sábado, 11 de junio de 2016

LA CASA DEL CONDE DE LA CAÑADA


 
Casa de los Condes de la Cañada en la antigua calle de la Sangre

El linaje de los Condes de la Cañada tiene sus orígenes en el Principado de Asturias y seria en el siglo XIX cuando se avecinaría en nuestra ciudad con el sexto Conde de la Cañada, quien establecería aqui su residencia  a raíz de su matrimonio.

El sexto Conde de la Cañada fue el Excmo. Sr. D. Rafael Acedo-Rico Y Amat, Olazábal y Quintano, nacido en Madrid el 20 de mayo de 1815, llego a ser Teniente General de los Reales Ejércitos, Capitán General de Castilla la Vieja, Navarra y Extremadura, Director General de Artillería y Estado mayor y de la Guardia Civil; Mariscal de Campo, Gentil hombre de Cámara de S.M., con ejercicio y servidumbre, Senador vitalicio del reino, Gran Cruz de Isabel la Católica, de San Fernando, San Hemenegildo, etc. Fue primera figura política y militar de su época y tuvo participación destacada en las Guerras Carlistas y, sobre todo, en la Restauración de la Monarquía tradicional en la persona de Don Alfonso XII (años 1874 a 1885), siendo por todo ello sublimada su persona y Casa a la dignidad de la Grandeza de España.

D. Rafael Acedo-Rico contrajo matrimonio con Dª. María Josefa de Medrano y Maldonado que fue Dama noble de la reina María Luisa en 10/10/1867 (fue condecorada por S.M. en su Real Cámara, en 22/1/1868), Señora de un Vínculo de la Casa Medrano. Por este matrimonio la casa de los Condes de la Cañada quedó avecinada en Ciudad Real, estableciendo su residencia en la antigua calle “de la Sangre”, actual Conde de la Cañada.

La casa de los Condes de la Cañada era una construcción del siglo XIX de dos plantas, con fachada de ladrillo rojo y buena rejería que se ubicaba entre los números 4 y 6 de la actual calle Conde de la Cañada. Esta calle cambio su primitivo nombre “de la Sangre” por el actual en 1903, cuando el ayuntamiento lo acordó con el fin de homenajear a D. Juan Acedo-Rico y Medrano, VII Conde de la Cañada, que mantenía su residencia en la casa de sus padres en la mencionada calle.

La residencia de los Condes de la Cañada se mantuvo en la calle dedicada a su linaje hasta 1951, cuando una nieta del sexto Conde de la Cañada, Dª. Josefa Acedo-Rico y Jarava dejo en testamento la vivienda a los Misioneros del Corazón de María, los claretianos, quienes establecieron en la misma el noviciado de la provincia de Castilla hasta el año 1963 que fue trasladado, siendo vendida la casa para la construcción de los actuales pisos que ocupan su solar.

 
Primer Conde de la Cañada que se avecino en Ciudad Real, Excmo. Sr. D. Rafael Acedo-Rico Y Amat, Olazábal y Quintano

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