domingo, 30 de junio de 2024

DON EMILIO BERNABEU, CRONISTA Y MUCHAS COSAS MAS

 

Desaparecida casa de don Emilio Bernabeu en la calle Toledo esquina con la entonces Plaza de José Antonio



¡Qué «salao» era don Emilio! Cuando profesor auxiliar de Letras en el instituto de Ciudad Real, me dio muchas clases de Geografía, de Historia y hasta de Filosofía y Rudimentos de Derecho. Fui alumno suyo y puedo aseguraros que con Bernabéu lo pasábamos estupendamente. Era muy ameno en las explicaciones, ocurrente en sus comentarios cuando nos pasaba lista, porque nos conocía a todos y también a nuestros padres, y muy benévolo a la hora de calificar. ¡Un encanto de Profesor! ¿Que no aprendíamos demasiado? Eso ¡vamos a dejarlo!  Yo recuerdo más ciertas frases del buenazo de don Emilio que las doctas tabarras de otros ilustres catedráticos. ¡Y no vale señalar!

Pasaron unos años, menos de la media docena. Y mientras don Emilio había escalado los últimos peldaños de la Auxiliaría hasta llegar a la Cátedra bien ganada en un disputado concurso de méritos, yo había concluido mi carrerita de Filosofía y Letras en su sección de Historia. Don Emilio Bernabéu, después de una breve estancia en el Instituto de Cabra, conseguía al fin su traslado al de Ciudad Real. Y yo estuve cinco años «auxiliando» a Bernabéu y a Balcázar en sus clases y tribunales de exámenes.

Mucho antes, recuerdo vagamente a un don Emilio con su barba negra, siempre elegante, atildado, enjoyados sus dedos con valiosos anillos, cuando informaba en la Audiencia como abogado y formaba parte del Ayuntamiento con tenencia de alcaldía. Había fundado el semanario «Don Quijote de la Mancha», fue director de «EI Labriego» y luego continuaría su labor periodística sobre historia y arte especialmente, con expansión en verso, influido sin duda por su hermano Juan Bautista, poeta tan excelente como olvidado en «Heraldo de la Mancha», «La Tribuna» y «Vida Manchega». Ya por entonces se había rasurado la barba y se nos presentó rejuvenecido.

Había nacido don Emilio Bernabéu Novalbos en Ciudad Real este día 23 de diciembre de 1876. ¿Cuántas cosas fue don Emilio en su larga vida de casi octogenario? Ya hemos aludido a algunas: catedrático, abogado, concejal, poeta y periodista. Su mancheguismo, su simpatía y su caballerosidad con todos, altos y bajos, fueron inmensurables «Archivo viviente de la provincia» le llama Martínez Val en la sentida semblanza que le dedica como prólogo al «Inventario del Archivo del Ayuntamiento de Ciudad Real», que publicó Bernabéu bajo el patrocinio del I. de E. M. Y era verdad, porque muy contados le superaban en el conocimiento de la Historia de Ciudad Real. Por eso fue su "Cronista Oficial", título que destacamos arriba, sin olvidar, por supuesto, los de Maestro Superior, Académico correspondiente de la Real de la Historia, vocal de la Comisión de Monumentos, director un tiempo de la Escuela de Artes y Oficios, profesor interino de la Normal del Magisterio, primer Comisario Director de la Escuela de Comercio.

¡Ah! y Gobernador civil cuando la República. Porque don Emilio, que como político había militado desde siempre en el campo liberal, al lado de Gasset y Aguilera, tuvo amistad íntima con don Cirilo del Río, que por cierto había sido alumno suyo. Y cuando don Cirilo fue ministro de Agricultura, llevó al Gobierno civil de Albacete a don Emilio Bernabéu: era la republica derechista del año 35. Pero don Emilio no calentó el sillón de Gobernador porque a los pocos meses presentó su dimisión, quizás adivinando la tormenta del 36.

Con su letra temblorosa nos escribió una dedicatoria en la que suprimimos... lo que se debe suprimir: «... le dedica este ejemplar con un fuerte abrazo su viejo amigo que sabe le quiere...». Yo le correspondía con mi cariño, con mi respeto también y ahora con este sencillo y emocionado recuerdo.

Antón de Villareal. “Efemérides Manchegas”. 23 de diciembre de 1975


Revista “Vida Manchega” 26 de junio de 1913


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