miércoles, 3 de abril de 2019

LA VIRGEN DEL MAYOR DOLOR, UNA OBRA BASADA EN LA CANARIA DOLOROSA DE LUJÁN PÉREZ


La imagen canaria de la Virgen Dolorosa de Luján Pérez y la Virgen del Mayor Dolor de Raullel y Llorens ciudadrealeña 

La talla de la imagen de la Virgen del Mayor Dolor, titular de la Hermandad del Silencio, es una obra de arte de los escultores valencianos, José María Rausell Montañana y Francisco Lloréns Ferrer del año 1944, basada para su ejecución en la Dolorosa que se encuentra en la Catedral de Canarias, obra del imaginero José Luján Pérez y terminada en 1803.

Aunque el encargo de la talla de la Virgen del Mayor Dolor y su ejecución, fue llevada a cabo por el entonces párroco de San Pedro, Rvdo. Sr. D. Emiliano Morales, tal y como comenta el Hermano Mayor de la Hermandad del Silencio en el especial de Semana Santa que publicó el diario “Lanza” el 5 de abril de 1944, desconocemos  si el basarse en la dolorosa canaria para la realización de la imagen ciudadrealeña, fue por sugerencia del citado párroco, o la idea nació de los propios escultores.

La Virgen Dolorosa de Las Palmas de Gran Canaria, en su retablo de la Catedral canaria

Lo que sí está claro, como se puede ver en las imágenes publicadas, que la Virgen del Mayor, es una obra inspirada totalmente en la Virgen Dolorosa que se encuentra en la capilla del mismo nombre en la Catedral de Canarias (Las Palmas de Gran Canaria). El autor de esta imagen, Luján Pérez, es el máximo representante de la escultura barroca canaria y está considerado el máximo exponente de la escultura en Canarias y su artista más representativo. Es conocida como la Dolorosa de Luján Pérez, por ser la obra cumbre de este autor.

Se trata de una escultura religiosa, exenta o de bulto redondo, perteneciente al arte barroco canario del siglo XIX. La imagen describe a la Virgen María al pie de la cruz de Jesús. Fue tallada para verla desde una hornacina, por lo que el maestro no se esforzó en trabajar el dorso. Los plegados posteriores del manto tienen por ello menos movimiento que la parte delantera, cuyas vestiduras aparecen más agitadas, lo que confiere a la imagen movimiento y efectos de luz. El movimiento de los paños contrasta con la pasividad de su rostro, con ojos semicerrados y expresión triste. Es una imagen realista, de fuerte espiritualidad y de gran elegancia formal y armonía que se manifiesta en la pulcritud del acabado.

La Virgen de Luján Pérez en su salida procesional la mañana del Viernes Santo

La imagen fue encargada por el deán de la catedral canaria, Miguel Mariano de Toledo, para su oratorio privado. Hecho el encargo, Luján empieza a trabajar en su nueva obra, para el rostro de la Virgen y se inspira en una niña huérfana del vecino barrio de Vegueta, llamado de San José, la niña se llamaba Josefa María Marrero. El 25 de diciembre de 1803, tal como indica Santiago Cazorla en su Historia de la Catedral de Canarias,​ la imagen de la Virgen de los Dolores estaba terminada y el deán Toledo desea tenerla con decencia en su casa para colocarla luego en el retablo, que también costeó para la capilla secreta en la catedral, bendecida por el mismo deán en 1805. El retablo de esta capilla fue costeado por el deán Toledo según consta en el acuerdo del cabildo catedral transcrito del 22 de diciembre de 1803.

Desde 1928 realiza junto al Cristo de la Sala Capitular su salida procesional en la mañana del Viernes Santo, en la llamada procesión de Las Mantillas.
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Paso procesional de la Dolorosa de Gran Canaria, obra del siglo XIX

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