miércoles, 13 de abril de 2016

DEL TRIBUNAL DE LA INQUISICIÓN DE CIUDAD REAL CONSERVAMOS TODOS LOS DOCUMENTOS


 
El profesor e historiador Haim Beinart

Cuando un hombre como el que tenemos delante, con una extensa andadura universitaria por todo el mundo intelectual y una prolífica labor docente  e investigadora, concretada en una obra monumental sobre los judíos conversos y la Inquisición española, entre otras, nos mira con sus ojos penetrantes, de judío y ruso a la vez, y nos dice "el mayor honor para mí es ·que me consideréis un ciudarrealeño más”, el periodista se descubre con admiración y respeto. Estamos ante el profesor Haim Beinart,  catedrático de la Universidad Hebrea de Jerusalén y miembro de la Academia de Ciencias y Humanidades die Israel. Habla espaciosamente, dando densidad y contenido a cada palabra. A pesar de sus 67 años conserva una memoria prodigiosa. Recuerda con nombre y apellidos, circunstancias personales, fechas y pormenores, todos los 700 personajes estudiarlos en más de 20 años sobre 1a actuación del la Inquisición española. Este es el hombre que ha pasado una horas, breves pero intensas, en nuestra provincia y que concedió a LANZA la presente exclusiva.
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Ha llegado de la mano de Carlos Calatayud, con quien inició unas excelentes relaciones de amistad y afinidad intelectual cuando nuestro paisano frecuentaba Luxemburgo y Bruselas en sus viajes como senador. Acompañado de su hija Jaquit, que acaba de terminar el servicio militar como "soldado mujer" y del representante adjunto de Israel en España, el diplomático e hispanista David Cohen, estuvieron en la sede del Instituto de Estudios Manchegos, donde fueron recibidos por el vicedirector en ausencia del Dr. Espadas, en el extranjero, Ramón Maldonado y Cocat, secretario José González Lara, consejero Caballero Klink, director del Colegio Universitario y otros miembros de la Corporación. El señor Beinart hizo entrega al IEM de varios ejemplares de su obra y recibió otros editados por el Instituto, así como una colección de libros publicados por la Diputación, obsequio del presidente Francisco Javier Martín del Burgo, a quien visitaron en su despacho oficial. En el Museo Provincial recibió la "Crónica de Rades" e hizo un recorrido por sus instalaciones, acompañado del director, señor Cabacero.

También saludaron al alcalde ciudarrealeño, Lorenzo Selas, quien le hizo entrega, entre otros recuerdos de un ejemplar de la carta puebla fundacional de Villarrea1. El profesor Beinart y acompañantes visitaron después la Iglesia parroquial de San Pedro y antes de almorzar en el parador Nacional de Almagro, se detuvo brevemente en las ruinas del Castillo de Calatrava la Vieja, en Carrión.

CIUDARREALERO DE VOCACIÓN

Su primera visita data del año 1951. "Comencé a estudiar aquí la historia de la Inquisición y de 1os judíos conversos en España. Me emocionó mucho esta tierra. No sé exactamente por qué. Quizá por la influencia de Don Quijote, quizá por mis lecturas sobre la Mancha. Pude estudiar todos los expedientes que hay en el Archivo Histórico Nacional sobre la Inquisición. El Tribunal de Ciudad Real fue fundado en 1483 y a los dos años fue trasladado a Toledo. Aquí puede decirse que se preparaba el Tribunal toledano. Ello demuestra con qué interés y con qué seriedad toma la Inquisición el asunto de la heterodoxia,". Las comparaciones son odiosas, pero un balance de hoy con sentido retrospectivo tiene en el profesor Beinart la siguiente respuesta:
-“La diferencia que yo encuentro” entre el Ciudad Real del año 1951 y hoy es extraordinaria. Tengo ahora una impresión increíble. Me ha, asombrado ver una ciudad tan desarrollada. En las dos visitas anteriores la segunda fue en el año 1964, pensé que esta capital vivía todavía en el siglo XVIII. Podía pasear por las calles, medirlas. Ahora posiblemente sobra algún' "rascacielos", nos matiza.

Y amplia su visión de estudioso sobre la documentación ciudarrealeña robre la Inquisición:

-"Del Tribunal de Ciudad Real tenemos todos los documentos. Creo que es el único del que no se ha perdido ningún expediente. Se conservan en el Archivo Histórico y también algo en él Archivo de Simancas, sobre unos 140 documentos, tales como nombramientos de regidores, reseña de un alboroto contra los conversos y otros. Quiero destacar algo que considero muy interesante para su periódico y los lectores de LANZA. Los testigos y las confesiones de los acusados. Hablaban la lengua del lugar. Su aportación constituye una fuente importantísima del modo de hablar de los castellanos de aquel siglo. Un ejemplo, todos recordamos refranes citados en el Quijote: que yo he encontrado textualmente 150 años antes. La forma de vivir, con espontaneidad, queda reflejada en los procesos. Por eso, me he ¡preocupado de que las transcripciones sean hechas de la forma más pura, sin olvidar nada".

 
El profesor Haim Beinart estudio los procesos de la inquisición en Ciudad Real, editándose en 1983 un libro con su trabajo sobre los mismos

Mucho se ha polemizado sobre las motivaciones, sobre el origen de las persecuciones inquisitoriales. ¿Fueron motivos económicos políticos o religiosos?

-"Niego rotundamente que existiesen causas económicas. Por una razón: porque se juzgaba también a gente pobre. ¿Y qué se podía secuestrar y confiscar de la gente pobre?  Nada. Para mí, hubo, en primer lugar motivos políticos, o socio-religiosos, como los podríamos llamar.

El tomo cuarto de su obra "Records of the trials of the Spanish. Inquisición en Ciudad Real" ha sido editado en Jerusalén, con un preámbulo en inglés de cada proceso y sigue con una descripción literal en castellano. Consta de 769 páginas y se refiere a los años 1512 a 1527. Ahora trabaja en un libro sobre la expulsión de los judíos de España.

-"Va a ser como una continuación de mis anteriores investigaciones. Creo que los judíos conversos que se quedaron en España conservaban siempre la esperanza de volver a su propia fe, a la de sus antepasados".

VOLVERE

"He recibido una invitación del señor presidente de la Diputación Provincial y del propio Instituto de Estudios Manchegos, de los que tengo volúmenes muy interesantes, y volverá cuando me lo concreten, siempre que me lo comuniquen con un mes al menos de antelación. Es importante siempre que el profesor esté preparado, aunque gracias a Dios, creo tener una Sólida base".

Cuando le preguntamos a qué Dios se refiere, nos contesta:

" Al Dios y Padre de todos"
Finalmente habla con calor de varias localidades que ha visitado en sus 3 viajes: Daimiel, Almodóvar del Campo, Orgaz, Argamasilla, Malagón, etcétera. "Hice el recorrido sólo, para captar más auténticamente la impresión viva de las gentes y 1as cosas, para saber cómo es de verdad la Mancha y sentirla. De cualquier lugar que escribo, antes siempre lo visito y este proceder lo recomiendo a mis alumnos. Los que quieren conocer enteramente la historia, tienen que ir a los lugares donde tuvieron lugar los hechos".

El saludo final del profesor Beinart es casi una frase lapidaria: "Gracias a todos y Que los ciudarrealeños desarrollando su lugar y conservando su amor a esta tierra".

LOS CONVERSOS ANTE EL TRIBUNAL DE LA INQUISICIÓN

Dividida en ocho capítulos, mas ilustrativos apéndices y abundancia de índices. de tan gran utilidad para los investigadores, "Los Conversos ante el Tribunal de la Inquisición", es la última obra , del profesor Beinart, publicada en otoño del pasado año.      Constituye un monumento al estudio del tema y a la época medieval en nuestra ciudad. Enumera y analiza los procesos Inquisitoriales y sitúa en el tiempo, en el espacio y en su circunstancia vital a todos los personajes que intervienen en los expedientes. En esta breve reseña periodística no podemos extendernos más, pero no resistimos a la tentación de insertar el estudio que hace del barrio Judío de Villarreal muestra del primor y del pormenor con que este erudito de nuestra historia ha tratado los abundantes documentos que se conservan del Tribunal del Santo Oficio en la hoy Ciudad Real. Dice así:

 
Una de las viejas calles del barrio judío de Ciudad Real, en concreto la calle Libertad con Conde de la Cañada en los setenta del pasado siglo

EL BARRIO JUDIO DE VILLARREAL

"Quizás podamos hacernos una idea del tamaño de la comunidad judía y de su fuerza calculando la extensión del barrio judío y el número de sinagogas que había en él. La judería de Villarreal estaba situada en la parte oriental de lo ciudad, contigua a sus muros entre las actuales puertas de Calatrava y de la Mata. Quedaba definida por las calles de Calatrava a un lado y Lanza, así como parte de Saúco Díez, a1 otro, y parece ser que se extendía hasta la calle Paloma, que antiguamente se llamaba Leganitos. Durante los motines de 1431, la judería fue saqueada y su calle principal cambió de nombre, pasando a llamarse calle Real del Barrionuevo. Allí instalaría la Inquisición su sede central en 1483 y el pueblo acabaría llamándola calle de la Inquisición. Otras calles de la judería se llamaban Lobo Sangre, Culebra, Refugio, Combro, Tercia.

En una de las tres primeras calles, se hallaba la sinagoga principal. Después de las conversiones pasó a ser, según una fuente,  un monasterio dominico, que fue demolido a mediados del siglo XIX. Según otra fuente parece ser que en 1393 Enrique III donó la sinagoga, junto con el cementerio judío, a su maestresala Gonzalo de soto. Este se la dio en 1396 a Juan Rodríguez, tesorero del rey y vecino de Villarreal, que se la cedió a su vez en 1399 al monasterio dominico de Sevilla, para construir allí un monasterio dominico. Según Delgado Merchán, había otra sinagoga que estaba situada en el rincón sudoeste del palacio del conde de Monteclaro y que pasó más tarde a los herederos de don Manuel Maldonado, pero quizás se tratase simplemente del hogar de un converso rico confiscado por el conde, o donado a él. Otro edificio situado al parecer en la judería fue más tarde la casa del converso Alvar Díaz. En 1484, fue donada al concejo municipal para que instalase su sede en ella. Aunque este edificio estaba situado en la calle Correhería,  dentro de la judería, no podemos estar seguros de si se construyó antes o después de los motines de 1391. También había en el barrio judío una “alcaicería”, mercado cerrado que fue destruido en 1391 y que quedó reducido a cenizas por un incendio en 1396.

Estos datos indican que la judería ocupaba un área considerable si la comparamos con el resto de la ciudad, pero no podemos calcular el número de judíos que vivían en ella ni el número de conversos que siguieron habitándola. Ni siquiera los estudios comparativos de densidad de población nos proporcionan base que permita un cálculo fiable. Sin embargo, los archivos de la Inquisición de Ciudad Real muestran que había cristianos nuevos viviendo fuera de la antigua judería, así como en otras parroquias, algunas de las cuales también estaban situadas fuera del barrio judío. Estas estaban en el barrio de Santa María, que lindaba con el barrio musulmán; el barrio de Santiago, que atravesaba la calle Calatrava, y el barrio de San Pedro, que cruzaba la calle Alarcos.

Parece razonable suponer que hubo un cambio de población, una salida de habitantes del viejo barrio judío (ahora el Barrionuevo), y este movimiento quizás indique que los cristianos nuevos no dependían ya totalmente de la judería y podían habitar y ganarse la vida fuera de ella. Otra posibilidad es que, antes incluso de 1as conversiones forzadas de 1391 hubiesen habitado casas situadas fuera de la judería. Topográficamente parecen haberse extendido primero a Zonas próximas a ella, y de allí, paulatinamente, a las otras partes de la ciudad, hasta llegar al centro de los barrios cristianos. Sin embargo, la judería no estaba dividida en parroquias nuevas; sus habitantes conversos quedaron adscritos a las ya existentes. Podemos advertir aquí el desmantelamiento de la judería como unidad jurídica, aunque continuase existiendo como zona reconocida de los conversos locales. En los procesos, de la Inquisición se menciona la judería por su nuevo nombre, Barrionuevo. Este desmantelamiento de los barrios judíos es una muestra de la política administrativa interna del rey de liquidarlos como unidades cerradas e independientes".

Pedro Peral. Diario Lanza, dominical 6 de mayo de 1984.- Número 1.033, página 2.


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