PILAR ZAMORA ROMPE 384 AÑOS DE HISTORIA DEL VOTO A LA INMACULADA

La Corporación Municipal presidida por la socialista Pilar Zamora, no renovó el Voto de la ciudad a la Inmaculada Concepción el pasado 8 de diciembre, rompiendo así una tradición religiosa y echando por tierra 384 años de historia. Otro pago de Pilar Zamora y el Partido Socialista al grupo podemita de Ganemos.

El Voto a la Inmaculada Concepción en Ciudad Real tiene sus orígenes en 1631 cuando el Ayuntamiento decretó un voto especial, una obligación perpetua de celebrar la Concepción de la Virgen en el Convento de San Francisco, cuyos religiosos eran grandes devotos y propagadores de esta advocación mariana. Hay que recordar que las Casas Consistoriales se encontraban desde el siglo XV en el edificio del actual carillón en la Plaza Mayor. En su interior tenía una capilla dedicada a la Purísima Concepción de Nuestra Señora, que se bendijo y abrió al culto el año 1528. Otra imagen de la Virgen presidía la sala de sesiones y otra más coronaba el arco de entrada al Ayuntamiento, advirtiendo que Ciudad Real estaba consagrado a este misterio, sacralizando así el espacio urbano.

El voto se celebró en el Convento de San Francisco hasta que fue suprimido en virtud de la ley desamortizadora de 25 de octubre de 1820, pasó a celebrase en 1833 en el Monasterio de las Concepcionistas hasta 2008. Con la marcha de las monjas en el verano de 2009 a Osuna (Sevilla) por falta de vocaciones, el voto se celebraba desde entonces en la Parroquia de Santa María del Prado (Merced).

Pilar Zamora y el Partido Socialista en nuestra ciudad, se han propuesto pasar a la historia por romper todas las tradiciones relacionadas con la Virgen María y en la cuales el Ayuntamiento participaba. Ya lo hizo el pasado 22 de agosto no asistiendo a la procesión de la Octava de la Virgen del Prado y se reafirma ahora en su postura contra las tradiciones católicas de la mayoría de los ciudadrealeños, no renovando el Voto a la Inmaculada Concepción.

Señora Pilar Zamora, no es buena la ausencia de los representantes públicos en los actos religiosos de nuestra Ciudad, así no se construye la democracia y menos rompiendo tradiciones centenarias. Aunque el Ayuntamiento o el Estado puedan ser aconfesionales (aconfesional no es igual que laico, ya que nuestra Constitución dice que  hay que reconocer la religiosidad del pueblo, su participación, defensa y fomento), la sociedad y los ciudadanos no lo son. La inmensa mayoría de los ciudadanos de Ciudad Real profesan la fe católica y tienen un gran amor a la Virgen María, y usted y todos los políticos representan no solo a las siglas de su partido sino a todo el pueblo; una vez que son elegidos, tienen que dejar aparcadas las particularidades para mirar en el todo de la ciudadanía.

Un pueblo no es un número de individuos, un pueblo es tradición, cultura, arte, lengua, historia...fe. Si  Pilar Zamora y el Partido Socialista en Ciudad Real no están dispuestos aceptar todo lo anteriormente reseñado, deberían dimitir y marcharse ya que ellos no representan a todos los ciudadrealeños, ya que excluyen las tradiciones de los católicos, que es la creencia mayoritaria en Ciudad Real, y todo por mantener su sillón y doblegarse a las posturas de laicismo radical del grupo minoritario podemita de Ganemos.

Desde que Pilar Zamora ha llegado a la Alcadía, el desprecio a los sentimientos religiosos de sus vecinos está siendo una constante, y la no renovación del Voto a la Inmaculada es otra prueba más. Termino con una frase que no es mía, sino de un periodista, diplomático y político colombiano, Alberto Lleras Camargo, cuando afirmaba que “Un pueblo sin tradición es un pueblo sin porvenir”.

Pilar Zamora y el Partido Socialista en Ciudad Real, pasarán a la historia por romper las tradiciones religiosas de nuestro ayuntamiento y gobernar de espaldas a la mayoría católica de la ciudad