La Comisión Permanente de la Asociación
de Cofradías de la Semana Santa de Ciudad Real de los años cuarenta y
principios de los cincuenta del pasado siglo XX, tenía un proyecto desde hacia
varios años, la filmación de una película que recogiera con toda perfección y detalle
la grandiosidad y esplendor de la magnífica Semana Santa de la capital de la
Mancha, pero esta empresa resultaba altamente difícil y costosa por los
innumerables elementos técnicos y artísticos que para ello tenía que reunir,
además de tener que realizar previamente un guión técnico-literario que tuviera
las garantías necesarias.
En la Semana Santa de 1952, la citada
Comisión Permanente presidida por Evaristo Martín Freire, consideró que tenía
resueltas todas las dificultades para llevar a cabo tan importante empresa y
sin reparar en gastos y sacrificios, contrato con una productora madrileña la
realización de un cortometraje. Esta productora con la debida antelación
desplazó a Ciudad Real el siguiente equipo de técnicos cinematográficos: Cámara
Carlos Pahissa, Operador Alfredo Cores, Jefe de Producción Francisco Alarcón,
equipo completo de iluminación de los estudios Chamartín, todos ellos bajo la
dirección del director de cine español, Eduardo G. Maroto, que tomaron como
base el guión literario escrito por el periodista ciudarealeño Cecilio López
Pastor.
El rodaje comenzó la tarde del sábado 5
de abril tomando varias vistas de Ciudad Real, continuando la mañana del
Domingo de Ramos grabando la salida de la procesión de las Palmas en los
jardines del Prado y a su paso por la Plaza del Pilar. Continúa la grabación
con la salida de la Hermandad del Silencio la madrugada del Jueves Santo de la
Parroquia de San Pedro, grabándose también la mañana de este día desde ese
templo, la salida de las diferentes autoridades tras su visita al monumento y
Adoración Nocturna. Mostrando también el
cortometraje unas imágenes de bellas ciudadrealeñas tocadas con la clásica
mantilla española visitando los monumentos, también la mañana del Jueves Santo,
a la S. I. P. B. Catedral y la Parroquia de Santiago.
A partir del Jueves Santo el tiempo
empeoró e hizo acto de presencia la lluvia durante la Pasionaria de Santiago,
al llegar el inicio de la misma a la altura de la Diputación Provincial,
decidiendo las cofradías continuar su recorrido procesional, pudiendo ser
grabadas las imágenes de la procesión sin ningún inconveniente en la calle Cuchillería.
A las doce de la noche del Jueves Santo
llovió considerablemente, por lo que fue suspendida la procesión de Nuestro
Padre Jesús Nazareno, por lo que para que pudiera ser grabado para el
cortometraje, salió en procesión la tarde noche del Viernes Santo,
incorporándose a la Procesión Oficial del Santo Entierro en la Parroquia de
Santa María del Prado (Merced). Ese es el motivo por el cual la Hermandad de
Nuestro Padre Jesús Nazareno, aparece detrás del Niño Jesús que procesionaba la
Hermandad del Santísimo Cristo de la Piedad la tarde del Viernes Santo en el
cortometraje.
Tampoco pudo salir la procesión del
Viernes Santo por la mañana, ya que desde primera hora de la mañana la lluvia
no cesó, por lo que los Hermanos Mayores solicitaron del entonces Excmo. Sr.
Obispo-Prior, D. Emeterio Echeverría y Barrena, la debida autorización para
salir en la mañana del Sábado Santo, a lo que bondadosamente accedió el
Prelado, teniendo en cuenta que en los templos de nuestra capital no se celebró la Vigilia Pascual hasta la noche.
La Procesión Oficial del Santo Entierro
pudo procesionar sin ningún inconveniente, al cesar la lluvia a las seis de la
tarde, siendo grabada esta procesión en la calle Cuchillería al igual que la
procesión de Nuestra Señora de la Soledad, que procesionó a la terminación de
la Procesión Oficial del Santo Entierro
y que según el diario “Lanza” regresó a San Pedro a las 4 de la madrugada.
Una vez cogidas todas las imágenes en la
filmación, de las hermandades que procesionaban entonces en nuestra Semana
Santa, pese a los inconvenientes climatológicos, fueron colocadas por orden de
salida, lográndose un interesante documental de veintidos minutos de metraje.
El cortometraje se estrenó el domingo 27
de abril de 1952 a las 12 de la mañana en el desaparecido Cine-Teatro Cervantes
con la asistencia de las autoridades locales, municipales y el Obispo-Prior.
Ese mismo día se proyecto en el Cine Olimpia en las tres funciones que existían
entonces, familiar, tarde y noche. Su proyección resultó todo un éxito y desde
el día de su estreno y durante 15 días fue proyectada sin interrupciones en el
Teatro Cervantes y Salón Olimpia de nuestra capital. Debido a este éxito, este
se volvió a proyectar en el también desaparecido cine Savoy. El cortometraje
también fue proyectado por los cines de la provincia, encargándose de su
distribución el empresario Tomás García Martínez.
En Ciudad Real quedaron dos copias de
este cortometraje, una en poder de la Asociación de Cofradías de la que se ha
perdido la pista, y la otra en manos del empresario, Tomás García, que fue
salvada de su perdida por el cofrade Enrique Gonzalez Poblete, más conocido por
“El Tranquilo”, cuyos herederos la tienen en propiedad en la actualidad. Esta última
copia se fue deteriorando con sucesivas proyecciones no siempre bien cuidadas
por los operadores de cabina, por lo que fue perdiendo metros de imágenes tanto
en el inicio cómo al final. Por eso, cuando en 1995 la Asociación de Cofradías,
entonces presidida por Pascual Sánchez Ruiz, decidió realizar una edición en
video de la misma, hubo que limpiar y eliminar los trozos deteriorados,
perdiéndose definitivamente imágenes bastante explicativas que hacen que lo
editado tenga tanto un inicio cómo, y sobre todo, un final inexplicablemente
brusco. Pero, pese a ello, esa cinta VHS de video es un reflejo de un periodo
histórico de nuestra Semana Santa, y merece ser conocida por los amantes de la
misma.
Yo conservo una copia de esta grabación
en DVD, que el pasado año 2013 fue proyectada en la exposición de arte
religioso que organiza la Asociación de Cofradías y que también deje a la
televisión municipal CRTV, siendo proyectada en Semana Santa por el mencionado
canal municipal. A continuación se reproduce dicho cortometraje que Emiliano
Cifuentes Pérez subió a youtube.com para conocimiento de los amantes de la
historia de nuestra Semana Santa.
Esa película, o más exactamente sus copias positivas, originalmente se distribuyeron en soporte de nitrato de celulosa, el clásico material altamente inflamable que estuvo en uso hasta principios de los años 50 en todo el mundo.
ResponderEliminarLa copia, cuando un servidor tuvo ocasión de examinarla allá por el año 1994, presentaba un deterioro impresionante, pues además de reseca y contraída, tenía perforaciones rotas, piquetes y corridos (como se conoce a ese tipo de deterioro en el ámbito de los operadores), empalmes resecos y deshechos, falta de metraje... y el evidente peligro de su altísima inflamabilidad que la harían absolutamente improyectable en ninguna cabina actual, si es que todavía queda alguna equipada para pasar el formato de 35 mm, ya que los últimos modelos de proyectores no disponen de elementos de protección contra un eventual incendio de la película, tales como los clásicos "bombos" donde se cargaban las bobinas y en los que quedaban herméticamente resguardados; esto es así, porque desde mediados de los años 50 y hasta finales de los 80 del pasado siglo, el soporte de la película pasó a ser de acetato de celulosa, que no es inflamable, y posteriormente y hasta la actualidad, la banda es de poliéster, que tampoco se inflama como el nitrato.
Volviendo a la producción que nos interesa, hay que decir que todos los rollos originales de los negativos de cámara estaban totalmente destruidos por descomposición química del soporte y convertidos en un polvo grisáceo amarillento que llenaba las latas, con lo que esas imágenes originales ya son irrecuperables, no quedando más que el ejemplar de copia objeto de este artículo.
Como anécdota, hay que citar que en esa producción el registro sonoro de la banda óptica se hizo mediante el sistema "Multirrastro" o "Multitransversal" Laffon-Selgas de origen nacional y creado por los ingenieros así llamados, y que posibilitaba una grabación sonora de muy elevada calidad, además de ser un sistema español, fácilmente reconocible a la vista por su característico aspecto.