miércoles, 31 de julio de 2024

CIUDAD REAL: LA FIESTA DE LA “PANDORGA”

 




Se ha restablecido la fiesta de la “Pandorga”, que tradicionalmente se celebraba el último día de julio, como homenaje a la Santísima Virgen del Prado, Patrona de la ciudad, cuya festividad tiene lugar el día 15 de agosto.

La “Pandorga” es un festejo sencillo, de origen campesino; en que los antiguos moradores de Ciudad Real solían ofrecer a la Virgen flores y frutos, como testimonio de su amor, todo ello salpicado de coplas y canciones de la tierra, como danzas ancestrales.

En esquema, el acto sigue siendo el mismo, si bien adaptado al ritmo de los tiempos actuales. Con las seguidillas y jotas manchegas, la ofrenda de flores naturales y de flores poéticas. Se celebra siempre en el paseo del Prado, junto a los muros de la Catedral. Y se aprovecha la ocasión para hacer la representación al pueblo de las señoritas elegidas por los diversos barrios y parroquias de la ciudad, que luego, durante las fiestas agosteñas, representaran a la capital en la batalla de flores.

Termina con una solemne Salve a la Virgen en su camarín, como preludios de los actos religiosos que a los pocos días tendrán lugar, ya que por San Lorenzo la Patrona es bajada del camarín al altar mayor quedando expuesta a la veneración popular hasta el 22 de agosto, en que, con la procesión de la octava, se terminan las fiestas.

En la “Pandorga” intervienen, además de las señoritas representantes de los barrios, los más ancianos de cada uno de los distritos, como homenaje a la tradición, que suelen contar anécdotas de sus tiempos mozos, siempre relacionadas con la fiesta que se celebra, y que rinden al mismo tiempo homenaje a la Virgen morena del Prado, aparecida milagrosamente el día de San Urbano en el lugar que hoy se alza la Catedral o Santa Iglesia Prioral de las Ordenes Militares, durante la Reconquista.

La imagen de esta Virgen acompañaba siempre a Alfonso VI en sus correrías militares. Cuando iba camino de Córdoba, echó de menos la compañía de la imagen y pidió que se la llevasen a su cuartel general. El caballero que la portaba hubo de cruzar Ciudad Real, entonces Pozuelo de Don Gil, sobre el que más tarde Alfonso X el Sabio fundara la capital de la Mancha.

Cuando el caballero, en una de sus jornadas, hizo un alto aproximadamente a quince o veinte kilómetros al sur de Ciudad Real, la imagen, milagrosamente, retrocedió y se mostró a los campesinos en un prado, que ha dado nombre al lugar sobre el que se levanta la Catedral, sede de la Virgen. Esto sucedía el 25 de mayo de 1088, festividad de San Urbano. Desde entonces, en dicha fechase hace el voto de la ciudad a Nuestra Señora del Prado, que así se llama la Patrona ciudarrealeña por las circunstancias de su aparición. 

Carlos María San Martín. A B C. Domingo 3 de agosto de 1958. Edición de la mañana




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