sábado, 25 de abril de 2015

EN LA FESTIVIDAD DE SAN MARCOS: PERALVILLO



Hoy 25 de abril es la festividad de San Marcos Evangelista, patrón de la aldea de Peralvillo, perteneciente a Miguelturra y situada en la carretera Ciudad Real-Toledo, al borde del pantano del Vicario y los ríos Bañuelos y Becea. Situada en el antiguo camino real a Toledo, esta pequeña aldea está unida a la historia de nuestra ciudad, porque en ella la Santa Hermandad Vieja de Ciudad Real tenía su lugar de ejecución.


El nombre de “Per Alviello” proviene de sus primeros pobladores, apareciendo mencionado por primera vez en 1306, como antiguo cortijo fortificado situado en terrenos baldíos de la Orden de Calatrava. Vuelve a hablarse del cortijo de Per Alviello en las crónicas del incendio y ocupación de los que fue objeto por fuerzas de Ciudad Real en 1323, y poco más tarde, en 1329, con ocasión de la devolución de Per Alviello, con todo su término, a la Orden de Calatrava, por decisión de Alfonso XI. Finalmente, hay constancia de que en 1383 este término y su cortijo, junto con las dehesas del Corralejo y de las Navas de Ucenda, con  todos sus términos, es donado al concejo de Miguelturra.


En el célebre “Tesoro de la lengua castellana”, de Sebastián de Covarrubias, se define a Peralvillo como “un pago junto a Ciudad Real, adonde la Santa Hermandad hace justicia a los delincuentes con la pena de saetas”. Las ejecuciones se realizaban en el  “cerro de las horcas”, también llamado “de los palos”, a medio kilometro más o menos de la aldea, yendo hacia el Piélago, en el que la Santa Hermandad, precursora de la actual Guardia Civil, cumplió durante siglos el triste oficio de ejecutar a los reos de graves crímenes y delitos.


Peralvillo tenía en toda la Mancha como lugar de ejecuciones. Y no sólo en la Mancha, a decir verdad, porque cuando en el Perú se produjo, en el siglo XVI, una explosión de bandolerismo que asolaba, al igual que en el Sur de España, campos y caminos, el Rey dispuso que se enviara un destacamento de la Santa Hermandad de Ciudad Real a aquel Virreinato para ayudar a fundar lo que pronto sería la Santa Hermandad de Lima. Pues bien, el lugar que se eligió para llevar a cabo las ejecuciones, era una loma junto al Camino Real que estaba situada a unas dos leguas al Norte de Lima. Y a aquel sitio se le dio el nombre, que aún conserva en nuestros días, de Peralvillo, en memoria del célebre lugar de ejecuciones allá en la Mancha, en la lejana España.


Peralvillo también aparece en el Quijote, su mención se hace en el capítulo XLI de la II Parte, cuando en el jardín del Palacio de los Duques están preparando a  Sancho para su vuelo imaginario, que el pobre Sancho piensa que será real, sobre Clavileño, el célebre caballo de madera. Mientras le aúpan sobre Clavileño y le ponen  la venda en los ojos, el pobre Sancho exclama, muerto de miedo: “¡qué mucho que tema no ande por aquí alguna región de diablos que den con nosotros en Peralvillo?”. Porque “dar en Peralvillo”, es decir, acabar los días de uno en Peralvillo, en el lenguaje de la época, equivalía a acabar pero que muy mal. 


Actualmente Peralvillo guarda una de las mayores riquezas hídricas de la región. Posee una iglesia o ermita dedicada a Santa María la Blanca, en la que también se venera a San Marcos su patrón y cuya festividad celebramos hoy. Junto a la imagen de San Marcos en la ermita se conserva la última Virgen Blanca (aunque no la imagen original) que  queda en este Campo de Calatrava en el que esta advocación mariana fue en un tiempo la más extendida. Curiosamente, sólo quedan dos vírgenes Blancas más en toda la Mancha, y éstas se encuentran en ese  Campo de Montiel  que perteneciera antaño a la Orden de Santiago.


1 comentario:

  1. En la aldea de Campomojao que pertenece a Torralba de Cva se venera una imagen de la Virgen de la Blanca que fue patrona del pueblo antes que el actual Cristo del Consuelo.

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