domingo, 27 de octubre de 2019

TESTIGO MUDO DE LA TRANSFORMACIÓN URBANA DE LA CALLE CIRUELA



La calle Ciruela nada tiene que ver, urbanísticamente hablando, de cómo la conocieron nuestros padres y abuelos. La calle ha pasado en los últimos años, de estar poblada de casas de dos alturas, a llenarse de edificios de ladrillo y hormigón de hasta cinco alturas.


Testigo mudo de esta transformación, es la casa rotulada con el número 26 de la calle Ciruela, una casa de dos plantas, que no tiene nada de particular, al no ser por su decoración floral en balcones y ventanas, y por la cual consiguió un tercer premio de balcones, en los años ochenta del siglo pasado.


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