miércoles, 12 de septiembre de 2018

LA OBRA DE JULIO PASCUAL EN EL PALACIO EPISCOPAL DE CIUDAD REAL


Reja en el hall de entrada al palacio episcopal obra de Julio Pascual

Con la llegada del séptimo Obispo-Prior en 1923, el beato D. Narciso Estenaga Echeverría, el palacio episcopal es enriquecido con obras de forja, vidrio y cerámica que aún se conservan. Uno de los artistas que trabajaría para el palacio episcopal, sería el toledano Julio Pascual Martínez (nacido en Toledo en 1879,  y fallecido en esta misma ciudad castellana el 6 de diciembre de 1967) fue un artista en el trabajo del hierro y en la especialidad del esmalte. Se le considera como el último de los grandes rejeros toledanos en la técnica de la forja, sin emplear medios modernos, continuador de los rejeros renacentistas Villalpando y Céspedes.

Decoración de la parte superior de la reja del hall de entrada al palacio episcopal

Julio Pascual estudió en horario nocturno en la Escuela de Artes y Oficios de Toledo, donde tras el periodo de aprendizaje fue profesor de término de la mencionada escuela. A lo largo de su vida recibió premios y galardones tanto en exposiciones como en la propia Escuela y en la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas, donde tuvo el honor de ser académico durante 48 años (22 como presidente).

Escudo de armas del Obispo-Prior mártir del  Beato D. Narciso Estenaga Echeverría, en la reja de entrada al palacio episcopal

Su trabajo fue amplio y la mayoría de sus obras están repartidas por varios países de los que recibía múltiples encargos (Bélgica, Alemania, Estados Unidos, Hispanoamérica, España), y de muy variados temas: rejas, candelabros, farolas, braseros, etc. Cuando recibía un encargo primero realizaba un dibujo a lápiz o a pluma y cuando veía que el resultado de estos dibujos le satisfacía trasladaba al taller los cartones para transformarlos con el martillo y el yunque en verdaderas obras maestras. Al terminar el trabajo de forja se deshacía de dichos cartones pues no repetía nunca los modelos. Para cada encargo hacía dibujos nuevos, de manera que la producción no fue nunca industrializada por lo que sus ganancias eran mínimas y daban sólo para vivir modestamente. Además del taller al fondo de su jardín, tenía otro en San Juan de la Penitencia en el que trabajaba también con el martillo y el yunque más el cincel con que repujaba la plata y otros metales.

Escudo de Ciudad Real en la reja de entrada al palacio episcopal

Además de los trabajos de creación propia desarrolló otros más ingratos y aparentemente menos importantes, trabajos de restauración de obras de arte que se habrían perdido para siempre de no ser por su paciencia y profesionalidad para recuperarlas. Se requería para ello unas condiciones especiales de dominio del arte de los metales y esas condiciones estaban en la persona de Julio Pascual. De esta manera se pudieron recuperar obras importantes catalogadas y descritas como de sumo valor, a la sazón dadas por perdidas por el gran deterioro de que eran objeto.

León pasante a un lado de la reja de entrada al palacio episcopal con las iniciales del Ave María 

Desarmó la custodia de Arfe de la catedral obligado por el Gobierno de la Segunda República con el fin de meterla en cajas durante la incautación del Tesoro Catedralicio en septiembre de 1936, volviéndola a armar en 1939 por petición del Cardenal Isidro Gomá. Este trabajo era casi imposible de realizar en aquella época en que no se contaba con los métodos y técnicas modernos al servicio de la restauración. Para hacerlo era preciso ser un buen orfebre.

El otro León de la puerta tiene entre sus garras un blasón con las iniciales JHS

Entre las obras propias, se encuentran entre otras la reja en estilo gótico que separa el coro del resto de la estancia de la capilla mozárabe de la catedral de Toledo, los monumentales faroles del Ministerio de Educación y Ciencia en Madrid, gran cantidad de sagrarios (como el del Hospital de Tavera, la Maternidad) o báculo del obispo Miranda con aplicaciones de esmaltes y con repujados.

Farol de forja de Julio Pascual en la puerta de acceso de la parte superior del palacio

Como dije al principio la obra de Julio Pascual llegó a Ciudad Real de la mano de D. Narciso, de quien era amigo personal, realizando la decoración en forja del palacio episcopal. La primera obra de Julio Pascual que podemos ver en el mencionado palacio, es la reja que se encuentra en el hall de entrada, franqueada por dos leones pasantes entre cuyas garras portan dos blasones, uno con las iniciales del JHS (Jesucristo Hombre Salvador) y otro con el anagrama del Ave María.

Lámpara que actualmente se encuentra en la capilla penitencial de la Catedral, obra de Julio Pascual 

La reja ocupa una puerta de arco de medio punto y está dividida en dos partes, la inferior que es la puerta de acceso propiamente dicha, y la parte superior, que ocupa el arco de medio punto y que está decorado con escudos heráldicos policromados. En la parte central se encuentra el escudo de armas del Obispo-Prior mártir, D. Narciso Estenaga Echeverría, y debajo de este el escudo de Ciudad Real y ambos lados  los escudos de las ordenes militares españolas.

Apliques en la capilla penitencial de la catedral, obra de Julio Pascual y que originariamente se encontraban en el palacio episcopal

A parte de la reja de entrada al palacio, Julio Pascual también realizó los faroles de forja que podemos ver en la escalera y en los patios, y la lámpara y apliques que actualmente se encuentran en la capilla penitencial de la Catedral, y que originariamente formaban parte de la decoración del palacio episcopal, y que fueron donadas por el Obispo-Prior D. Emeterio Echeverria a la Hermandad del Cristo de la Piedad.

Los apliques de la capilla penitencial llevan policromados los escudos de las Ordenes Militares 

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