martes, 26 de diciembre de 2017

NATIVIDAD DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, OBRA DEL MES DEL MUSEO DIOCESANO



 DESCRIPCIÓN ICONOGRÁFICA

Desde comienzos del siglo XV surge un amplio enriquecimiento y renovación en las celebraciones litúrgicas. En las catedrales, las colegiatas, abadías y en los monasterios, van dotándose de libros litúrgicos iluminados con bellísimas miniaturas en la mayor parte de los casos, escenas o relatos bíblicos.

Los libros corales de facistol o cantorales son volúmenes de gran formato;  escritos a mano. Fueron hechos para cantar, solemnemente, bellamente, a Dios en su servicio, contienen diversas partes de la misa y del oficio divino propias de cada celebración litúrgica.

La obra de arte que se puede contemplar en la Sala I del Museo Diocesano, es una auténtica joya, del siglo XVI, de autor desconocido, pertenece al Excmo. Cabildo Catedral, proveniente de Uclés.

Se trata de las preciosas miniaturas y orlas de riquísima ornamentación que contiene un libro coral que lleva el título “Asperges Me Domine…”: en concreto es el FOLIO Nº 43 (Vuelto), escrito en pergamino, con pinturas miniadas (Ilustraciones), medidas: 65 x 44 cm (cerrado), 65 x 92,5 (abierto), 61 x 42,5 cm (folio). El libro de coro hace uso principalmente de los tonos negro y rojo. Se compone de 161 folios.

El tema elegido es “La Natividad de Nuestro Señor Jesucristo” que se representa en el interior de la inicial Letra Uncial “P mayúscula”. El Nacimiento de Cristo es narrado tanto en la Biblia (Lucas 2, 1-7) como en los apócrifos (Protoevangelio Santiago, capítulos XVII-XX, s. IV; Evangelio del Pseudo Mateo, capítulos XIII-XIV, s. VI; Libro de la Infancia del Salvador, párrafos 62-76, s. IX); la Leyenda Dorada de Jacobo de la Vorágine, s. XIII (capítulo VI) y los comentarios de los teólogos (Meditaciones del Pseudo-Buenaventura, fines s. XIII; Revelaciones de Brígida de Suecia, s. XIV), entre otros.

La composición que narra  la escena del nacimiento está representada en el interior de la gran letra “P mayúscula”; sitúa en primer plano, centrando el foco de atención en la sagrada familia (María, José y el Niño), y al fondo un humilde cobertizo y otras figuras segundarias como los animales, los pastores y los ángeles cantores.

El episodio está lleno de armonía, luz y color, en donde nada desentona.

En el centro de la composición, de tipo circular, El Niño Jesús, recostado sobre un lecho de paja irradiando una intensa luz, apoya sobre la verde hierba (visión de Santa Brígida (s. XIV), con nimbo dorado y potencias. De manera destacada, la figura de la Virgen María,  se muestra en posición orante, con nimbo dorado, largos cabellos rubios y de expresión melancólica que refleja a un mismo tiempo su naturaleza humana y el carácter sobrenatural del acontecimiento, (…es un dolor físico, derivado del alumbramiento, o un dolor espiritual, vinculado a la futura muerte de Cristo en la cruz, que ya se presiente desde este instante) contemplando la divinidad de su hijo, que resplandece con gran intensidad (Esta conografía, inspirada en las Revelaciones de Santa Brígida (s. XIV), sería una clara afirmación del parto sin dolor). María  se viste por un largo manto azul fuerte, de forro anaranjado, junto al recién nacido (así aparece en el texto apócrifo del Libro de la Infancia del Salvador (s. IX)).

José en segundo plano, junta las manos en actitud orante, adormilado o pensativo, lo que reflejaría las dudas de éste respecto a María (véase Mateo 1, 18-25).

Detalles sentimentales como el buey y la mula al fondo del portal, con techo de paja y un pequeño pórtico donde se cobijan y comen plácidamente (Es un elemento de raíz apócrifa).

En el extremo izquierdo se representa la aparición de un ángel a dos pastores que cuidan su pequeño rebaño. Recogerían así la idea ya expresada por el evangelio de Lucas, según la cual los pastores acuden al establo y glorifican al Niño.

Situados cerca del espacio en que tiene lugar el prodigio, una corte angélica que adoran y glorifican entonando un cántico de gloria y alabanza al Señor, arrodillados (vinculado a los escritos de Santa Brígida), también nimbados y vestidos con túnicas de vivos colores.

Destacar por último que la Cenefa Exterior está rodeada por un enmarque dorado adornada por ataurique vegetal y ramas con flores de botón central dorado, de bellísimo colorido, formando estructuras cruciformes, onduladas y circulares. Entre la vegetación algunas aves (pavo real, faisanes), también aparecen dos personajes: uno totalmente desnudo, y otro, situado en la base del folio, se cubre con un largo gorro y con un cinturón hecho a base de bolas, parece tensar un arco. Por último, en el margen inferior derecho figura un dragón recostado.

 Mensaje:

…El Salvador del mundo viene a compartir nuestra naturaleza humana, no estamos ya solos ni abandonados. La Virgen nos ofrece a su Hijo como principio de vida nueva. La luz verdadera viene a iluminar nuestra existencia, recluida con frecuencia bajo la sombra del pecado.

 Homilía del Santo Padre Francisco

Texto: Ana María Fernández Rivero



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