sábado, 29 de julio de 2017

EN EL AÑO 1915 NO SE CELEBRÓ LA PANDORGA



Hoy es el día de “La Pandorga”. Es el día en que se recuerdan las viejas costumbres manchegas, típicas, castizas, de un casticismo rancio, tradicional, lejano pero hermoso y evocativo.  Hoy salen a reducir  los viejos oropeles. Se desarrollan los carcomidos pergaminos. Y cada cual canta sus pesadas glorias, sus títulos nobiliarios y ofrece a la Patrona el fruto de sus trabajos, el heroísmo de una hazaña, el valor de una aventura, toda la alcurnia de un apellido con sus títulos y blasones.

Un mozo robusto, recio, fornido que tiene una voz potente y su alma consagrada a la Patrona, lanza al aire una copla manchega que tiene la santidad de una oración. Una pareja de agiles mozos danza las manchegas al son de las guitarras y panderas. Esa costumbre, tiene un lejano abolengo. Se remonta a los tiempos medievales en que las solemnidades religiosas danzaban bailarines y tocadores llegados de tierras extrañas.

Pero las típicas danzas manchegas, se celebran con la Pandorga. Allí se revelaba este arte manchego que sin tener vanas pretensiones, es hermoso, sincero, castizo, noble, que simboliza su alma y con ella a su pueblo.

Y todo esto ocurría ayer. Hoy no hay Pandorga. Solo queda la costumbre de visitar a la Virgen y es porque lo último que pierde un pueblo es el sentimiento religioso. Perdido él no queda nada del pasado.

Aún he visto yo a algunos viejos salir de rezar a la Patrona y mirar al tablado de la Pandorga como si fuera a escuchar una copla. Sus oídos no escucharon nada, pero su alma, sí; recordó algo lejano y evocativo y por sus mejillas corrieron unas lágrimas.

Yo no me explico cómo ha desaparecido esta costumbre tan manchega y tan regional.

En Ciudad Real hay muchos amantes de las viejas tradiciones que a la estirpe de sus apellidos unen la nobleza de su alma. Los Treviño, los Accedo-Rico, los Maldonado, los Aguileras, los Balcázar, los Medrano, los Vázquez ¿no podrían levantar la fiesta tan castiza, tan manchega, tan regional?...

F. Herencia. Diario “El Pueblo Manchego”, sábado 31 de julio de 1915.


No hay comentarios:

Publicar un comentario