miércoles, 11 de septiembre de 2019

ADIOS A UN EDIFICIO CON ALMA DE CELULOIDE



Hay edificios que tienen para los ciudadanos un gran valor, no es valor patrimonial ni monumental, es valor sentimental, uno de esos edificios, que no tiene siglos a sus espaldas pero si un alma dentro que alberga miles de historias, es el cine castillo, protagonista de vidas y parte de muchos recuerdos, en un mes el cine castillo quedará ya, con la piqueta como verdugo, en la memoria y en el recuerdo.

Será en torno al 15 de octubre. Ese día la piqueta acabará con un edificio mítico de Ciudad Real, lugar que acogió como espectadores a cientos de ciudadrealeños y que, a su vez, fue el espectador callado de muchas vidas. Protagonista de mil recuerdos, de las películas personales de muchos de nosotros. Los signos de los tiempos, el poder del dinero, los cambios en los hábitos, el progreso o la fiebre inmobiliaria... son muchas las razones por las que, sin remedio, el Cine Castillo va a desaparecer. En su lugar, se alzará un edificio que aún no se sabe si será de oficinas o de viviendas.

Cuarenta y cinco años de historia dan para mucho. Y es que fue el 4 de octubre de 1962 cuando se inauguraba, con la bendición del Vicario General de la Diócesis y la asistencia de autoridades, el Cine Castillo, construido por la empresa constructora de los hermanos García del Castillo y explotada por el empresario José María Fernández Alcoroche. Dos días después, se proyectaba la primera película, Santa Teresa de Jesús.

Uno de los hijos de José María Fernández Alcoroche, Javier, explica a Global Castilla-la Mancha que su padre tenía ya "el gusanillo del cine" porque fue el encargado del cine de verano Romasol. "El cine Castillo fue una auténtica revolución en la capital porque fue el primer cine climatizado. Las crónicas de la época hablan de que era muy lujoso y moderno. En el hall de arriba se vendían gaseosas, palomitas, repostería y café y en las sesiones dobles o continuas pasaban los vendedores con una cesta con caramelos o chicles bazokas", recuerda.


En la primera época del Cine Castillo había tres pases, el familiar (después de comer), el de tarde y el de noche. El precio de las butacas de patio en las sesiones familiar y de noche era de 14 pesetas y en el gallinero, 8 pesetas. La sesión de tarde era más cara, en el patio de butacas 16 pesetas y 10 en el gallinero. Poco después comenzaron las sesiones matinales los sábados y domingos y las sesiones continuas.

El cine Castillo arrancó muy fuerte. "En esta primera época del cine se proyectaban muchas películas españolas, como las de Marisol y Rocío Durcal. Concretamente Rocío Durcal vino a presentar su película Canción de juventud al Castillo y hasta cantó. Incluso se hizo en el cine algún estreno mundial, como el de la película Dulcinea, de Vicente Escrivá, que fue a los Oscars como mejor película extranjera en el año 1962. Ésta fue una gran época ", dice Javier Fernández. Los años 70 y los principios de los 80 fueron también muy prósperos, con la llegada de grandes superproducciones de Hollywood como Rambo, Tiburón o La Guerra de las galaxias. También en esta época tenía lugar, los viernes, los cine fórum del Juman Club, en los que se proyectaban películas no comerciales, celas de' arte y ensayo'. Pero años después comenzaron anotarse los efectos de las películas en televisión y del uso generalizado del video, que tanto daño hicieron al cine en todo el país.

La familia Fernández Alcoroche dejó de regentar el cine en 1994. Había nuevos desafíos que requerían urgentemente una modernización del cine: "Si no te adecuabas a los cambios, no se podía tirar con el negocio. Todo era muy costoso y por eso, decidimos traspasar el negocio a Santiago Salas", explica el hijo del que fuera el primer empresario del Castillo. Santiago Salas, que llevaba años "dando cine" por la provincia, vio en el Cine Castillo su oportunidad y fue su gran trampolín. Él lo modernizó añadiendo dos salas más.

Pero fue con los multicines 'Las Vías' cuando llegó la decadencia del cine Castillo. Lo explica a Global Castilla-La Mancha el propio Santiago Salas: "Cuando puse en marcha Las Vías, pretendí que el Castillo siguiera funcionando. El primer año convivieron los dos, pero a partir del segundo año fue cuando se vino abajo. Intentábamos poner en el Castillo otro tipo de cine, menos comercial, ofrecer una alternativa, pero la gente no iba".


Así, se firma el acta de defunción de este cine emblemático para Ciudad Real. Eusebio García del Castillo, uno de los herederos de los propietarios del Cine Castillo, dice que ya está todo prácticamente listo para la demolición. "Se acordonará la calle y desmontando la cubierta y con una grúa de gran tonelaje se hundirá hacia dentro", explica.

"Sé que ese día voy a sentir tristeza. Son32años de negocio de mi familia, un cine que se levantó y se mantuvo con mucho esfuerzo. Y son muchos años de recuerdos, de una concepción romántica del cine que ya no volverá", dice Javier Fernández. Así lo ve también el crítico de cine ciudadrealeño José Luís Vázquez: "Los cines como el Castillo tienen un aire romántico que los hacen únicos. Su pérdida es una pena aunque es inevitable, es signo de los tiempos. Yo puedo decir que en gran medida mi amor por el cine se forjó en el Cine Castillo". Para Eusebio García del Castillo, con la desaparición del este cine se pierde una parte de la historia de Ciudad Real: "El cine Castillo fue en una época lo único que había y por eso en él está gran parte de nuestra juventud, de toda una generación".

Para muchos, llega la hora de la nostalgia. No en vano, son muchos los recuerdos que habitan entre las paredes del Cine Castillo. Recuerdos de familias unidas, de risas con los amigos, de besos en la oscuridad, de manos entrelazadas, de lágrimas de emoción, de películas épicas, de la pasión por el cine y de unos tiempos que no volverán.

PELÍCULAS PARA EL RECUERDO

Son muchos los ciudadrealeños que tienen en su memoria recuerdos relacionados con el Cine Castillo, más antiguos o más recientes. Eusebio García del Castillo habla de esos primeros años del cine, cuando él era un niño y lo que se llevaba eran las del Oeste y las de romanos. Le vienen a la cabeza películas como Jasótt y los Argantnrtas, El hombre que mató a Liberty Vatatice o Tres sargentos. Él estaba interno en Los Marianistas y los domingos por la tarde, la visita al cine era casi obligada.


Las monjas del colegio San José también llevaban a las niñas al cine. Pepa Martínez, de 53 años, se acuerda muy bien de una de las primeras veces que llevaron a toda la clase al cine: "Nos llevaron a ver Franco, ese hombre, esa especie de documental que Franco, en los 60, mandó hacer sobre su vida”. Después en el Castillo vio muchísimas de Marisol, de Rocío Durcal y recuerda algunas tan míticas como Los Díez Mandamientos o Dónde tras Alfonso XII...

Carlos Romero, de 47 años, iba al cine Castillo aver algmios grandes estrenos. Él vivía en Puertollano y allí las películas tardaban en llegar, por eso a veces, iban al cine a Ciudad Real " Me acuerdo del estreno de Voúnraker en el año 79, cuando James Bond era todavía Roger Moore. También recuerdo como algo fantástico, el estreno de La Guerra de las galaxias". Rafael Blanco, también de 47 años, no se acuerda de títulos pero sí de que en el cine él y sus amigos hacían siempre alguna gamberrada... "Una vez, viendo una de ovnis, dije una gracia tan fuerte que tuvieron que parar la película hasta que la gente dejó de reír. Nunca se me olvidará", asegura.

Una de las películas preferidas de José Luís Vázquez, Grease, provocó unas colas enormes, plagadas de adolescentes vestidos con la moda de la época. "Además de ese, tengo recuerdos de estrenos de gran éxito, películas que a mí también me marcaron, como Tiburón, La Guerra de las galaxias, La naranja Mecánica o El Padrino. Más recientes, recuerdo que Casper tuvo tanto éxito que estuvo en cartel más de dos meses".

Fuente de la noticia: Global Castilla la Mancha
Jueves 13 de septiembre del 2007
Informa: CELIA NAHARRO SALAS


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