martes, 15 de enero de 2019

LA ANTIGUA CALLE ODRERÍA


El tramo de calle desde Feria a los jardines del Prado, que en otros tiempos se llamó Odrería, en las ferias de 1913, donde podemos apreciar su estrechura y las viejas edificaciones que ya han desaparecido

Nos dice don Luis Delgado Merchán, en su Historia Documentada de Ciudad Real, que el tramo de la actual calle del Prado desde la calle la Feria hasta los jardines del Prado, se llamaba en los orígenes de la ciudad calle Odrería. Un dato más que confirma este nombre a este tramo de calle, nos lo proporciona el historiador Luis Rafael Villegas Díaz, en un trabajo sobre “Calatrava y Ciudad Real. Unas notas sobre las relaciones entre la ciudad y la orden (siglos XIII-XV)”, cuando nos dice: “en 1474 Francisco Montero y Mayor González, su mujer, vecinos de la ciudad, venderán al prior y convento de Calatrava una tienda en la plaza de dicha población, en la Odrería, por 16.000  maravedís. También Haim Beinart en su obra “Records of the Trials of the Spanish Inquisition in Ciudad Real”, sitúa a varios testigos en los procesos de la inquisición en la Odrería vecinos de Santa María.

La Odrería era un local, almacén, establecimiento, tienda o taller en donde se fabricaba, manufacturaba y posteriormente se vendía y comercializa el odre para diversos usos, por lo que estos artesanos tenían en nuestra ciudad sus tiendas en el mencionado tramo de calle. En el siglo XVIII a este tramo de calle se le llamó “Callejuela de los Alamos”, tal y como nos comenta el historiador don José Balcázar y Sabariegos, en un artículo publicado en el diario Lanza el 31 de diciembre de 1943, que llevaba por título “Noticias Nuevas en papeles viejos”. En los planos de la ciudad del siglo XIX, ya aparece este tramo de calle, junto al resto de la calle, con el nombre de calle Prado, nombre que mantiene en la actualidad.

A lo largo de los años setenta y ochenta la calle sufrió una gran transformación, ya que las viejas edificaciones de dos pisos y con cierto encantó, dieron paso a los bloque de pisos de cuatro alturas sin gusto alguno

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