lunes, 18 de septiembre de 2017

DE MI AYER: ANTES CÁRCEL Y DESPUÉS DELEGACIÓN DE HACIENDA


 
En esta fotografía de la revista “Vida Manchega” de noviembre de 1912, vemos como son sacados varios presos de la Prisión Provincial y custodiados por la Guardia Civil, para ser conducidos a la Audiencia entonces en la calla de la Mata

Cuando llegué a Ciudad Real, en 1909, la primera oficina fiscal de la provincia estaba en la calle que hoy se llama Alfonso X el Sabio. Más tarde pasó al edificio propiedad de BANESTO en la plaza dedicada a Cervantes. Por fin se instaló en el actual emplazamiento frente a la Iglesia de San Pedro Apóstol. Este sitio es el mismo en que se vio, durante muchos años, la Cárcel de Partido, y con el tiempo Prisión Provincial, de triste historia. Sus condiciones inhumanas, antihigiénicas, la lobreguez de su ambiente, amén de su fealdad, la convertían en un edificio molesto, húmedo, inseguro. Constituía un peligro en el centro de la ciudad. Ofrecía también la desagradable repetición de los desfiles de los reos, en cuerda de presos, al ser conducidos a la Sala de Audiencia, ubicada en la calle de la Mata que llamábamos de Sauco Díez.

Y no podía pasar desapercibido tan vetusto edificio. En la portada, como de iglesia o convento, con sus tres escalones obre el nivel de la calle, existía un frontispicio que tenía escritas en letras capitales, aquel pensamiento que se atribuye a Concepción Arenal y que decía así:

Por no frenar su pasiones
viene el hombre a mis prisiones:
sus crímenes aborrece,
más al preso compadece.

Se leía y releía, al pasar a la mansión penitenciaria, ese criterio de terapéutica filosófica, de planteamiento del problema de la delincuencia y su tratamiento, y su profilaxis, que tanto ha hecho, y hace, discurrir y estudiar a las escuelas de penalistas y sociólogos que se preocupan de esta materia.

¡¡¡Cuántas veces, realmente pocas, vimos coordinarse las puertas de la Cárcel con las del templo vecino, que bajo los archivoltas de románica transición de la fábrica, miran en línea recta al frente!!! Estaban situadas en los extremos del eje geométrico trasversal de la calzada. Hallándose ambas abiertas se veía perfectamente lo que en cada una pasara.

Así que en los angustiosos momentos de “reo en capilla”, cuando el Ejecutor de la Ley (vulgo verdugo) se personaba en el establecimiento para cumplir su misión, se franqueaba el paso por la puerta del Perdón y no se limitaba el acceso por la entrada a la Cárcel, se ofrecía un cuadro muy serio y desolador.

 
La Delegación de Hacienda se levantó en los años cincuenta del pasado siglo sobre el solar de la antigua Cárcel

Se colocaba una imagen del Redentor, crucificado, en madero lleno de nudos a modo de pequeñas piñas que se retiraban, según el número de ejecuciones, del mástil. Sobre una modesta mesa, cubierta de negros lienzos, junto a una bandeja metálica, que reflejaba las llamitas de dos velas, se depositaban los donativos para sufragios de los reos que debía de ajusticiar el…

Una vez se levantaron en el patio del recinto carcelario, hasta cuatro patíbulos. Fue en la causa del tristemente célebre Borguetas. El Rey indultó a dos de los condenados a la pena capital, y horas antes de la ejecución les fue conmutada.

¡¡Qué día aquel de la naciente primavera de 1914!! Esta es la historia del lugar en que se alza la vistosa, moderna, blanca, segura, luminosa y respetada construcción de la flamante Delegación de Hacienda de la provincia de Ciudad Real. Tuve el gusto de asistir a la inauguración de las funciones oficiales. Verdadero derroche de dulces, vinos olorosos y aroma de humeantes habanos. Reiterados y aún cariñosos ofrecimientos… Basta leer el rótulo que acredita al edificio como centro de administración de los recursos de la Nación para saber cómo se debe entrar en la casa.

Comedimiento, discreción, sigilo, celeridad, sin afirmaciones alegres, ni negativas temerarias, cortesía natural, disimulo sin escándalo, jerarquizadas las sonrisas y nada hieráticas las inclinaciones de cabeza… A pedir sin arrogancia, y no dar con bajeza. A veces en las visitas que tengo y debo hacer se me viene a la memoria, por el vocabulario peculiar de la Casa, el recuerdo de lo que hubo antes en el mismo solar. Lo que más me intimida es la realidad de que existen AGENTES EJECUTIVOS, es decir, funcionarios que ejecutan, que matan con muerte de bolsillo, que apremian, que liquidan, que investigan con astucia, que saben todo lo que económicamente te puede hacer un tributario, que dividen en grados las responsabilidades, que recargan penas pecuniarias, que certifican descubiertos, que subastan, que rematan… Y todo por los tributos, para las contribuciones. Se oye siempre el tópico de “hay que ingresar” “hay que recaudar”, “hay que pagar”…

Ventanillas, libros apaisados, máquinas contadoras, rótulos indicadores de tribunales, cargos de alta categoría, secretarías… suelen darme mucha inquietud porque el duendecillo de los signos aparentes, o manifestaciones externas de riqueza los llevan, a veces, a verdaderos desatinos.

Y como no deja uno de comprender la necesidad de cierta dureza en la pesquisa, la investigación y la sanción ante las infracciones tan variadas, repetidas y sorprendentes, no resulta error, ni injuria, ni escandaloso situar en sitio visible, a la manera de lo que se leía antes en las puertas de la prisión, este otro aviso:

De herencias, trabajo y rentas
aquí se llevan las cuentas.
Jamás engañes al Fisco
Porque puede hacerte cisco.

C.C.G.

Boletín de Información Municipal. Año IX, Ciudad Real, diciembre de 1969. Nº 31

 
Interior de la actual Delegación de Hacienda

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