jueves, 4 de abril de 2024

FERNANDO VII CONCEDIÓ A CIUDAD REAL UN MERCADO FRANCO SEMANAL

 

Imagen Centro de Estudios de Castilla-La Mancha


El Archivo-Museo «Elisa Cendrero» de Ciudad Real, custodia un «Bando» municipal, de fecha 12 de marzo de 1817, que viene a confirmar la plena autorización de celebrar un «mercado franco» todos los sábados del año. El dicho Bando manuscrito sobre doble folio, para despacho de oficio de 4 maravedís de valor y para ser pregonado y fijado «en los sitios de costumbre» dice así.

«Don Fermín Diez Abogado de los Rea les Consejos, Corregidos, Justicia Mayor y Capitán de Guerra de esta Ciudad, su Tierra, Jurisdicción y Partido. El Rey Nuestro Señor Fernando Séptimo, que Dios guarde, por su Real Cédula expedida en Palacio a 11 de diciembre del año próximo pasado, se ha dignado Confirmar a la Ciudad de Ciudad Real el Antiguo privilegio que tenía para celebrar un Mercado Franco en el sábado de cada semana en cuya consegüencia (sic) el YM. Ayuntamiento de la misma acordó en este día manifestarlo de el público por medio del presente Bando que de verá enseguida servir de edicto y figure en los sitios de costumbre, señalado para el ejercicio de esta Real Gracia el próximo sábado 15 de los corrientes, y la calle que desde la Puerta de Alarcos sigue vía recta por la Plaza hasta la de Toledo, y por espacio de todo el día».

Ciudad Real 12 de marzo de 1817 = Fermín Die z = Por acuerdo de la Ciudad: Manuel Dávila y Muñoz.

En virtud de este Bando, pregonado y fijado en los lugares de costumbre, la ciudad queda enterada del citado Privilegio, que gozaba desde los tiempos del reinado de Alfonso X I. En efecto, en un libro encuadernado de 22 x 32 cm. Compuesto de 31 folios manuscritos, aparece el texto completo de la normativa del Privilegio, actualizado, otorgado y firmado por Frenando VII. (Documento n°424/G aja n° 16).

 

Imagen Centro de Estudios de Castilla-La Mancha


El libro ricamente decorado con orlas en oro, plata y otros numerosos colores co­mienza diciendo: «Por cédula del Señor Rey. Don Fernando VII, que Dios guarde, de once de diciembre de mil ochocientos diez y seis (...) se confirma a la Ciudad de Ciudad Real el Privilegio que goza de Mercado Franco los sábados de cada semana & c.; siendo su apoderado D. José Antonio Sanz (...) doy la presente en Madrid a veinte de enero de mil ochocientos diez y siete. =Manuel Joaquín Marina».

Más adelante, y siempre observando una cuidada y elegante caligrafía dice: «El Privilegio fue concedido por la Majestad del Señor Alfonso Un décimo, p ara celebrar un mercado franco todos los martes de cada semana, cuyo mercado luego se trasladó por el rey Don Felipe Quarto a los sábados en 1623 insertando la primera concesión y confirmaciones de los señores Reyes Católicos, Don Fernando y Doña Isabel, Don Felipe y Doña Juana. = Fue acordado que debía dar esta cédula por la cual es manifiesto (...)= Juan Ignacio Ayestarán».

Hay un dato curioso en los Libros de la Escribanía mayor de Rentas de S.M ., por la cual quedaba asentada la obligación de Juan Forcallo Carrillo en nombre de la ciudad de  Ciudad Real, «que si la constitución del mercado que se le concedía fuese perjudicial, se pueda quitar sin que por ello pudiera pedir otra merced»

Vemos también en un apartado de la prerrogativa real, como el Excmo. Ayuntamiento de Ciudad Real, se compromete a la entrega de 600 ducados de vellón, por los tres últimos reinados. Algo así como actualizar los derechos de las tres anteriores cédulas del título de celebración del mercado, a 200 ducados cada uno de los respectivos reinados, -y que no debieron ser solicitados a la Corona por los diversos Ayuntamientos ciudadrealeños.




Proseguimos con el interesante contenido del Privilegio: « ...por parte de la Ciudad de Ciudad Real nos ha sido hecha relación ( a Felipe IV ) de que habiendo sido formula da y dotada por p articulares motivos del Servicio de Dios nuestro Señor y de los Señores Reyes nuestros Progenitores y teniendo en estos tiempos doce mil vecinos ha venido en tanta disminución su población y vecindad que hoy tiene poco más de mil vecinos, los más de ellos y muy pobres, y con la expulsión de los moriscos salieron de ella cinco mil personas que era las que más con tribuían a las cosas necesarias...»

Es evidente que Ciudad Real no llegó a reunir tal cantidad de vecinos en el s. XVII, como refleja el Privilegio al hacer historia del otorgamiento de mercado franco. Tan enorme montón de vecinos arrojaría un número de entre 38.000 y 45.000 habitantes, cifras a todas luces desmesurada. No obstante, se consiguió de la Hacienda real se rebajarán del precio del Encabezamiento 750 maravedís, del Servicio de Millones 250.000 y de lo Ordinario y de lo Extraordinario 180.000, con el fin de que se formase población.

En la época que Fernando VII confirma el mencionado Privilegio, Ciudad Real que acabade salir considerablemente maltrecha de la guerra de la Independencia, posee 3 boticas, 15 lonjas de Comercio, 45 tiendas de abacería, 2 pastelerías y figón, 9 tabernas, 4 tiendas de licores, 1 librería, 2 cererías, 1 puesto de pescado seco y salado, 3 puestos de suela y curtidos, 1 sombrerería, 3 confiterías, 3 posadas públicas, 4 puestos de lienzo pintado de algodón y 3 tiendas de azúcar y chocolates.

Recordaremos que, según lo expuesto en la dispensa, el primer monarca que concedió mercado franco a Ciudad Real (todavía Villarreal), para los martes, fue Alfonso XI, confirmándolo mucho después Felipe IV, que lo trasladó a los sábados, ratificándolo así Fernando VI, Carlos III y Carlos IV respectivamente. No se autorizó, en principio, como afirma algún historiador local, la celebración los sábados, sino los martes, pasando luego a los sábados. Así lo afirma categóricamente Fernando VII «... al parecer los martes lo tenía la ciudad de Toledo, y el sábado le convenía más a Ciudad Real, además de que fuera franco de alcabalas y otros derechos».



El Privilegio o prerrogativa de Felipe IV, de fecha 15 de marzo de 1623, dice «...que sea pregonado públicamente por las Plazas y mercados acostumbrados de cada una de las ciudades de estos nuestros reinos donde dicha ciudad quisiere que se pregonase por Pregonero».

¿Dónde se celebraba este mercado semanal? Tenemos constancia de antiguos mercados emplazados en el Pilar, que por los años de 1850 fue adecentada su plaza y plantan ­do árboles «para dar sombra a la feria o mercado de mulas que allí se celebraba». En esta plaza los hortelanos también exponían sus productos, que más de una vez vieron desaparecer arrastrados por las aguas torrenciales de alguna inesperada tormenta, y sumergirse por el sumidero que había junto al tristemente desaparecido «árbol gordo».

No cabe duda, la vía más transitada y posible ubicación del mercado semana, quedaría dentro del trazado más significativo de la ciudad, esto es: calle de Alarcos- plaza del Pilar plaza Mayor- calle de Toledo. Tal argumento lo basamos en el itinerario que ha de recorrer el pregonero del Privilegio de Fernando VII, en 1817. Además, la calle María Cristina se la llamó del Mercado Viejo.

En el fragmento del plano adjunto de Ciudad Real (inicios del s. XIX ), inédito hasta hoy, procedente del Archivo Histórico Militar (Madrid), vemos una porción de la muralla juntó a la puerta de Alarcos, con su traza en forma de pla­zuela, la calle de Alarcos, entonces con un entorno de ex tensos descampados, la plaza del Pilar, con su puente para salvar el canal de desagüe de la ciudad, y la prolongación de la calle de Alarcos, hoy General Aguilera, (según plano), que forma con la plaza Mayor una dilatada vía. Hasta el año de 1868 no se levante el edificio del Ayuntamiento, que dividirá en dos la plaza y la calle. Seguramente desde el primer tercio del siglo XIV aquí se celebraba el mercado semanal que concede Alfonso XI, como el otorgado a otras muchas villas « E otrosí, tenemos por bien que haya mercado en la dicha villa y que lo fagan en martes una vez a la semana francos de pagar, y que no paguen ni les sea demandado, nin levado alcabala alguna de las mercaderías e averíos que en la dicha villa e sus arrabales el dicho día compraren e vendieren...»

Desde mediado el siglo XIV, que se autoriza el mercado franco en Ciudad Real, por los problemas de repoblación, hasta esta nueva cédula de 1817, va transcurrir casi medio milenio, acudiendo a ella nuevamente para paliar la pobreza y animar el comercio de la ciudad.

 

José Golderos. La Tribuna de Ciudad Real martes 15 de agosto de 2000




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