jueves, 27 de junio de 2024

EL MUSEO CON EL LEGADO DE JULIAN ALONSO SE PERDIÓ POR DESIDIA DE NUESTROS POLITICOS

 

 
La ciudadrealeña calle Estación Vía Crucis en los años cuarenta del pasado siglo XX, la casa que está marcada con una X, era la casa de D. Julián Alonso (Imagen coloreada del archivo López de la Franca)


D. Julián Alonso Rodríguez, fue un Cronista Oficial de Ciudad Real que luchó para conservar el patrimonio de nuestra ciudad, dando a conocer la historia de la misma a través del periódico “Lanza” y de muchas otras publicaciones. Tanto amó Julián Alonso a Ciudad Real, que hasta su casa en la calle Estación Vía Crucis la dejó tras su muerte, para que fuera “Museo Histórico, Artístico y Sentimental de la Provincia”.

La casa de D. Julián Alonso era una típica casa manchega, que guardaba en su interior un gran legado histórico y artístico. Entre este legado se encontraba mobiliario de varios siglos, una colección de bastones, relojes y abanicos de varios siglos de gran valor, cuadros, joyas, esculturas entre la que se encontraba el busto del Quijote de Coronado y una gran biblioteca formada por libros de texto de varios siglos, escritos suyos, periódicos, revistas y su gran colección fotográfica etnológica y patrimonial sobre Ciudad Real.

Pero una vez más, la nefasta gestión de los políticos de nuestra ciudad y provincia en temas relacionados con la conservación de nuestro patrimonio, hizo desaparecer el gran legado de Julián Alonso. Esta desaparición fue denunciada en el año 1995 en el diario “Lanza”, en un escrito que lleva por título “Las Crónicas del Alba de J.B.”, publicado el 5 de noviembre del citado año en el cual se dice lo siguiente:

Con otro buen local, casa museo más acertadamente, podíamos contar en la “city” si quien hubiera correspondido hubiera mantenido cuidado y ensalzado la casa cedida a la Diputación por Julián Alonso, padre excelso de los historiadores todos. Alonso murió sin descendencia en 1963 y cedió su casa museo de la calle Estación Víacrucis a la provincia. La desidia, el desconocimiento, la burrería, en suma, permitieron que la casa fuera saqueada por “okupas” y desocupados y acabara convirtiéndose en un solar sobre el que hace poco se construyó un nuevo y amorfo edificio. ¿Quién le puede despejar la incógnita de este caso a este viejo “Croniquero?”.


Zaguán de entrada de la Casa de D. Julián Alonso (Imagen coloreada del archivo López de la Franca)


No hay comentarios:

Publicar un comentario