El pasado 23 de agosto, la imagen de la Virgen del Prado fue subida a su camarín, siendo vestida con la nueva saya y manto del bordador sevillano Joaquín Salcedo, y la nueva toca de los talleres Santa Rufina de Madrid, que en su día encargó y regaló la desaparecida Corte de Honor. La imagen del Niño Jesús también estrenó vestido del mismo bordador.
El manto de color
verde, color de tiempo ordinario, es de estilo neobarroco y se compone de una
guardilla que va alrededor de todo el manto entrelazados entre tallos y hojas,
naciendo en las esquinas del manto unas cintas basadas en colores celeste y
rosas al igual que las cinco flores que van resueltas con la técnica del
jiraspe.
En el centro del
manto, en la misma columna vertebral de la obra aparece un Ave María, rodeado
de tallos y hojas, repitiendo igualmente el jugo de lazos y una macetilla con
gran volumen donde nacen otras cinco flores con colores rosas, burdeos y
celeste.
Toda la superficie
aparece un salpicado de flores con detalles en sedas de color rosa, acorde con
el resto de motivos florales que adornan toda la obra, la cual está rematada
por todo el perímetro con puntilla dorada.