miércoles, 2 de octubre de 2019

CHURRERÍA GRAN VÍA UN CLÁSICO DE LA AVENIDA DE LA MANCHA



Si hay un negocio que nació con la actual Avenida de la Mancha y que aún se mantiene, este es la “Churrería Gran Vía”, montado por Eugenio Cerro Moya y Dolores Díaz, que abrió sus puertas en los años setenta del pasado siglo XX. Tras la muerte de Eugenio Cerro en 1996, el negocio lo siguió regentando su mujer, Loli, pasando posteriormente a manos del Gallego, que cambió la primitiva ubicación de la churrería, pero que mantiene abierta sus puertas en la Avenida de la Mancha.

Ángel Cerro le dedicó un pequeño artículo en el diario Lanza en el año 2000, que llevaba por título “Loli Díaz, ejemplo de mujer trabajadora y que decía así:

Dolores Díaz, más conocida popularmente por Lolita, lleva más de cuarenta años, ofreciendo cada mañana desde muy temprano, su delicioso chocolate y churros, a cientos de trabajadores de la capital y los venidos diariamente de toda la provincia ... Manuel, te espero en la cafetería churrería Gran Vía, este es el punto de encuentro de muchas personas a lo largo de la mañana.

Ya de muy joven, Lolita, comenzó ayudando a su tía Petra en la churrería entonces situada frente a la puerta principal del mercado capitalino. Así año tras año se forjó Lola Díaz, en este trabajo para Loli, el más importante, pues no en valde de su incansable trabajo diario, ejemplo de mujer trabajadora, ha sacado adelante sus tres hijas a las que quiere con locura, brindándoles la posibilidad de darles estudios para que puedan tener el porvenir asegurado el día de mañana.

Para Lolita, después de su madre y sus tres hijas, lo más importante, son sus clientes, sin ellos, no hubiera podido conseguir una situación provechosa en beneficio del entorno familiar. Con estas líneas, sólo intento, valorar en su justa medida, el modelo de mujer trabajadora.


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