martes, 30 de octubre de 2012

LA PUERTA DE TOLEDO VOLVERÁ A ALZAR SU RASTRILLO ENTRE MURALLAS


El arqueólogo Ildefonso Ramírez llevó a la jornada sobre la Puerta de Toledo esta fotografía en la que se plantea una reconstrucción virtual del aspecto que podría tener la puerta de Toledo, con la estancia superior desde la que se operaría el rastrillo y las dos 'hombreras' que protegerían las escaleras por las que se podía acceder desde el adarve a ese centro nuclear de la defensa del acceso.

La Jornada Divulgativa sobre la Puerta de Toledo que se celebro el pasado sábado, desvela los objetivos de la restauración y plantea algunas hipótesis sobre la construcción del monumento que hacen pensar en una altura mucho mayor”

Amador Ruibal, Gabriel Morate, Pedro Lozano y Jorge Sánchez Lillo en el acto inaugural.

Dentro de ocho meses quienes acudan a visitar la Puerta de Toledo podrán apreciar la función del rastrillo o peine en las fortalezas medievales y el mecanismo que lo accionaba, dar unos pasos sobre el trazado del antiguo camino real que conducía a la ciudad del Tajo, descubrir la amenaza del matacán  por el que los defensores lanzaban armas arrojadizas a quien pretendiera acceder a la ciudad por la fuerza y hasta visualizar un mínimo tramo de la muralla de tapial que flanqueaba lo que hoy es el monumento más conocido de Ciudad Real.

Jorge Sánchez Lillo abrió la Jornada con una conferencia sobre: “La Muralla de Ciudad Real, de los Orígenes a la situación actual”.

Tal fue en síntesis el anuncio que hizo que hizo el arquitecto director del proyecto de restauración de la Puerta de Toledo, Carlos Clemente, en el transcurso de la jornada divulgativa organizada por la Fundación Caja Madrid para dar a conocer el proceso de restauración de este monumento.

Clemente fue el último ponente en intervenir y uno de los conductores de la posterior visita guiada, en la que detalló a medio centenar de participantes los objetivos que se ha marcado el proceso de recuperación de la Puerta de Toledo y su entorno.

Asistentes a la Jornada Divulgativa sobre la Puerta de Toledo y su restauración, en el Museo López Villaseñor.

Las conferencias que antecedieron a la del máximo responsable del proyecto fueron responsabilidad del presidente de la Junta Provincial de la Asociación Española de Amigos de los Castillos, Jorge Sánchez Lillo, que recordó los datos históricos del a fundación de la ciudad y su muralla, así como de su evolución hasta llegar a la época actual; el arqueólogo director de la excavación en la Puerta de Toledo, Ildefonso Ramírez, quien explicó el trabajo realizado en el monumento y avanzó una teoría sobre su aspecto en la época de esplendor, con mucha mayor altura de la que actualmente se aprecia; y el vicepresidente de la Asociación Española de Amigos de los Castillos y director de su revista, Amador Ruibal, quien centró su intervención en los elementos defensivos de las murallas medievales, en especial los que se asociaban a las puertas.

Maqueta de la Puerta de Toledo.

HUMEDAD HISTÓRICA. En su intervención, Clemente recordó que la actuación en la Puerta de Toledo y su entorno tiene tres fases de la que la restauración del monumento, que acaba de comenzar, es la segunda, mientras que ya se ha ejecutado la primera, consistente en la construcción de una nueva rotonda que distribuya el tráfico de automóviles que anteriormente rodeaba la puerta y ahora circula por delante de ella; mientras que la tercera etapa será el acondicionamiento del entorno en especial desde el interior del antiguo recinto amurallado.

Ildefonso Ramírez González hablo sobre “Arqueología en la Puerta Toledo de Ciudad Real”.

Clemente detalló que parte importante de la restauración será la limpieza de la piedra, afectada por diversos contaminantes, pero también por humedades que se han generado por razones históricas, como la construcción en sus alrededores de neveros o pozos de nieve para fabricar hielo.

La limpieza de los materiales originales permitirá que la Puerta recupere el color dorado original, mientras que los elementos añadidos o procedentes de restauraciones se reconocerán fácilmente por su tono más apagado.

Ildefonso Ramírez González proyecto una reconstrucción virtual  de la Puerta Toledo y muralla.

Otro elemento a añadir será una antemuralla, de la que se ha hallado la base, aunque su altura se limitará a la de una persona, puesto que su objetivo es mostrar ese espacio añadido, con el que se completaba el adarve original.

Durante su intervención, Clemente destacó que “la Puerta de Toledo va a ser un laboratorio para la restauración de otras fortalezas de su época”, lo que explicó a que por las dimensiones del monumento ciudadrealeño, problemas y soluciones se concentran en pocos metros, mientras que en murallas que conservan completo su trazado de varios kilómetros sería mucho más difícil realizar dicha tarea.

Por su parte, la conferencia de Ildefonso Ramírez estaba centrada en la excavación realizada en el monumento y orientada hacia el encaja de la Puerta de Toledo en su contexto histórico mediante la comparación con otras construcciones similares.

Amador  Ruibal Rodríguez hablo sobre “Las Puertas de las Fortalezas y sus Defensas”.

ALTERNATIVAS. Fue una ponencia que cuestionó varias ideas imperantes sobre la puerta, como la función del arco de herradura que figura en sus dos caras, que en general se toma como de inspiración califal, pero que este profesor del Departamento de Urbanismo e Historia de la Arquitectura de la Universidad Europea de Madrid presenta como una reivindicación del reino visigodo de Toledo por parte de Alfonso X el Sabio.

En este sentido recordó que las puertas de las ciudades amuralladas, además de su función defensiva, servían también como elemento propagandístico de la autoridad, que en el caso de Ciudad Real era el propio Rey, lo que también se plasma en otros elementos simbólicos que reivindican el reino de Castilla y de León.

Amador  Ruibal Rodríguez es Doctor en Historia del Arte, Vicepresidente II de la AEAC, Director de Castillos de España.

Esta función de prestigio es uno de los elementos que le lleva a valorar la idea de que la estancia superior de la puerta, hoy desaparecida, y desde la que debía tener una altura como dos tercios del tramo conservado. En este sentido, durante la posterior visita al monumento, Ramírez, al que muchos de los asistentes cuestionaron en esta tesis, recordó que cuando el peine estaba alzado para permitir el paso de tropas, bajo él debía poder pasar un caballero sobre una montura de gran alzada y armado que una lanza que sobrepasaba su cabeza en varios metros.

Por otro lado, en las fortalezas donde se han conservado el espacio desde el que se operaba el polipasto que hacía subir o bajar el peine está siempre cubierto con una bóveda de cañón, lo que requiere una altura adicional. A este espacio se debía acceder desde la muralla por una puerta situada más alta que el adarve y mediante una escalera protegida.

Carlos Clemente San Román cerro la jornada matinal hablando sobre “El Proyecto Cultural de Restauración de la Puerta de Toledo”.

En cuanto a la conferencia de Jorge Sánchez Lillo se centró en los diferentes documentos y testimonios en los que quedó reflejada la preocupación de las autoridades de Ciudad real por el estado de conservación de sus murallas y como a partir del siglo XVIII se inicia un lento proceso de demoliciones que llegaría hasta bien entrado el siglo XX.

Por su parte, Amador Ruibal, tomó como referencia las numerosas fortalezas de Castilla-La Mancha para describir los elementos de arquitectura defensiva.


Por la tarde se realizó una visita guiada a las obras de restauración de la Puerta.

La Burbuja inmobiliaria ya existió con Alfonso X el Sabio. Uno de los detalles que se plasmó con más nitidez en varias de las conferencias de que ayer se pronunciaron en el Museo López Villaseñor fue desde su fundación hasta bien entrado el siglo XX, la malla urbana de Ciudad Real no llegó a agotar el espacio disponible dentro del recinto amurallado, hasta el punto que en su interior había grandes espacios no edificados en los que se practicaba la agricultura.

En la Puerta el Arquitecto director de la obra, Carlos Clemente San Román y el arqueólogo Ildefonso Ramírez, guiaron la visita.

Es decir, las expectativas de población con las que Alfonso X El Sabio ordenó la construcción de “una villa grande e bona”, no llegaron a cumplirse y el suelo ocupado fue muy superior a las necesidades de su población.

Parte de estos espacios abiertos se encontraban junto a la Puerta de Toledo, junto a la que había norias y más adelante se construyeron pozos de nieve.

Los conferenciantes ilustraron sus intervenciones con grabados y fotografías tomadas desde mediados del siglo XIX en la que se muestra el abandono de diversas zonas de la muralla, los edificios y casetas que se construyeron de forma más o menos improvisada junto a sus muros.

Carlos Clemente recordó que una vez que las murallas de las ciudades perdieron su función defensiva original, pasaron a tener un cometido de valla fiscal, es decir, quien introducía mercancías en una ciudad debía pagar un impuesto, por ello adjunta a la Puerta de Toledo estaba la caseta del fielato, de la que se han hallado restos.




LOS ESCOLARES DESCUBRIRÁN LA HISTORIA CON LAS OBRAS DE LA PUERTA TOLEDO


Las obras de rehabilitación de la Puerta de Toledo servirán de marco para una de las actividades complementarias que realizarán los centros educativos en colaboración con el Ayuntamiento de Ciudad Real dentro de la programación que se desarrollará este curso. Ésta es la principal novedad de una planificación que incluye teatro, educación vial, conciertos didácticos o talleres de inglés, entre otras, en la que participarán entre 15.000 y 17.000 escolares y que supone «un coste cero» para el Consistorio debido a la colaboración con distintas entidades y asociaciones.

La concejala de Educación, Ana Beatriz Sebastiá, presentó ayer parte del programa de actividades complementarias que su departamento ha diseñado para este curso. La principal novedad son las visitas escolares que se han organizado con motivo de las obras de restauración de la Puerta de Toledo, en colaboración con la Fundación Caja Madrid. Dicha actividad va a facilitar las visitas a las obras con un contenido relacionado con la arqueología, el patrimonio y la historia. «A lo largo del mes de diciembre va a haber visitas de escolares de Primaria, Infantil y Secundaria, en las que se van a tratar temas relacionados con la arqueología con el objetivo de convertir las obras de la Puerta de Toledo en un espacio de aprendizaje de la historia y el patrimonio para los jóvenes», apuntó Sebastiá. Esta actividad se va a desarrollar durante todo el curso hasta junio, donde se irán analizando distintas aspectos «para facilitar a los jóvenes conocer el pasado».


Fuente de los textos: La Tribuna de Ciudad Real.



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