domingo, 27 de abril de 2014

EL PÁRROCO DE HERENCIA CREA UNA FUERTE POLÉMICA EN SEMANA SANTA CON LOS RELIGIOSOS MERCEDARIOS


Virgen de las Mercedes, Patrona de Herencia

Las redes sociales arden en Herencia y las conversaciones en la calle también. Aunque hay mucha gente – pues todo hay que decirlo – que aún no está al corriente de la polémica, puesto que se ha ocultado, por estrategia, para que pille al mayor número de gente por sorpresa y desapercibida

¿Cuál es el motivo de la polémica? Un cambio en el itinerario de la procesión del Viernes Santo por la mañana, denominada la procesión de “Los siete santos”, en la que procesionan las seis cofradías penitenciales del pueblo.

La historia es la siguiente. Desde hace más de un lustro, las hermandades, en esta procesión, a su paso por el templo de la Merced, de modo espontáneo, hacían, por devoción, una parada artística y muy emotiva ante la Virgen de las Mercedes. Esto, por lo que se ha visto, disgustaba mucho al Parroco de la Villa.

No entro en los porqués, porque necesitaría un libro sólo para ello. Este año a instancias de la Parroquia se ha cambiado el recorrido de la mencionada procesión sólo y exclusivamente para evitar esta reverencia de las hermandades a la Madre de la Merced. La razón esgrimida es absurda y sin ningún tipo de fundamento pastoral ni de otro tipo. Puesto que se ha dicho que es porque este año es jubilar en Herencia, lo que equivale a decir que el motivo es porque el río Cigüela pasa por la vega. No hay relación de causalidad alguna.

El párroco de la localidad ha hecho que se tome esta decisión para que el templo de la Merced no tenga significación alguna en la Semana Santa. Esto a nadie extraña, ya que los celos y reticencias de parte de la Parroquia hacia la Virgen de las Mercedes, hacia su culto y devoción, son ancestrales y conocidos de todos. De estos se pueden escribir varios tomos.

Lo que a todos extraña es la actitud sumisa y de complicidad de los hermanos mayores que, sin consultar en cabildo a sus respectivas hermandades, han aceptado esta maniobra. Todos les preguntamos a estos hermanos mayores por qué han accedido, por qué no quieren pasar por la puerta de la casa de la Virgen de las Mercedes. Ninguno responde. En privado hasta muestran sonrojo. La razón es, en algunos, el no querer enfrentarse al párroco. ¿Por qué este miedo? Aquí habría mucho que hablar y quizá más aún que callar. Sólo habría que tirar de “hemeroteca” para comprobar los problemas de personalidad de este pastor en su pasado reciente en la parroquia de la Solana.

Pero además, los hermanos mayores pensaban, posiblemente con buena fe, que el pueblo no se iba a dar cuenta o no le iba a dar importancia. Posiblemente, se habían contagiado del paternalimo clerical. Total, se trata de un cambio de itinerario procesional como tantos otros. Pero la significación de la Virgen de las Mercedes en Herencia marca la diferencia.

Julián Martín, Párroco de Herencia, quien ha tomado una decisión con poco “clima evangélico” sobre el itinerario procesional, ofendiendo a los Mercedarios y dividiendo al pueblo según hace público Fray Enrique

Herencia, no obstante, es un pueblo de paz. Llorará antes que guerrear. Lo más triste es que esto sea aprovechado para reírse de él con una manipulación ladina, de guante blanco. Por ejemplo, hace unos días, se organizó una “mesa redonda” en el Ayuntamiento para dilucidar el presente y futuro de la Semana Santa. Se trató, en realidad, de la puesta en escena de una manipulación burda y – perdónenme el término – desvergonzada. No hubo, en absoluto, clima de diálogo. Se trató de cansar a la gente para que se fuera yendo.

Al final y sólo al final, salió el tema espinoso, el tema de la polémica de la procesión en los ruegos y preguntas. Todo, por parte del párroco y de los pobres hermanos mayores allí presentes, fueron evasivas, silencios y justificaciones de lo injustificable. Además, se cortó enseguida el turno de preguntas y no se le dio la palabra a todo el que la pidió, incluso se le negó tal derecho a un concejal que quedó con la mano levantada. Si al menos hubiesen tenido el valor y el honor de declarar en público la verdad que todos sabemos…

Mis preguntas, como fraile mercedario y como hijo del pueblo son éstas y van dirigidas a los hermanos mayores: ¿Qué os ha hecho la Virgen de las Mercedes para hacerle este manifiesto desprecio? ¿Qué gana la Semana Santa de Herencia con esto? ¿Merece la pena, por comodidad o cobardía vuestra, dividir y herir los sentimientos del pueblo por secundar los celos de la Parroquia frente al convento? Y por último: ¿Sois conscientes en conciencia ante Dios y ante vosotros mismos de la responsabilidad que tenéis y de la herida que habéis provocado y que no sabemos cómo acabará?

Mi corazón cofrade, mercedario y herenciano se siente herido, triste, indefenso, impotente y decepcionado. Como el mío el de mucha gente buena y sencilla. ¿Por qué? Porque duele un desprecio. Porque quien no quiere a mi Madre (pasar por su puerta y saludarla) tampoco me quiere a mí. Y lo que es peor, porque más duele que escupan a tu Madre que si lo hicieran a uno mismo. Esta es la cuestión y ésta vuestra responsabilidad ante Dios, el pueblo y vuestras cofradías que no podéis escurrir.

La Comunidad de PP. Mercedarios calla, sufre y acepta. Si los hermanos mayores y las hermandades así lo disponen, ¿qué van a decir?

Enrique Mora González (Doctor en Historia y fraile de la Orden de la Merced)


El sacerdote y fraile mercedario, Enrique Mora González, autor del presente escrito

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