudad
Real, que tuvo su sede en la Iglesia Parroquial, diez mil pesetas.
Otra
imagen de la Purísima, otra de San Expedito y otra de Santo Tomás, que estaban
colocadas en las hornacinas de la nave de los Dolores, diez mil pesetas.
La
Imagen del Santo Cristo del Perdón y de las Aguas, y las de Santa Lucia, Santa
Rita y Santa Águeda, también antiguas, treinta mil pesetas.
La
imagen de San Pedro Apóstol, titular de la Iglesia que estaba colocada en el
centro del retablo del Altar Mayor, cinco mil pesetas.
La
de Nuestra Señora del Carmen y la de San Miguel en el mismo Altar, tres mil
pesetas.
Nuestro
Padre Jesús Nazareno de la escuela de Mesa, discípulo del Montañes
Otra
de Jesús Caído, tres mil quinientas.
Otras
de San Cristóbal, tres mil pesetas.
Otras
de San Antonio, dos mil pesetas.
Otra
de San Antón y otra de San Benito, seis mil.
Otra
de Jesús de la Oración en el Huerto tres mil.
Nuestra
Señora de la Soledad atribuida a la escuela del Montañes
PINTURAS
INCENDIADAS.
Un
lienzo de cuatro metros cuadrados, autor Luis López hijo de Vicente López,
pintado en 1817, representando la curación del paralitico, por San Pedro,
valorado en quince mil pesetas.
Rostro
de Jesús en lienzo sobre tabla, atribuido a Valdés Leal, valorado en tres mil
pesetas.
Misterio
de la Oración en el Huerto del escultor murciano establecido en Valencia,
Venancio Marco Roig, adquirido en 1911
TALLAS
INCENDIADAS.
Motivos
ornamentales y de decoración de los distintos retablos de los altares, la
mayoría de estos barrocos, admirables tallas, decoradas en oro fino, de
ejecución perfecta, como los mejores de su época, último tercio del siglo XVII.
Fueron pasto de las llamas después de arrancados a hachazos, y arrojados a la
hoguera. Valorados todos los incendiados en cincuenta mil pesetas.
ORFEBRERIA.
Vasos
Sagrados de plata, unos repujados y otros cincelados, de los siglos XVII y
XVIII, cuyo valor anónimo era de veinticinco mil pesetas.
Paso
de Jesús Caído del escultor Venancio Marco Roig del año 1912. En la fotografía podemos
ver el paso junto al altar mayor donde se ve la imagen de San Pedro también
destruida
MOBILIARIO.
Todo
el de la Iglesia, fue también incendiado; era de gran mérito por su antigüedad
y buen gusto, sólida construcción y excelente madera, bancos, sillería del
coro, todas de nogal y talladas, valoradas en cincuenta mil pesetas, pero
habiendo quedado intactas, la mitas de la sillería del coro.
Magnifico
órgano, de principios del siglo XVII, de valor superior de treinta y cinco mil
pesetas, que también fue incendiado.
Niño
Jesús de la Pasión que procesionaba el Viernes Santo por la mañana, obra del barcelonés
Castellanos del año 1917
ORNAMENTOS
Todos
incendiados y usados por los rojos, antes de su destrucción, poniéndoselos, en
señal de mofa y escarnio en sus orgias sacrílegas, dentro y fuera de la
Iglesia; los había de terciopelo y galonería muy rica de los siglos XVII y
XVIII. Únicamente se recuperó el terno bordado a cadeneta, del cordonero
toledano, Gabriel de Ávila, del siglo XVI, pero muy deteriorada, una de sus
dalmáticas. Valor de lo incendiado, veinte mil pesetas.
Misterio
de la Coronación de Espinas, obra del aragonés Felipe Coscolla Plana adquirido
en 1926
EDIFICIOS
El
suntuoso pavimento de todo el Templo, era de alabastro con extensión superior a
seiscientos metros cuadrados. Fue destrozado, quebrantado y deshecho por los
carros y camiones, que circularon por la Iglesia, durante los meses de Julio,
Agosto, Septiembre, Octubre y Noviembre de 1936, en cuyo último mes estuvo la
fuerza amotinada, columna o batallón Torres, de Valdepeñas. Valorado en
cuarenta y cinco mil pesetas.
Madera
que reforzaba la cubierta de las naves del Templo y de la torre parroquial, que
también fue arrancada e incendiada, valorada en veinticinco mil pesetas. Su
reconstrucción ha costado unas cuarenta mil pesetas.
Cinco
campanas, con peso aproximado de dos mil quinientos kilos, totalmente
destrozadas, por valor de veinticinco mil pesetas.
Puertas
y maderas para altares portátiles, andas y soportes de Imágenes en las
procesiones, diez mil pesetas.
Paso
del Santísimo Cristo del Perdón y de las Aguas. La imagen del Crucificado era
obra del madrileño José Alsina del año 1905
OTROS
ELEMENTOS
Fueron
incendiados, los confesionarios, despacho y muebles de la casa rectoral,
archivo parroquial de la Sacristía, mobiliario de la Adoración Nocturna, otros
cuadros e imágenes de pequeño tamaño, candeleros, candelabros, sacras,
tabernáculos, Sagrarios del Altar Mayor y Capilla del Comulgatorio, biblioteca
y vestiduras de Altares, todo ello valorado en más de cincuenta mil pesetas.”
El documento termina con una relación de
personas de personas, que dan testimonio de “cuanto antecede, así de cómo los incendios llevados a cabo, por los
elementos rojos amotinados, todo ello durante los meses de Julio a Noviembre de
1936”.
INFORME EN LA CAUSA GENERAL