sábado, 17 de mayo de 2025

LA VIRGEN DEL PRADO YA ESTA EN SU PASO DE SALIDA CON MOTIVO DEL 425 ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN DE LA HERMANDAD

 

Fotografías Álvaro Monsalve


Esta mañana a las 8:30, se producía la apertura de las puertas de la Catedral, anunciando las campanas y el disparo de cohetes a todos los ciudarrealeños, que la imagen de la Virgen del Prado se encontraba en su paso de salida, para presidir la Novena y su procesión triunfal del próximo 25 de mayo, con motivo del 425 Aniversario de la fundación de la Hermandad.




La Virgen preside el templo sobre su paso, obra de la Casa Meneses de Madrid del año 1954, pero presenta como novedad que esta sin palio, debido a las labores de bordado que se están realizando en las bambalinas del mismo. La Virgen viste el manto regalado en 1917 en acción de gracias, por Dª.  María de la Concepción y María de la Asunción Jarava  y  Muñoz,  Manuel  y  Luis Mac-Crohon y Acedo –Rico, residentes en Madrid y emparentados con linajudas familias manchegas,  conociéndose desde entonces como manto de “los Mac-Crohon”. En un principio era un manto de procesión pero con la llegada de la actual talla de la Virgen del Prado en 1950, y de su nuevo paso procesional en 1954, el manto no se le volvió a poner a la imagen para su salida al quedársele corto. Por este motivo la Corte de Honor, con el fin de recuperar el manto para el culto, acuerda en el año 1998, cortarle la cola y hacerle los arreglos necesarios para que se convirtiera en un manto corto de camarín. En el año 2016, la entonces Corte de Honor de la Virgen del Prado, al guardar los trozos de la cola del manto que se le quitaron en su día, decidió su restauración, pasando los bordados del manto a nueva tela e incorporando a esta, los bordados conservados de la antigua cola. Estos trabajos fueron realizados en el taller de bordados de oro y seda, de D. Joaquín Salcedo de Málaga, quien pasó los bordados con pedrería a nueva tela de raso de seda natural, llevando en la parte central del mismo y posterior de la imagen de la Virgen, el anagrama mariano, volviéndose a colocar a la Virgen en el año 2017 con motivo de los actos del cincuenta aniversario de la coronación canónica de la imagen. La Virgen también ha recuperado las mangas originales del manto que aparecieron en el camarín el pasado año.

 



Las ráfagas fueron donadas en el año 1954 por el platero Benjamín L. Fernández Malagón, siendo esta misma persona quien regalaría en el año 1967 la media luna. La corona de la Virgen, del niño y el rostrillo de la Virgen son verdaderas obras de arte y fueron labradas por el platero residente en Madrid, José Puigdollers Oliver Vinader, estrenadas en 1967 con motivo de la coronación pontificia de la Virgen del Prado. La bola del mundo que lleva el niño en la mano, fue realizada por el mismo platero que las coronas en 1969, en plata sobredorada y adornada con amatistas regalada por el hermano de la Virgen del Prado Ricardo Rivera.

 



Los zapatitos del Niño Jesús son del siglo XVIII y fueron labrados por el platero de Ciudad Real Juan Rivera, que dejó grabados en ellos el lugar y fecha de realización junto con su nombre y apellido en las siguientes inscripciones: “Cd. EI. Año de 1730” y “Juan Rivera”, son de plata. En las suelas van cinceladas las armas de las casas Muñoz-Bera, porque el donante fue Álvaro Muñoz de Torres Gutiérrez de Montalvo y Muñoz, Caballero de la Orden Militar de Calatrava. Con motivo de la coronación pontificia, fueron dorados y enriquecidos por el joyero Puigdollers a expensas de Ricardo Rivera Muela, de cuyo nombre y apellido dejó constancia en los tacones de los mismos con la fecha 28-V-1967.




Entre las joyas que han sido prendidas al manto se encuentran la medalla de oro de Ciudad Real, que le fue ofrendada en 1943, y una medalla de oro donada por el Obispo-Prior, D. Juan Hervás y Benet, que le fue entregada en el Concilio Vaticano II con motivo de la proclamación de la Virgen María como Madre de la Iglesia. La Hermandad le costeó un artístico marco de plata cincelada, siendo ofrecida a la Virgen el 15 de agosto de 1965  por el señor obispo en la Plaza Mayor; y la medalla de oro de la Provincia de Ciudad Real, que perteneció al Obispo Hervás y que regaló a la Virgen tras su muerte en 1982. También se le ha colocado la medalla que en su día le regalo la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, al estar celebrando esta Hermandad su tercer aniversario fundacional.




Prendida en la parte trasera, la Virgen lleva en su manto un águila bicéfala labrada por el platero Puigdollers en 1967. Donada por la familia Alonso Rodríguez, es de plata sobredorada en oro fino con las cruces de las órdenes militares españolas en esmalte tipo “Limoges”, con corona sobredorada en oro fino, incorporando en los ojos de las águilas chatones de oro con esmeralda fina.

 








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