viernes, 10 de marzo de 2023

LAS COFRADÍAS EN CIUDAD REAL Y LOS PUEBLOS DE LA PROVINCIA DE LA MANCHA EN EL SIGLO XVIII

 



El Censo de Aranda fue una Real Orden del rey Carlos III que mandó cumplir su Ministro de Hacienda, Pablo Abarca de Boleo, Conde de Aranda, entre los años 1768 y 1770. Este Conde era Presidente del Consejo de Castilla, o lo que es lo mismo, la máxima autoridad de España después del rey. Mandó hacer dos censos a la vez. Uno de población y otro de Cofradías religiosas habidas en España. Este censo se encuentra digitalizado y se puede consultar en el portal de los archivos españoles “PARES”.




El expediente que remitió el Intendente de la provincia de La Mancha, Francisco Aguilar Anchia, el 13 de julio de 1772 “sobre el estado general de las cofradías de la provincia, las funciones que cada una celebra anualmente, sus gastos y rentas”, tenía la finalidad de recopilar datos sobre la función y vida económica de las cofradías de nuestra provincia, de cara a una posterior reforma y racionalización de las mismas, dentro de la política ilustrada y regalista desarrollada por el conde de Aranda. Se pretendía evitar los excesivos y superfluos gastos que el vecindario hacía en las diferentes festividades, con el consecuente endeudamiento y empobrecimiento de los pueblos, y también el perjuicio correspondiente para la Real Hacienda. Tratarían de mantener las de finalidad social (socorros y ánimas); en otras (de patronos y dotadas suficientemente) se restringirían gastos a los exclusivos oficios religiosos, eliminando las onerosas celebraciones profanas; y suprimiendo aquéllas que no tenían fondos propios y gravaban económicamente a los vecinos.




En la carta que envió el Intendente al Conde de Aranda, hace constar que, aunque solicitó realizar un censo de cofradías que existían en la provincia, el anterior Intendente, Conde de Benagiar, a las justicias y ayuntamientos de los pueblos el 28 de septiembre de 1770, este no se ha podido realizar con anterioridad porque no habían recibido la correspondiente información de los diferentes ayuntamientos. Esto fue debido entre otras causas, por la cantidad de trabas y desinformaciones que encontraban, fundamentalmente en las autoridades eclesiásticas, al investigar las características y estado económico de las cofradías.

 



En el informe que remite el Conde de Aranda, aunque incompleto al no poderlo hacer al cien por cien, por los motivos que anteriormente he reseñado, arroja un balance en nuestra provincia de un total de 509 Cofradías y Hermandades, que celebraban un total de 931 fiestas, de las cuales 13 tenían autorización real, 201 eclesiástica y 265 no contaban con ningún tipo de autorización, teniendo todas un gasto conjunto de 3.810.308 reales. Según este informe en Ciudad Real capital existían un total de 29 cofradías y hermandades, que celebraban 61 fiestas, gastándose un total de 710173 reales, de las cuales ninguna tenia consentimiento real, 23 consentimiento eclesiástico y 6 no contaban con ningún tipo de autorización, ni real ni eclesiástica. 



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