lunes, 10 de octubre de 2022

LAS DEUDAS HUNDEN LA COOPERATIVA DE GANADEROS DE CIUDAD REAL

 



La pionera en la elaboración de queso manchego y comercializadora de las conocidas marcas de queso Clavero, Maestre y Gran Maestre, la cooperativa de ganaderos de Ciudad Real, ha sido, paradójicamente, la gran ausente de la Feria del Queso Manchego que se ha celebrado estos días en Ciudad Real. Copreal, cooperativa de ganaderos de Ciudad Real, surgida hace cinco años de la antigua Cooperativa Provincial del Campo, no ha podido superar la grave Crisis financiera que arrastraba, con una acumulación de deuda cercana a los mil millones de pesetas. En este mes de marzo la comisión permanente que gerencia la cooperativa ha tomado las decisiones más drásticas que había ido aplazando: ha mandado la carta de despido a la totalidad de la plantilla, 39 trabajadores, alegando falta de rendimiento, y ha paralizado la producción; no obstante, ya desde hacía algún tiempo había dejado de entrar materia prima. Esto supone el fin de una cooperativa que desarrollaba un plan de viabilidad previsto hasta 1996 y que no ha podido cumplirse por culpa, según socios y trabajadores, del incumplimiento de compromisos por parte de Banesto. Los trabajadores también achacan esta quiebra a una mala gestión de los responsables de la cooperativa y a la existencia de intereses ocultos por acabar con la cooperativa, de hecho desde el cierre los ganaderos han empezado a comprobar cómo la leche se empieza a pagar a un precio considerablemente más bajo.




DEUDAS INSALVABLES

 

Los 123 socios de la cooperativa de ganaderos han cumplido a rajatabla los compromisos adquiridos en 199 1 y aún más. Muchos de estos socios han ido desembolsando varios millones de pesetas, a pesar de que la cooperativa retrasaba los pagos de la leche que entregaban. Los socios, los grandes perdedores junto a los trabajadores con el crack de la cooperativa, ya no han podido seguir respondiendo a las exigencias financieras, lo que ha llevado a la Junta Rectora a ver inviable la continuación de esta cooperativa, que, sorprendentemente, desarrolla un negocio rentable, con una producción anual que supera un millón de kilos de queso manchego con un buen grado de comercialización, según los trabajadores.

Si la producción y las ventas son buenas, si la plantilla se había reestructurado y se continuaba desarrollando el plan de viabilidad aprobado en julio de 1991 entre la cooperativa, la Consejería de Agricultura y una entidad bancaria, ¿qué ha llevado a la quiebra a la cooperativa de ganaderos de Ciudad Rea l? Tanto socios como trabajadores encuentran un único responsable a esta situación: el incumplimiento de los compromisos adquiridos en este plan de viabilidad por parte de Banesto, entidad que se hizo cargo de los préstamos a la cooperativa para que reflotara su situación económica. Para Manuel de la Barreda, socio y presidente de la cooperativa, “Banesto es quien no ha respondido a las ayudas que prometió, no ha ampliado la hipoteca ni el crédito de capital circundante como prometió. Ante esto no se puede seguir subsistiendo como cooperativa, ya que los socios no pueden responder solidariamente a las deudas y los créditos».

Rafael Rivas, trabajador de la cooperativa y uno de los cuatro miembros que han creado la comisión que pretende tomar medidas para que al menos los trabajadores cobren lo que se les adeuda (la nómina de los últimos meses) y las indemnizaciones, responsabiliza igual- mente a Banesto por no haber ampliado la hipoteca.




UNA HERENCIA MALDITA

 

En el segundo semestre de 1991 se aprobó el Plan de Viabilidad a desarrollar hasta diciembre de 1995. El plan, aprobado por la Junta de Comunidades, la cooperativa y Banesto, contemplaba una refinanciación de la deuda, para lo que Banesto concedía un crédito de cuyos intereses se hacía responsable la Junta de Comunidades. La deuda era entonces de 250 millones de pesetas. Hoy se estima que ronda entre 800 y 1.000 millones de pesetas. Otro de los puntos que contemplaba el Plan de Viabilidad era hacer una reestructuración industrial y laboral, ésta segunda se hizo en contra del comité de empresa y de UGT, pero la primera sólo pudo hacerse a medias por no poder hacer frente a nuevas inversiones. Así queda arruinada una cooperativa con una actividad prospera y con un patrimonio importante.

Diecisiete fueron los socios promotores de la Cooperativa de Ganaderos de Ciudad Real, que se creó en 1988 tras la desaparición de la Cooperativa Provincial del Campo, que dejó una herencia de 800 millones de pesetas de deudas, gran parte de ellas condonadas por la Caja Rural.

Los miembros de la comisión permanente, Manuel de la Barreda, Félix Laguna y Salomón Redondo, buscan ahora concretar alguna de las ofertas de compra de la cooperativa y tienen pendiente celebrar esta misma semana una asamblea para informar a todos los socios de la situación. Varias entidades se han interesado por la compra de la cooperativa. Para los trabajadores la solución también podría ser vender parte de los 50.000 metros cuadrados que tiene de patrimonio la cooperativa. Lo que sí parece claro es que quien se haga cargo de la cooperativa lo hará con otra fórmula empresarial, ya que como cooperativa ha ido fracasando intento tras intento. ¿Por qué?

 

P.L.G. Revista Bisagra, nº 272. Revista semanal del 4 al 10 de abril de 1993



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