EL ANTIGUO MERCADO DE LA PLAZA DE CERVANTES

 

Puesto en la entrada al antiguo mercado de la Plaza Cervantes en los años cuarenta del pasado siglo XX. Fotografía Julián Alonso

La Plaza de Cervantes ha sufrido una gran transformación a lo largo del siglo XX, no teniendo nada que ver arquitectónicamente hablando la actual  plaza, con la que de principios del siglo XX y las primeras décadas del mismo.

En el espacio que ocupa la actual Subdelegación del Gobierno, existió y hasta que se inauguró el edificio del actual Mercado de Abastos, el primitivo edificio del mercado de la ciudad. Ciudad Real desde tiempos de los Reyes Católicos, siempre tuvo mercado público que se celebraba en la Plaza Mayor. Las ultimas corporaciones municipales del siglo XIX y primeras del XX, decidieron construir un edificio destinado a mercado público que guardara medidas  higiénicas para los productos de alimentación que allí se vendían, y con ello que la Plaza Mayor, que no reunía requisitos para ello, dejara de albergar esta celebración semanal.

 

Planos del mercado realizados en 1888 por Sebastián Rebollar

El arquitecto municipal Sebastián Rebollar, realizaría en 1888 los planos para construir el nuevo mercado, pero por diversos motivos, seguramente económicos, esta decisión se fue posponiendo y el primer intento de construir el nuevo mercado se remonta 1909, cuando el ayuntamiento decide subastar las obras del edificio. La revista nacional “El Eco de la Construcción”, en su número del 15 de diciembre de 1909 publicaba la siguiente nota:

“El Ayuntamiento de Ciudad Real señala para el 27 de Diciembre, á las once, la tercera subasta, que será simultánea en Madrid, en la Dirección general de Administración (Ministerio de la Gobernación), para contratar las obras de construcción de un mercado en el lugar que ocupan las casas núms. 2 y 4 de la calle de los Arcos, casa de labor de la calle Nueva y molino aceitero de la calle del Matadero, en Ciudad Real. Se admiten pliegos hasta el día anterior al señalado para la subasta. Presupuesto de contrata, incluido el valor de las cuatro casas mencionadas, 347.053'25 pesetas. Depósito provisional, 17.355 pesetas. Plazo de ejecución, quince meses”.

Pero parece que a esta subasta no concurrió nadie y de nuevo podemos ver en el diario capitalino del “Pueblo Manchego”, la siguiente nota publicada el día 3 de febrero de 1911: “Como todo llega en este pícaro mundo, parece que también les ha llegado su hora a las tan traídas y llevadas obras del mercado.

Efectivamente, anteayer se verificó en estas Casas Consistoriales la subasta de las obras que fueron adjudicadas en la cantidad de 8.200 pesetas con 10 céntimos  a D. Justo Barrera”.

 

Placa que existió en el desaparecido mercado del año de su inauguración

Las obras comenzarían casi de inmediato para que el nuevo mercado pudiera ser inaugurado en el mes de agosto, como preludio de las Feria y Fiestas, y este se construyó como ya he dicho, en los terrenos que ocupa la actual Subdelegación del Gobierno, es decir a las espaldas de las antiguas Casas Consistoriales con salida al callejón del Matadero, actual Avenida Alfonso X el Sabio.

El nuevo mercado fue una construcción sencilla diseñada por el arquitecto Sebastián Rebollar en 1888 y según el periódico ya aludido del “Pueblo Manchego”, este constaba de garitas para puestos construidos de forma sencilla; consistente en un poyo de obra para mostrador, dejando el espacio suficiente para poder pasar al interior de ellas. Estas estaban adosadas unas a otras formando dos filas, a derecha e izquierda del mercado. También poseía espacio para los puestos ambulantes,  y el acceso al mercado se realizaba tras pasar una verja de hierro.

 

Postal que nos muestra una vista del desaparecido mercado

El nuevo mercado de Ciudad Real se inauguró el 6 de agosto de 1911 a las seis y media de la tarde y se puso bajo el nombre de “Mercado de Nuestra Señora del Prado”. El diario “El Pueblo Manchego” realizó la siguiente crónica de la inauguración al día siguiente el día 7:

“A las seis y media de la tarde de ayer se inauguró el nuevo Mercado, de cuyas obras ya nos ocupamos extensamente en estas columnas, dándolas a conocer con todos sus detalles en nuestras informaciones locales del próximo pasado mes.

La inauguración llevóse a cabo con gran solemnidad.

En el Ayuntamiento se formó la comitiva, minutos después de la hora anunciada.

Rompían marcha los maceros municipales, y formando la comitiva seguían el ilustrísimo señor Obispo Prior, revestido de pontifical, acompañado por sus familiares, el clero de la parroquia de San Pedro, presidido por el canónigo D. Eloy Fernández, revestido de capa. Precedíales la cruz alzada de la referida parroquia.

A continuación marchaba el gobernador interino Sr. Ramírez de Arellano, el alcalde Sr. Sauco y buen número de concejales, las autoridades militares del Gobierno militar y Comandancia de la Guardia Civil, el comisario regio de Agricultura Sr. Medrano y buen número de invitados.

 

Aspecto que ofrecía el mercado los últimos años de su funcionamiento

Entre éstos últimos vimos al ex senador D. Luis del Rey, el inspector provincial de Sanidad Sr. Fernández Alcázar, el diputado provincial Sr. Arredondo, el médico de la beneficencia municipal Sr. Martín Serrano, el farmacéutico Sr. Lamano, el director de El Labriego Sr. Bernabeu, y algunos otros cuyos nombres no recordamos.

En un sencillo altar, levantado en el paseo central del nuevo Mercado, el ilustrísimo señor Obispo dijo las Preces, bendiciendo acto seguido todas las dependencias, seguido del clero parroquial y demás representaciones que figuraban en la comitiva.

Presenció la ceremonia numerosísimo público. Mientras, la banda municipal ejecutaba composiciones escogidas, y el polvorista consumía gran número de cohetes voladores.

Terminada la ceremonia religiosa la comitiva se trasladó al Ayuntamiento, donde fue servido un esplendido lunch.”   

Este edificio del primer mercado de Ciudad Real, permaneció en pie hasta la construcción e inauguración del actual edificio del Mercado de Abastos a finales de los años cuarenta del pasado siglo XX.

 

Una vista del mercado publicada por la revista “Vida Manchega” en diciembre de 1914