La Archicofradía de la Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno (Medinaceli), está celebrando erróneamente su setenta y cinco aniversario fundacional, ya que los primeros pasos para fundar la hermandad no se dieron en 1949, sino en 1951.
Este error se ha producido porque en algunas guías de Semana Santa, e incluso en el libro que escribí en el año 2001 sobre la historia de nuestra Semana Mayor recojo esa fecha, basándome en las citadas guías editadas de nuestra celebración pasional. En el año 2015, la entonces Hermana Mayor del Cristo de Medinaceli, Dª. Ascensión Paris Ruiz, me encargó escribir un libro sobre la historia de la Hermandad, entregándome para ello toda la documentación antigua que custodiaba la corporación del Martes Santo ciudarrealeño.
Una vez la documentación en mis manos,
descubrí que erróneamente y seguro por desconocimiento, se había utilizado
algunas veces como fecha de fundación de la Hermandad el año 1949, cuando en
realidad era el año 1951. Entre la documentación existente, se encuentra el
testimonio por escrito de D. José Herrera Espadas,
persona vinculada a la Hermandad y a su junta de gobierno, desde su fundación
hasta el fallecimiento del señor Herrera.
En esos testimonios escritos del señor Herrera, se dice que en el mes de julio del año 1951 visitó el establecimiento comercial de artículos religiosos “Casa Mur”, en la calle María Cristina número 5 propiedad de D. José Mur Escolá, donde se encontraban entre otros el entonces párroco de Santiago, Rvdo. Sr. D. Javier María de Castro Díaz y D. José Rabasa Pérez, propietario valenciano de unos talleres de arte religioso junto a su cuñado Antonio Royo Miralles, que había venido a Ciudad Real a entregar la imagen de Santiago Apóstol a caballo al mencionado párroco, para la remodelación del altar mayor de la Parroquia de Santiago que el padre Castro hizo ese año. Durante la conversación entre ambos y Mur, surge la idea de fundar una nueva hermandad de Semana Santa, bajo la advocación del Cristo de Medinaceli, comprometiendose el Padre Castro a acoger en su parroquia a la nueva hermandad y ofreciendo la desaparecida capilla de la Virgen de Lourdes, para que la imagen recibiera culto en ella cuando llegara a Ciudad Real. Por este motivo y en ese momento don José Mur encarga al señor Rabasa la imagen del Cristo de Medinaceli, y llegan al acuerdo que su importe seria de 6.500 pesetas.
La imagen del Cristo de Medinaceli llegó a
Ciudad Real el 8 de abril de 1952, depositándose en el establecimiento de D.
José Mur, siendo vestida en un primer momento con una túnica de penitente de la
Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, que adaptó la señorita Imperio
Sánchez. Cuando llegó la imagen se le informa al Padre Castro y se comienzan
las gestiones para llevarla a la Parroquia de Santiago y realizar su bendición,
pero el Padre Castro solicita que, para poderla llevar a su Parroquia, la nueva
hermandad tenía que hacer la entrega de un donativo mensual y que la parroquia
también recibiría lo recaudado en el cepillo que se le colocaría a la imagen. Pero
la hermandad no disponía de fondos para hacer la entrega de un donativo
mensual, por lo que rechaza la propuesta del Padre Castro y se comienza a
buscar una nueva sede canoníca. Este contratiempo hizo que la nueva hermandad
se viera paralizada, poniéndose la imagen de Jesús de Medinaceli en el
escaparate de la “Casa Mur”, mientras se buscaba un lugar de culto para la
misma, realizándose mientras tanto en el establecimiento de Mur, inscripciones
de esclavos y esclavas para constituir la nueva cofradía.
Después de recorrerse una comisión que se
creó al efecto, todos los templos históricos de la ciudad buscando sede
canoníca, en todos reciben un no por respuesta, lo que llevaría a un gran
desanimo a los fundadores de la nueva hermandad. Pero todo cambiaria tras una
conversación producida en el desaparecido Cinema Proyecciones entre don José
Herrera y el sacerdote don Felipe Lanza Rodríguez, que en aquellos años era el
encargado de la iglesia de Nuestra
Señora del Pilar. Hay que tener en cuenta que la iglesia de Nuestra Señora del
Pilar, aun no era parroquia y dependía de la Parroquia de San Pedro. Durante
esta conversación, don Felipe manifiesta que no tiene ningún inconveniente de
erigir en su iglesia a la nueva hermandad.
Una vez que D. Felipe Lanza acepta la nueva hermandad, se inician los trámites para legalizar los estatutos en el obispado, siendo aprobados estos el 22 de agosto de 1952, componiéndose un verso que relataba lo sufrido por la hermandad para su aprobación y que decía lo siguiente:
“Jesús de Medinaceli
te han negado el aposento
y en el barrio del Pilar
te han ofrecido su templo
para poderte adorar”.
Una vez aprobados los estatutos, el 29 de octubre de 1952, en unas dependencias anejas a la iglesia de Nuestra Señora del Pilar, se celebró a las 19:30 horas la primera junta general ordinaria de la cofradía, donde se constituyó la primera junta de gobierno, que quedó formada de la siguiente manera:
Hermano
Mayor:
D. José Luis Mur Sedeño.
Vice-Hermano
Mayor:
D. Manuel Díaz-Pinto Gallego.
Secretario
General:
D. Serafín Viñas Gómez.
Tesorero: D. José Casado
Castillo.
Vocales: Jefe de Propaganda: D. José Mur Escolá; Conservador de Efectos: D. Enrique González Poblete y Comisario de Fiestas y Peregrinaciones: D. José Herrera Espadas.
La imagen de Jesús Nazareno (Medinaceli)
fue llevada a la Iglesia de Nuestra Señora del Pilar, siendo bendecida el 2 de
noviembre del citado año 1952 a las 10.15 de la mañana, por un claretiano, que
en aquellos años regían la parroquia de San Pedro. El diario “Lanza”, publicaba
la siguiente crónica de la bendición el lunes 3 de noviembre: “Con extraordinaria solemnidad fue bendecida,
según habíamos anunciado, la imagen de N. P. Jesús Nazareno (Medinaceli) en la
iglesia de Nuestra Señora del Pilar, por el R. P. José Luis Aspiazu C. M. F.
El templo resultó insuficiente para contener a los numerosísimos fieles que asistieron, por lo que se ocuparon totalmente las escuelas laterales y la entrada de la iglesia.
A continuación el capellán de la iglesia y de la nueva cofradía, don Felipe Lanza, celebró una Misa de comunión y pronunció un elocuente y sentido fervorín. Recibieron el pan eucarístico varios centenares de fieles y el coro de la iglesia, dirigido por don Vicente Barba, interpretó magistralmente varios motetes y otras composiciones religiosas.
Después de la Santa Misa, se celebró el primer besapies de la imagen, que se prolongó hasta bien entrada la noche, calculándose en varios millares los fieles que desfilaron ante la venerada imagen.
El templo estaba artísticamente adornado bajo la dirección de don José Mur, quien quiso hacer verdadero alarde de sus ya conocidas cualidades artísticas.
Son especialmente de resaltar la serena belleza de la imagen de N. P. Jesús Nazareno, magníficamente enmarcada y el manto que estrenaba la imagen de la Santísima Virgen del Pilar, regalo, así como la imagen y el manto de N. P. Jesús Nazareno de don José Mur.
De mañana la banda de cornetas y tambores del Frente de Juventudes, que pertenece en su totalidad a la Centuria “Cardenal Cisneros” de la popular barriada, recorrió las calles de la ciudad con toques de diana y pasacalles.
Las autoridades e invitados asistentes fueron obsequiados con un vino de honor.
Magníficos
actos en fin, de la nueva Cofradía, que apenas comenzar su organización, cuenta
ya con más de 500 cofrades”.
A partir de la puesta al culto de la imagen de Jesús de Medinaceli, la cofradía estableció todos los primeros domingos de mes cultos en honor en su honor, que comenzaban por la mañana con la Misa de Comunión General, terminando con besapies a la imagen. Por la tarde se rezaba el Santo Rosario y se terminaba exponiendo el Santísimo.
Esta es la historia de la fundación de la Archicofradía de la Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno (Medinaceli), y su llegada a la actual Parroquia de Nuestra Señora del Pilar. Datos que di a conocer en el III Encuentro Regional de Hermandades y Cofradías de Jesús Cautivo, Rescatado y de Medinaceli, que se celebró en Ciudad Real en junio de 2016, y donde impartí una conferencia sobre la historia de la hermandad, que me encargó la Hermana Mayor y la junta de gobierno de aquel año.
Por todo lo expuesto anteriormente el
setenta y cinco aniversario de la fundación de la hermandad, si tenemos en
cuenta sus comienzos en julio de 1951, lo haría en julio de 2026; el setenta y
cinco aniversario de la imagen el 8 abril de 2027; y el setenta y cinco
aniversario de su aprobación canónica el 22 de agosto de 2027.
No hay comentarios:
Publicar un comentario