jueves, 17 de agosto de 2023

IMÁGENES DEL SOLEMNE PONTIFICAL DE LA ASUNCIÓN EN HONOR A LA VIRGEN DEL PRADO

 



En la Solemnidad de la Asunción de la Virgen María en cuerpo y alma a los cielos, se celebra en Ciudad Real la festividad de su Patrona, la Santísima Virgen del Prado. Por este motivo la S. I. P. B. Catedral, acogió el 15 de agosto a las 12:00 horas el Solemne Pontifical, que estuvo presidido por el Obispo-Prior D. Gerardo Melgar Viciosa, y en el que concelebraron el Vicario General de la Diócesis, miembros del Excmo. Cabildo Catedral, sacerdotes de la ciudad y diáconos y seminaristas de nuestra diócesis.




En el Pontifical estuvieron representadas las juntas directivas de la Corte de Honor y de la Ilustre Hermandad de la Virgen del Prado, miembros de la corporación municipal, encabezada por su Alcalde, representante de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, diputados regionales y nacionales, autoridades militares y de cuerpos de seguridad del estado; así como el Pandorgo y la Dulcinea.




La figura mariana de la Virgen María, en la advocación de Nuestra Señora del Prado, ha vertebrado la homilía que ha pronunciado el obispo de la iglesia de Ciudad Real y prior de las órdenes militares, Gerardo Melgar, en la Eucaristía del día grande de la capital en una abarrotada catedral.




Melgar ha instado a los devotos y fieles a seguir el modelo de María, que se entregó en cuerpo y alma al destino que le había encomendado Dios en la tierra, con grandes sufrimientos, pero con la esperanza de la redención de la Resurrección.




El Obispo ha invitado a los devotos a “elevar nuestra mirada al cielo y a contemplar a la madre con mayúsculas para aprender a la hora de ser buenos hijos y auténticos seguidores de su hijo Jesús”. “Ella es un vivo testimonio de una persona que supo poner su vida entera a disposición de lo que Dios le pedía, ha agregado, a favor los planes que Dios y de la salvación de la humanidad entera”.




D. Gerardo ha invitado en todo momento a mirarse en el espejo de la Madre de Dios “para encontrar el sentido a la vida”, tal como ella “se entregó totalmente para cumplir los planes que Dios tenía para ella, aunque dicha entrega la llevará a olvidar sus propios planes y que el cumplimiento de los mismos le llevará a pasar momentos de intenso dolor humano y de desgarrador sufrimiento”.




Pero este sufrimiento por la muerte de su hijo, ha agregado, garantizó a la Virgen la vida eterna, otra vida más fértil, “sin llanto, luto ni dolor, y solo el gozo junto a Dios y todos sus santos”.




Por ello, el Obispo ha instado a los fieles de Ciudad Real a vivir en la tierra como la Virgen vivió, “con la esperanza y la mirada hacia el amor de Dios para la salvación de la humanidad”, ha dicho y es el ejemplo “de lo que nos espera a nosotros”.




Por ello, ha invitado a pedir a la Virgen del Prado “que aumente nuestra fe, y que ajustemos nuestra vida a la existencia de la fe para ser merecedores de la otra vida en la que seremos felices y dichosos junto a Ella y junto a Dios”.




Al término de la celebración, el obispo, por disposición especial de la Santa Sede, ha impartido la bendición apostólica con indulgencia plenaria. Las condiciones para recibir este perdón es el arrepentimiento de los pecados, haberse confesado quince días antes o después de la bendición y haberse acercado a comulgar. También, rezar el Credo o el Padrenuestro.

 




























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