El Labriego, de Ciudad Real, da cuenta del siguiente caso de locura:
Un individuo apellidado Bordallo, cobrador del arbitrio sobre puestos públicos, se ha vuelto loco de una manera tan rápida como extraña.
Acostóse el citado individuo a la hora de costumbre, sin que su familia notase en él nada extraño, cuando próximamente a medianoche empezó a dar gritos, arrojando a su esposa del lecho y tirando cama y colchones.
Asustada la mujer, por no sospechar de lo que
se trataba, rompió a llorar a verse tratada de tal brutal manera, en tanto que
el infeliz Bordallo gritaba “¡el salchichón me ha vuelto loco!”, “¡Sácalo del
bolsillo!”.
Efectivamente, en un bolsillo de la americana tenía un pedazo de salchichón, que, para su análisis químico, ha sido recogido por la autoridad competente.
Fuente: Diario de Córdoba de comercio, industria,
administración, noticias y avisos' - Año XLIII Número 11926 (24 01 1892)
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