viernes, 24 de mayo de 2024

EFEMÉRIDES HISTÓRICAS EN TORNO A NUESTRA SEÑORA DEL PRADO (I)

 



713.- Para salvarla de la invasión agarena, varios devotos cristianos, ocultan en una cueva de Velilla de Jiloca (Aragón) una imagen morena de la Virgen, que tenía el título de los "Torneos", la cual había sido venerado en la citada Velilla desde el año 430.

1013.- Según la tradición, un caballero aragonés, de nombre Ramón Floraz, cerca de la ciudad de Velilla de Jiloca, abrevó su caballo en una fuente que se situaba en un verde prado, y notando que el corcel escarbaba la tierra hasta dejar al descubierto un hoyo donde hundía una de sus patas agrandó con la daga la concavidad que daba entrada a un subterráneo, del que salía un resplandor sobrenatural, encontrándose allí una imagen de la Virgen, que estaba sentada con un niño sobre sus rodillas (la Virgen de los Torneos).

La efigie fue entregada al Rey don Sancho de Navarra. Al morir éste la heredó su hijo el que luego fue Fernando 1 de Castilla, quien la llevó consigo a. su reino. Aquella imagen recibe culto en los palacios reales a medida que los Reyes castellanos se suceden, bajo la advocación de "Ntra. Sra. de los Reyes", y, más tarde en tiempos de Alfonso VI, toma el nombre de "Virgen de las Batallas", porque este rey la lleva siempre consigo en sus empresas guerreras contra los moros.




1088.- Alfonso VI había sufrido una tremenda derrota en Zalaca, estando a punto de caer prisionero. Alguien advierte al rey conquistador de Toledo el olvido de la imagen de la Virgen, quien al darse cuenta ordena a su capellán, Marcelo Colino, que vaya en busca de la santa y la traiga hasta su campamento. Pocos días después salía de la ciudad imperial, con dirección a Córdoba, el capellán con varios servidores y fuerte escolta, pasando por Guadalerzas y castillos de Malagón y Calatrava la Vieja. El día 25 de mayo de este año de 1088, festividad de San Urbano, llegaba la comitiva real a un caserío cercano a Alarcos, al que llamaban Pozuelo Seco (hoy Ciudad Real), donde pararon a descansar a la sombra de unos árboles que había en un pequeño prado. Los habitantes de aquel lugar, al ver la caja donde iba la Virgen, llenos de curiosidad, piden al sacerdote les enseñe la Imagen. Una vez abierta la caja, quedan tan sorprendidos de la hermosura de la Virgen, que ruegan y suplican que la deje con ellos y le harían una buena ermita. El, capellán Marcelo Colino les dice que no puede acceder a sus piadosas pretensiones, ya que tiene que obedecer y cumplir las órdenes del Rey, su señor. Una vez que la comitiva del monarca hubo descansado durante algunas horas, al atardecer parten de Pozuelo Seco para proseguir el camino, llegando más tarde al castillo de Caracuel donde pasan la noche. Al amanecer el día cogen de nuevo la caja que transportaba la Virgen y ven con sorpresa que aquella no pesaba nada, y que la imagen había desaparecido. Echan marcha atrás hacía el prado donde estuvieron descansando el día anterior, y al llegar a aquel lugar ven que mucha gente rodea a la Virgen, que en lo alto de una encina se les había aparecido. Ordena el capellán a sus criados que la cojan y la metan en la caja, pero por más intentos y esfuerzos que hacen es imposible arrancarla de aquel lugar, renunciando por lo tanto a llevársela y respetando así la voluntad divina y la de aquellas gentes, que llenas de fervor religioso gritaban a grandes voces: iMilagro! iMilagro!

Los sencillos lugareños de aquel caserío le fabrican una humilde ermita, donde empieza a venerarse la imagen de la Patrona Ntra. Sra. del Prado la que antes se llamó de los Torneos, de los Reyes o de las Batallas.



1244.- A mediados de este siglo Ntra. Sra. del Prado recibe regio homenaje, al encontrarse en Pozuelo de Don Gil (hoy Ciudad Real) el Rey Fernando III el Santo, al que acompaña su esposa, la Reina doña Juana, y doña Berenguela, madre del primero. Durante aquella visita, que dura cuarenta y cinco días, aseguran que la Virgen recibe de doña Berenguela distintos ornamentos sagrados, y don Fernando le regala un manto de mucho: valor, así como una "hermosa y sonora campana" que estuvo: colocada en la antigua torre de la iglesia, la que según Ramírez de Arellano fue refundida en 1745 y en 1847, respectivamente, llegando a desaparecer con el tiempo.

1335.- El Rey Alfonso XI, el Justiciero, (dice el capítulo CXXXIV de su crónica), viene desde Sevilla a Villa Real en la Cuaresma de 1335, pernoctando en este lugar desde el jueves Santo hasta el Lunes de Pascua, donde asiste a los oficios religiosos de la iglesia mayor, visitando por lo tanto a la Patrona del Prado.

1513.- Hasta principios del siglo XVI, la imagen de la Virgen está sentada en una preciosa Silla dorada; pero a partir de entonces, la devoción mariana determina que aparezca de pie en vez de sentada, porque así puede lucir mejor las Joyas y la pueden vestir con ricos mantos, con arreglo a la usanza de aquella época. Para ello tienen que fraccionar y cortar la imagen por los pies y por delante de las rodillas.

1633.- En este año de 1633, el día 13 de marzo, celebra en Ciudad Real su primera reunión la Hermandad "Esclavitud de la Madre de Dios de la Virgen del Prado". Era ésta una refundición de otra cofradía anterior llamada de Ntra. Sra. de la Pedrera, que sostenía un hospitalillo.

Empezó la cofradía de Ntra. Sra. del Prado con 29 cofrades antiguos de Ntra. Sra. de la Pedrera, que fueron aumentando rápidamente con una larga lista de sacerdotes principales, hasta llegar al número de 56.



1700.- En los últimos días de su vida, encontrándose ya muy enfermo, el Rey Carlos II "quiso morir en el seno de la cofradía de la Virgen del Prado de Ciudad Real". Dicha inscripción real consta en un antiguo manuscrito de la iglesia de Ntra. Sra. del Prado, y dice así: El Rey Nuestro Señor Carlos II (q.D.g.) se recibió por hermano de la Cofradía de Ntra. Sra. del Prado de Ciudad Real en veinte y ocho de octubre de este año de mil e setecientos, a las ocho y media de la mañana, siendo camarinero de dicha Santa Imagen el Licenciado Manuel Muñoz Doria" (Folio 64). Cuatro días después fallecía el Monarca.

1703.-Se reciben por hermanos de la cofradía de Ntra. Sra. del Prado de Ciudad Real, el 9 de septiembre del año 1703, a los Señores Reyes de España, el Rey Nuestro Señor -Felipe V- y la Reina Nuestra Señora, que Dios guarde, así como la Serenísima Princesa...".

1763.- El 28 de junio de 1763 se acuerda por el Ayuntamiento de Ciudad Real celebrar todos los años el 25 de mayo día de San Urbano, "con toda festividad y devoción la de Aparición de Ntra. Sra. del Prado su Patrona, Fundadora y Restauradora de las dos Castillas".

1780.- El 14 de septiembre de este año de 1780 la imagen de la Virgen del Prado es trasladada a la ermita de Ntra. Sra. de los Remedios, porque la torre de Santa María (hoy Catedral-Basílica) amenazaba ruina y temían por su desplome. Pero la iglesia de los Remedios era demasiado reducida para el culto, y sólo permaneció allí la Virgen apenas dos semanas, hasta el día 29 del citado mes de septiembre, fecha en que por disposición del arzobispado de Toledo fue trasladada a la parroquia de Santiago Apóstol.



1781.- Una vez desaparecido el riesgo de aplastamiento, al ser derribada la parte superior de la ruinosa torre, la imagen de la Virgen del Prado vuelve de nuevo a la iglesia de Santa María, el 14 de octubre de 1781. "Se la trajo en procesión y carro triunfal, con el Santísimo en andas...".

1866.- Llega a nuestra capital, el 9 de diciembre de 1866, la Reina doña Isabel II, acompañada de su augusto esposo, don Francisco de Asís, y de sus hijos, el Príncipe don Alfonso y la Infanta doña Isabel Francisca, pernoctando en el Instituto de Segunda Enseñanza. La familia Real visitó el templo de Santa María del Prado, cantándose un solemnísimo Te Deum. Subieron después al Camarín de la Virgen, donde estuvieron orando largo tiempo.

La Hermandad de Ntra. Sra. del Prado ofreció a la Reina Isabel II un diploma con el título de Hermana Mayor a perpetuidad, para así y sus sucesores.

Por su parte la Soberana correspondió a tales atenciones y agasajos entregando un donativo “de cuatro mil duros” con destino a los conventos de religiosas y establecimientos de beneficencia...".

 

Francisco Pérez Limón. Diario “Lanza”, 14 de agosto de 1990. Extra Feria de Ciudad Real

 


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