martes, 6 de septiembre de 2011

LA DEVOCIÓN Y CULTO A LA VIRGEN DE LOS REMEDIOS EN CIUDAD REAL



Fiel reprodución de la antigua pintura de Nuestra señora de los Remedios, realizada por el cronista de Ciudad Real, Julian Alonso, en los años cuarenta del siglo XX

La devoción a la Virgen de los Remedios en Ciudad Real, es una de las devociones más antiguas que existe en la ciudad, aunque con el paso de los años y por diferentes circunstancias ha ido decayendo, manteniéndola actualmente su hermandad en la ermita de su misma advocación.

La devoción a la Virgen de los Remedios se inicia en el desaparecido Hospital de la Pedrera, que ocupaba un antiguo caserón en la calle Pedrera Baja que no se sabe cuando se fundo por la falta de documentación, pero que debió existir en los albores de la fundación de Villa Real en el siglo XIII. Nos dice Madoz, que primero fue dedicado a cárcel y luego a hospital.

Tal y como quedo la ermita tras su restauración en 1994

La devoción a la Virgen de los Remedios comienza según la leyenda en la antigua cárcel de la Pedrera, tal y como recoge el autor Forres Alonso cuando dice: «La antigua iglesia de la Virgen de los Remedios (La Pedrera) de Ciudad Real era una cárcel y un condenado a muerte la pintó tan bien (la Virgen) sobre una pared, que se le perdonó tal pena…». Convertida la cárcel en hospital, tenia una Cofradía bajo la advocación de Nuestra Señora de la Pedrera que paso a la Parroquia de Santa María del Prado en el año 1633, ya que en este año el día 13 de marzo, se juntaron en el coro de la dicha iglesia parroquial, los 13 cofrades de Nuestra Señora de la Pedrera, coincidiendo con el día de la Asunción. De aquí debió salir la nueva cofradía, titulada “Los Esclavos de la Madre de Dios del Prado de Ciudad Real", porqué el libro de actas de la citada cofradía recoge la primera reunión de la misma, precisamente el 13 de marzo de 1633, cuyo libro se prolonga hasta el 2 de julio de 1728. El acta de fundación dice lo que sigue: “...Que puesto que la Iglesia Hospital y Hospitalidad de Nuestra Señora de la Pedrera en muy antigua y vieja y está parte de ella arruinada y entre huertos, eriales y casas caídas e inhabitadas, donde de ordinario se acoge gentes facinerosa y deshonesta, acordamos desampararla y venderla, sí hubiera quien comprara, y si no el despoje del edificio solar, y con lo que rentase y con lo demás que tenía la dicha cofradía, que sería hasta treinta ducados, para cumplir sus memoria antiguas y otras que de nuevo añadían en la iglesia parroquial de Nuestra Señora Santa María del Prado, de dicha ciudad, en cuyo distrito estaba dicho Hospital y donde se habían cumplido las dichas memorias y trasladar la cofradía a dicha iglesia de dicha parroquia, con cargo de que en la dicha iglesia de Nuestra Señora del Prado se cante perpetuamente una Salve y letanía de Nuestra Señora con solemnidad y devoción, todos los sábados del año por la tarde, dos horras antes de la oración, tañendo las campanas para que se junten y lleguen los fieles cristianos y cofrades de dicha cofradía; que se han de nombrar Esclavos de la Madre de Dios del Prado, que en esta Salve han de acompañar a los cofrades con 12 hachas de cera al preste, desde la sacristía al altar mayor, para cuyo objeto cada uno de los cofrades ha de dar en tributo dos maravedís de limosna en cada sábado...[1] Cinco meses después, el 26 de agosto de 1633, el arzobispo de Toledo autorizaba la venta de las propiedades del antiguo Hospital de la Pedrera. Vendido el hospital y convertido en molino de aceite, este se conservo hasta los años cincuenta del pasado siglo XX que fue destruido por la piqueta.

Una de las pinturas aparecidas en el altar mayor en 1994

La pintura de Nuestra Señora de los Remedios tenía una profunda devoción dentro del vecindario de Ciudad Real, encomendándose los ciudadrealeños a ella para la cura de muchos males y las madres que tenían dificultad para dar a luz en la ciudad, se encomendaban a ella, acudiendo tras el parto para agradecerle a la Virgen, que este se produjera sin incidentes, llevándole como ofrenda aceite para la lamparilla que ardía junto a la pintura y tocando la campana.[2]

Debido a la devoción que le profesaban a la pintura de la Virgen, los vecinos tras la venta del hospital en el siglo XVII, decidieron realizar una nueva ermita, más cercana a la población, con las limosnas de sus numerosos devotos y ponerla bajo el titulo de los Remedios y trasladar allí la pintura del Hospital de la Pedrera. Como estaba pintada en la pared, obligo construir un cajón de madera del tamaño de la pintura, en el cual se introdujo el bloque de la pared junto con la imagen, saliendo esta ilesa de tan arriesgada operación y poniéndola al culto en el altar mayor de la actual ermita, que es de construcción simple y de materiales pobres[3]. El campanario y el oculo marcan el eje de simetría de la fachada. El interior es de una sola nave con bóveda de cañón y una cúpula de naranja, el altar se remata en un pequeño ábside.

El 14 de septiembre de 1780, la ermita de los Remedios recibió una huésped muy especial, la imagen de Nuestra Señora del Prado, Patrona de Ciudad Real, que fue trasladada a la ermita debido a que la torre amenazaba ruina y se temía que se desplomase sobre la parroquia de Nuestra Señora del Prado. En la ermita de los Remedios permaneció hasta el día 29, en que por disposición del Arzobispo de Toledo se trasladó a la iglesia de Santiago donde permaneció cerca de un año.[4]
A partir de 1902, la ermita de los Remedios acogería entre sus muros el paso y Hermandad de Santo Descendimiento. Esta hermandad fundada en la Parroquia de Santa María del Prado, desde su reorganización en el siglo XVII permaneció en el citado templo hasta que fue creado el Obispado-Priorato de las ordenes Militares Española en 1875, pasando al templo de la Merced elevado a Parroquia de Santa María del Prado. Desde el año 1902, al realizar un nuevo misterio del escultor madrileño José Alsina Subirat, la hermandad paso a residir en la ermita de los Remedios.


Crucificado que actualmente preside el altar mayor, lugar donde estuvo la antigua pintura de la Virgen de los Remedios


En cuanto a los cultos que se le tributaban en el año a la Virgen de los Remedios, decir que hasta el año 1936, se celebraba una Novena en su honor con gran solemnidad que se iniciaba unos días antes del 8 de septiembre, Natividad de Nuestra Señora. Un ejemplo de cómo se celebraban estos cultos lo encontramos en el periódico local “El Pueblo Manchego”, el sábado 16 de septiembre de 1916 bajo el titulo “EN LOS REMEDIOS” aparece la siguiente nota: “ Con extraordinaria brillantez se ha celebrado la novena que anualmente se consagra en honor de Nuestra Señora de los Remedios. La comunión general del día de la fiesta, fue numerosísima.

El coro, admirablemente dirigido por el beneficiado Sr. Orol, rayó a la altura de la fama de su director.

Actual pintura de la Virgen de los Remedios, bendecida el 10-9-1949

Decir algo de los sermones del Reverendo D. Rosario Montero, y sobre el gusto y placer con que era escuchado, seria exponernos á pecar de excesivamente parcos en elogios; ó , de contar la verdad entera, de pasar plaza de aduladores.

El último día del novenario, quedará grabado con caracteres indelebles en la memoria de todos los que vivimos la dicha de presenciar los actos que para conmemoraris organizo el digno capellán de dicha Ermita, en unión del seminarista D. José María Mayor.

A las ocho de la mañana se celebró solemne Misa cantada, á la vez que de comunión, oficiando el Sr. Montero, asistido de dos reverendos sacerdotes.

Por la tarde, después del Santo Rosario, ejercicio de la novena y de la salve, se dio fin a estos cultos con un solemne responso, cantado en sufragio de las almas de los fieles difuntos, que en vida contribuyeron con sus limosnas al sostenimiento de estos cultos
[5]. Hay que tener en cuenta que no existía procesión al no tener imagen de la Virgen, ya que era una pintura y los cultos terminaban todos los años con la salve que se cantaba por la tarde el último día de la novena.

Talla de la Virgen adquirida en los años ochenta del pasado siglo XX de escaso valor artística

En cuanto a los actos festivos decir que los cultos eran acompañados de una verbena el día 7 de septiembre que se celebraba en los alrededores de la ermita y las calles Paz y Pedrera y que era amenizada por la banda municipal.[6]
Los cultos y verbena en honor a la antigua pintura de Nuestra Señora de los Remedios se celebraron en nuestra ciudad hasta 1935, ya que en 1936 al inicio de la Guerra Civil Española la antiquísima pintura de la Virgen se destruyo picando la pared donde recibía culto, desapareciendo así una de las mas antiguas advocaciones de la ciudad.

Terminada la guerra, la ermita quedo en un estado ruinoso no pudiendo restablecerse el culto hasta 1949 gracias a los trabajos de restauración que se realizaron por el constante empeño de la Orden Tercera de Santo Domingo, Cofradía del Descendimiento y algunas señoras de la feligresía de la Parroquia de Santa María del Prado. El acto para restablecer el culto se celebro el sábado 10 de septiembre del citado año de 1949, a las siete y media de la tarde presidido por el Obispo-Prior, D. Emeterio Echeverria y Barrena, y consistió en la bendición de un cuadro pintado por la señora Teresa del Valle de Guillen, que reproducía la antigua pintura de Nuestra Señora de los Remedios. También fue bendecida la campana de la ermita.

El primer acto religioso que se celebro en la ermita, fue dos días después, el domingo 11 de septiembre con la primera comunión de los niños del refugio de la calle Calatrava, que también fue presidido por el señor Obispo.

Sagrario donado en 1952 y que esta grabado con el nombre de los donantes

Los primeros cultos en honor a la Virgen de los Remedios, se volvieron a celebrar a partir del 8 de septiembre de 1950 con un Solemne Triduo en su honor, constituyéndose una hermandad canónicamente para mantener los cultos a la Virgen. En mayo de 1952, Eloy Guillén, capitán que fue de los Servicios de Intendencia en Ciudad Real, y su señora, Teresa del Valle de Guillén, donaron a la ermita de los Remedios el actual sagrario y un valioso copón, para mejor servicio del culto en la misma.

El domingo 14 de diciembre de 1952, tras la celebración de la Santa Misa oficiada por el sacerdote, José Ballesteros, llego el señor Obispo, quien bendijo los cuadros y cruces del Vía Crucis, realizando así la solemne erección del Santo Vía Crucis en la ermita. A este acto asistió el Gobernador Civil y señora quien hizo la donación de 16.000 ptas, para la construcción en este lugar de una escuela parroquial que fue inaugurada el viernes 5 de junio de 1953 y que subsistió durante muchos años.

Actual estandarte de la Hermandad de Nuestra Señora de los Remedios

En los años ochenta del pasado siglo XX, con el fin de aumentar el culto a la Virgen se acordó realizar una imagen de la Virgen que fue adquirida a un casa de artículos religiosos y que es de escaso valor artístico, procesionando desde entonces con la imagen el primer domingo del mes de septiembre.

Con el transcurso de los años la ermita necesitaba una profunda restauración, labor que llevo acabo la Parroquia de Santa María del Prado en el año 1994, demoliendo el añadido de la antigua escuela y realizando una puerta por donde sale en procesión el conjunto escultórico del Santo Descendimiento. Durante estas labores de restauración, aparecieron unas inscripciones del siglo XVIII pintadas en el ábside, así como unos ángeles –también pintados-en el altar mayor, que era el lugar donde estaba la antigua pintura de la Virgen de los Remedios y actualmente se encuentra un crucificado del escultor ciudadrealeño Francisco Ortega.

La talla de la Virgen de los Remedios en procesión


[1] JOSÉ BALCÁZAR Y SABARIEGOS: “La Virgen Del Prado a través de la historia”, pagina 104.
[2] “…las madres de Ciudad Real, al dar a luz le llevan aceite y se toca una campana…” Datos de su guardiana o santera; Madoz, vol VI; An. Ecles. 1929, pag. 171; Espasa. T. 13. pag. 554.

[3] PRUDENCIO HERRERO VIOR: “Caridad y Beneficencia en el antiguo Ciudad Real”. Cuaderno de Estudios Manchegos nº 4, pagina 9.

[4] JOSÉ BALCÁZAR Y SABARIEGOS: “La Virgen Del Prado a través de la historia”, pagina 113.

[5] EL PUEBLO MANCHEGO. Año VI.- Núm. 1,702, sábado 16 de septiembre de 1916, página 1.
[6] EL PUEBLO MANCHEGO. AÑO XVII.- Núm. 4929, miércoles 7 de septiembre de 1927, página 4: “La Verbena de la Virgen de los Remedios. Esta noche se celebrará la verbena de la Virgen de los Remedios en las calles de la Paz, Pedrera y alrededores de la ermita donde se venera la imagen. La banda municipal amenizará la verbena”.


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