martes, 16 de julio de 2013

LA VIRGEN DEL CARMEN DEL ALTAR MAYOR DE LAS CARMELITAS DE CIUDAD REAL



Hoy 16 de julio se celebra la festividad de Nuestra Señora del Carmen, que esta tarde saldrá en procesión desde la iglesia del Monasterio de las Madres Carmelitas. Han sido diferentes imágenes que a lo largo de los siglos han procesionado por las calles y plazas de nuestra ciudad, siendo sustituidas estas por diferentes motivos.

La imagen barroca que procesionó hasta 1936, era una imagen que salía en procesión portada en un paso a un hombro y que fue destruida en 1936 al inicio de la Guerra Civil Española.

Pasada la guerra civil, se reorganizó la Hermandad de Nuestra Señora del Carmen, hermandad que tenemos constancia que estaba fundada en el siglo XVIII, procesionando hasta 1944 una imagen propiedad del que fuera Presidente de la Diputación Provincial, Evaristo Martín.

Por este motivo la Hermandad de Nuestra Señora del Carmen, presidida en aquellos años por D. Juan Gil, se propuso realizar una nueva imagen de la Virgen del Carmen para poderla procesionar, mediante una suscripción popular. El 19 de enero de 1944 el diario Lanza publicaba en su segunda página, la siguiente carta de la hermandad carmelitana:

A vosotras, mujeres, abuelas, madres hijas, nietas, esposas, novias: que os llamáis Carmen, Carmina, Carmela, Carmenchu etc., que lleváis el nombre de nuestra Santísima Madre del Monte Carmelo: de la Virgen a quien nunca pedimos bienes terrenales, sino protección y ayuda para la salvación eterna de los seres queridos que pedimos para siempre, a la que nos encomendamos en el trance supremo con esa plegaria sencilla y brevísima que todas sabéis, “Virgen del Carmelo llevad mi alma al cielo”. A vosotras cuyo nombre también quiere decir jardín, conjunto de flores: La Hermandad de la Virgen del Carmen de esta capital, tiene que haceros una súplica, tiene que pediros vuestra ayuda moral y material para adquirir una nueva imagen de la Virgen, previas unas explicaciones justificadas de nuestra demanda.

Como todos sabemos, la horda roja con furia salvaje destruyó el interior de la humilde Iglesia del Convento de las Carmelitas, con todas las Imágenes, retablos y altares que había de indiscutible mérito, entre ellas al admirable escultura de madera, finamente tallada y policromada de Nuestra Señora del Carmen y otra de Santa Teresa de Jesús, Patrona de los Abogados, cuyos restos y escombros fueron arrojados en distintos lugres de las inmediaciones de la población.

En la soberbia fotografía expuesta en el escaparate del comercio de don Tomás de la Fuente, calle General Aguilera, de esta capital, podréis recordar la bellísima Imagen destruida.

A la liberación de esta zona por nuestro glorioso Caudillo, con donaciones de algunas personas piadosas se reparó en lo posible y con la obligada modestia la Iglesia antes citada, instalándose algunos altares y poniendo en el altar mayor, una Imagen de Nuestra Señora que perteneció a la antigua capilla del Carmen ya destruida, y en la actualidad Hospital Provincial, escultura muy apreciable pero que por su tamaño y peso no es adecuada para sacarla en procesión el día de su festividad.

La dispersa Hermandad del Carmen, siempre pobre, se reorganizó en el mismo año de la victoria, y restableció en cuanto pudo los cultos anuales, llevando en la concurrida y fervorosa procesión del 16 de julio, una imagen no por pequeña menos bonita de la propiedad particular de nuestro cofrade, don Evaristo Martín y cedida gentilmente para este fin.


 En virtud de lo expuesto y la ineludible obligación en que todos estamos de contribuir con todas nuestras fuerzas a reconstruir las riquezas artísticas que la locura roja destruyó, para formar, de nuevo la España católica y grande que quiere nuestro Caudillo, la Hermandad del Carmen se ha propuesto adquirir una imagen de talla como la anterior, con su carroza, para venerarla con la misma fe que la otra y llevarla en esa procesión solemne y fervorosa del 16 de julio en la que todas habéis lucido y luciréis, al mismo tiempo que vuestra devoción, vuestra belleza y vuestra alegría, porque la verbena y la procesión del Carmen es innegable que son fiestas de gente joven, que al calor del tiempo y de la juventud ponen en ella la alegría de la vida.

Pero la Hermandad del Carmen, además de no tener dinero no quiere ser ella sola la que contribuya a la adquisición de la nueva imagen, sino que quiere que contribuyan todos, chicos y grandes, ricos y pobres, para que en lo material lo mismo que en lo divino, la Virgen sea de todos y para todos, y que cada uno tenga en ella un pedazo más o menos grande, lo mismo que todos absolutamente todos tenemos su protección y su amor de madre.

La súplica que la Hermandad tiene que hacer a las Cármenes, es precisamente esa, que nos deis vuestra ayuda material con vuestro donativo y la moral de vuestro concurso para pedirle a todos que den una cantidad, que contribuyan con unas monedas para sufragar los gastos que no son en realidad muy grandes, pero que superan a las posibilidades particulares, en una palabra que se constituyan con los directivos de la Hermandad en agentes propagandistas y recaudantes.

Seguros de que atenderéis nuestro ruego, os anticipamos las más sinceras gracias y deseamos que Nuestra Señora del Carmen os premie vuestra devoción.

LA HERMANDAD DEL CARMEN

La nueva imagen de la Virgen del Carmen se encargo a los talleres valencianos de arte religioso de  José Rabasa Pérez  y  Antonio Royo Miralles, que tenían un taller de arte religioso. Royo y Rabasa no son escultores, sino más bien los dueños de unos talleres. José Rabasa Pérez era en realidad banquero y Antonio Royo Miralles, decorador, ambos eran cuñados y poseían un único taller hasta que se separaron sobre el año 1953. Ellos daban nombre al taller y afloraban sus apellidos dando fama a las obras, pero la realidad era muy otra, un grupo de buenos escultores eran los que verdaderamente trabajaban, quedando sus nombres en el anonimato. Este anonimato muchas veces era querido por los propios artistas, pues el ser imaginero religioso en la posguerra, aun no era muy bien visto por el conjunto de la sociedad española.

Las obras que salían del taller no estaban firmadas y solo figuraba la reseña del nombre del taller como Rabasa y Royo, de ahí que se generara mucha confusión sobres las autorías. Desconocemos el nombre del escultor de la imagen de Nuestra Señora del Carmen.

La imagen de la Virgen llego a nuestra ciudad para los cultos que se realizan en su honor en 1944 y salió en procesión por primera vez el 16 de julio de 1944. Esta primera procesión fue presidida por el Clero de la Parroquia de la Merced, el Vicario de la Diócesis,  el Jefe Provincial del Movimiento, el Alcalde y los señores Sabariegos y Alcázar. El paso fue acompañado por la banda de música municipal y al pasar por delante del Convento de la Hijas de María Inmaculada, se cantaron motetes por el coro del colegio.

Una vez acabada la procesión la imagen fue colocada presidiendo  el altar mayor de la iglesia de las carmelitas, lugar que abandonaba todos los años para su salida procesional el 16 de julio, hasta el año 1962 que se realizó una nueva imagen procesional, y donde actualmente recibe culto.


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