Al término de la Guerra Civil española en 1939, apenas quedaba algo de la esplendorosa Semana Santa que procesionó hasta 1935 en Ciudad Real. Tanto la imaginería, a excepción del Niño Jesús de Santiago y el Niño Jesús de la Merced, como todo lo demás había desaparecido, y sólo en algunas hermandades se salvaron túnicas, estandartes o faroles.
El 4 de marzo de 1942, reunidos los hermanos mayores de las cofradías de Semana Santa en el Salón de Actos del Ayuntamiento, convocados por el Alcalde Pascual Crespo Campesino, se constituyó la Comisión Permanente de Semana Santa. La nueva comisión se formó por los tres párrocos de la capital y un hermano mayor por cada una de las parroquias, más los dos hermanos mayores de Jesús Nazareno y la Soledad, por ser estas procesiones individuales. El Hermano Mayor de cada parroquia representaría en la Comisión Permanente a todas las hermandades de la misma. La Comisión se obligaba a reunirse por lo menos una vez al mes dentro de la primera semana, y se constituía un pleno integrado por la Comisión Permanente y todos los hermanos mayores de las distintas cofradías.
Una vez constituida la Comisión, se nombró
al Alcalde como Presidente de la Asociación de Cofradías, y se empezó a
trabajar para recaudar fondos para la adquisición de los pasos que aún no se
habían repuesto, guardando por la calidad artística de los mismos. Pronto se
idearon medios para recabar la colaboración popular, y así surgió las rifas. De
las primeras que se realizó daba cuenta el diario Lanza, en su número del
viernes 18 de junio de 1943, cuando publicaba la siguiente nota:
“Mañana empezará la venta de papeletas de la rifa de Semana Santa
Se conceden dos importantes premios
La Comisión Permanente pro Semana Santa pondrá a la venta a partir de mañana las papeletas de la rifa que a beneficio de nuestras fiestas pasionarias ha organizado para el presente año. En establecimientos públicos, comercios, industrias, bares, etc. Podrán adquirirse al precio de 4 pesetas, obrando también en poder de los Hermanos Mayores de las distintas cofradías.
Los premios que se otorgaran son de un valor extraordinario. El primero consiste en una magnifica yunta de mulas con carro y arreos correspondientes. El segundo, una ejemplar yunta de bueyes de labor.
Si el resultado de la rifa es satisfactorio, como es de esperar, se adquirirán entre otros, los nuevos pasos de la Oración en el Huerto y el Descendimiento, ayudando a otras cofradías para que puedan reponer sus grupos escultóricos”.
Para la venta de las papeletas, a parte de las que se vendieron en Ciudad Real capital, la yunta de mulas y el carro, recorrió las fiestas y ferias de los pueblos de nuestra provincia, vendiéndose en estos pueblos gran cantidad de papeletas. El entonces presidente de la Comisión Permanente de Semana Santa, Lorenzo Montero Buiza, informaba en el diario “Lanza” el sábado 18 de septiembre de cómo se habían repartido estas papeletas, no solo a nivel local y provincial, sino incluso nacional:
“Hemos enviado papeletas a dos mil
Alcaldes de pueblos de España, a setenta párrocos de la provincia y a todos los
Alcaldes y Jefes de Falange nuestros. Ha sido un quehacer de registro y
referencia que nos ha dado gran preocupación, pero lo damos por bien empleado
ante un buen resultado, al que no dudamos los demás querrán contribuir, sobre
todo, los agricultores, que es en quien más ha pensado la Comisión, al hacer la
elección de los premios; ya que, dadas las dificultades y carestía de las mulas
y aperos de labor, comprendíamos que es lo que mejor puede remediar la
necesidad que de ellos se puedan sentir. Las mulas con su carro, han recorrido
también bastantes pueblos de la provincia, aprovechando las fiestas y ferias de
los mismos.”
Quiso la casualidad que las papeletas de
los dos premios no fueran vendidas, tal y como recogía el diario “Lanza”, en su número del 22 de septiembre:
“LOS DOS PREMIOS HAN CORRESPONDIDO
DENTRO DE LAS PAPELETAS NO VENDIDAS
Esta tarde a las Cinco y media y ante e1 notario de esta Capital Sr. Gutiérrez, han sido revisadas las papeletas sobrantes de la rifa pro Semana Santa que se celebraba en combinación con el sorteo de la Lotería Nacional de hoy.
Entre las 23.000 papeletas que habían quedado sin vender se encontraba el número 1626, que es el primer premio de la Lotería, como así mismo el 14.849, al que ha correspondido el segundo. Uno y Otro daban derecho respectivamente a la yunta y al carro de las mulas y a la pareja de bueyes, que quedan por tanto en poder de la Comisión Permanente.
El número 1.626 fue devuelto entre las papeletas invendidas por el jefe local de F. E. T. y de las JONS, de Cabezarados y el 14.849 se encontraba entre los números devueltos por la lotera de esta capital doña Sofia López Peña.”
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