viernes, 28 de septiembre de 2018

LA CALLE AZUCENA



La calle Azucena es una de las antiguas calles de la ciudad, enclavada en el histórico barrio de la Virgen, que recibe su nombre precisamente de su vinculación a la antigua parroquia de Santa María del Prado, actual Catedral, cuyas armas eran las azucenas.

Esta antigua e histórica calle ciudadrealeña, discurre desde la plaza del Carmen hasta su confluencia con la calle Morería, y a ella confluyen las calles de los Reyes, Infantes o Prado.

A lo largo de la historia han sido muchos los nombres que ha recibido esta calle, sabemos por el historiador ciudadrealeño, D. José Balcázar Sabariegos, en un artículo que publicó en el diario lanza el 18 de diciembre de 1943, sobre Alonso de Céspedes el Bravo, que en el siglo XVI, esta calle se llamó Rodrigo de Céspedes, debido a que en la misma tenían su casa solariega la familia de Céspedes, que era de rancio abolengo manchego. En la obra del historiador ya citado, D. José Balcázar Sabariegos, “La Virgen del Prado a través de la Historia”, se nos relata que en el año 1719, esta calle se llamó de Alonso de Céspedes,  nacido en Ciudad Real en 1518, “bravísimo Capitán que nació en la casa que había en el sitio que hoy ocupa la que tiene el número 14 de dicha calle” (1). Este mismo historiador ciudadrealeño, en un artículo que publicó en el diario Lanza el viernes 31 de diciembre de 1943, que lleva por título “Noticias nuevas en papeles viejos” (http://elsayon.blogspot.com/2018/06/noticias-nuevas-en-papeles-viejos.html), nos cuenta que esta calle recibía el nombre en 1739 del Dulce Nombre de Jesús. Hay que recordar que en la antigua parroquia de Santa María del Prado, existió una capilla y hermandad bajo esta advocación. Por último en D. José Balcázar, en su obra ya citada sobre la historia de la Virgen del Prado, nos dice que en el año 1789, la calle recibía el nombre de Cárdenas, por haber nacido en ella el ilustre mercedario descalzo, D. Francisco Cárdenas (2).

  
Ya en el siglo XX, más concretamente el 20 de octubre de 1910, la calle recibió el nombre de “Pintor Ángel Andrade”, por haber nacido en ella el pintor ciudadrealeño, D. Ángel Andrade Blázquez en 1866, siendo rotulada con ese nombre el viernes 18 de agosto de 1911. El 29 de diciembre de 1982, el pleno del ayuntamiento acordó que  volvería a rotularse con su antiguo nombre de Azucena, dedicada a Ángel Andrade.

En cuanto a su fisonomía, la calle Azucena estaba edificada de viejos caserones, que daban la imagen de un gran pueblo manchego. Hasta que se creó el actual cementerio municipal en 1834, los feligreses de la parroquia de Santa María del Prado, eran enterrados en el cementerio parroquial, que se encontraba en la calle Azucena y ocupaba todo lo que actualmente son las cocheras y acera del recinto catedralicio.

Según D. José Balcázar y Sabariegos en su obra ya citada “La Virgen del Prado a través de la historia”, la puerta de la Umbría de la Catedral, que se ubica en la calle Azucena, tenía en el centro “del arco que la cubre la antiquísima imagen de la Virgen de los Desamparados, que se alumbraba con faroles de aceite, alumbrado sostenido, como un gran honor, por los vecinos de la barriada(3).

En esta calle, más concretamente en el número 13 de la misma, estableció su residencia en 1877 el primer Obispo-Prior de nuestra diócesis, Dr. D. Victoriano Guisasola y Rodríguez, al no contar nuestra ciudad con Palacio Episcopal que lo pudiera acoger, y en ella permaneció hasta 1881, cuando se trasladó al núm. 4 de la calle Caballeros.

También en esta calle  la Diputación  crea la Escuela Normal Superior de Maestros, que comienza a funcionar en el curso 1914-1915, en el edificio que la Diputación adquirió esquina a Reyes.

(1) José Balcázar Sabariegos, “La Virgen del Prado a través de la Historia”, página 109.
(2) Ibidem, página 120.
(3) Ibidem, página 183.


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