viernes, 16 de julio de 2021

DE “CASA DE LA CARIDAD” A RECTORADO (II)

 



El tratamiento de la rehabilitación sirve para la recuperación de los espacios interiores y exteriores del conjunto edificado. El edificio concebido como Casa de la Caridad comienza muy pronto a tener usos militares diversos durante casi dos siglos. Desde la ocupación por los franceses hasta la actualidad ha tenido ocupaciones diversas e intermitentes. Ello ha hecho necesario realizar continuas obras de adaptación y acondicionamiento que por un lado han contribuido a mantener el edificio en pie, pero por otro han ido produciendo alteraciones y modificaciones en su concepción original.

Los dos grandes espacios articuladores del interior recuperan así un valor que los configura como ejes que vertebran las circulaciones y recorridos dentro del conjunto. El edificio ha recuperado la claridad de su estructura de organización y de proporciones. La belleza de los espacios procede del ritmo de los recorridos, de las proporciones de un espacio que vuelve a su concepción original. La arquitectura se define así desde la sencillez de un volumen generado por la proporción y el equilibrio, por los espacios armónicos y las visiones de un esquema tipológico tradicional pero de resultados formales ricos.

Se produce un doble recorrido interior del mismo: el funcional y el ideal. El recorrido funcional está marcado por los dos grandes pasillos longitudinales que dan acceso a los espacios situados en el perímetro exterior. Junto a estos pasillos longitudinales, otros cuatro transversales establecen una trama rectangular, mallado de itinerarios posibles que mejoran los accesos y comunicaciones interiores. La comunicación ideal se produce en el gran eje lineal que permite recorrer visualmente el edificio desde la fachada principal a la posterior. La vista atraviesa el zaguán de entrada, el primer patio, penetra en la iglesia, el segundo patio y llega a la fachada posterior en su punto central  continuando a lo largo del nuevo paseo posterior en ese intento de captura del infinito. Los cipreses y olivos de ambos patios se funden en el itinerario ideal simbólico que define simetrías y recorridos posibles.

Hay espacios singulares que se recuperan con la simple presencia de los materiales y de la recuperación originaria de su estructura. El zaguán de acceso tiene un zócalo con cerámica de Ruiz de Luna. En el espacio de la iglesia la primera operación obvia ha sido la recuperación de la volumetría. La posición de la iglesia en el centro del edificio coincidiendo con el eje longitudinal contrasta de alguna manera con la forma en que se inserta en el conjunto dividiendo las dos áreas del edificio articuladas en torno a los patios. Su presencia central divide el conjunto en dos sobresaliendo volumétricamente del conjunto como pieza central simbólica. Pero junto a ello define la estructura lineal de la fábrica.




La Casa de Caridad convertida en cuartel ocupaba una zona de la ciudad con una superficie de 80.000 metros cuadrados. El uso militar del conjunto había definido un espacio rodeado de muros y protegido por razones de seguridad del resto de la ciudad. El acuerdo alcanzado entre el Ayuntamiento de Ciudad Real y el Ministerio de Defensa lleva a recalificar la superficie que ocupa la esquina de la calle Altragracia y la Ronda de Toledo para permitir la construcción de viviendas y liberar a cambio una superficie de unos 50.000 metros cuadrados, en los que se ubica el Hospital de la Misericordia, para el Ayuntamiento. En 1990 se inicia la modificación del Plan General de Ordenación Urbana  que modifica el uso de la zona ocupada por el antiguo RAIL y hace posible el convenio de cesión desde el Ministerio de Defensa al Ayuntamiento de Ciudad Real firmado por el entonces alcalde de Ciudad Real Lorenzo Selas. La modificación del Plan se aprobará provisionalmente en 1991 y definitivamente en marzo de 1992. El Pleno municipal presidido por el alcalde Nicolás Clavero acordará en mayo de 1995 la cesión de los terrenos y el edificio a la Universidad de Castilla-La Mancha.

Se ha configurado así un nuevo espacio en la ciudad que comienza a construirse a partir de la presencia de la Real Casa de la Caridad rehabilitada. En los terrenos próximos se han comenzado a construir un primer grupo de viviendas. El nuevo edificio sirve así de elemento dinamizador de la ciudad reconvirtiendo una zona de borde con una imagen cerrada en un espacio abierto y revitalizado con la presencia de edificios administrativos y docentes. Desde la rehabilitación del Hospital de la Misericordia como sede del rectorado de la Universidad de Castilla-La Mancha se contribuye a la modificación de la ciudad.

Diego Peris. La Tribuna de Ciudad Real, lunes 29 de junio de 1998

 


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