domingo, 25 de septiembre de 2016

VISITA DE LA REINA ISABEL II A LA CATEDRAL EN 1866, SEGÚN EL RELATO DEL LIBRO DE ACTAS DE LA HERMANDAD DE LA VIRGEN DEL PRADO


 
Fotografía realizada por J. Poujade el 9 de diciembre de 1866, día que visito Isabel II y su familia la actual catedral y camarín de la Virgen del Prado. Archivo López de la Franca

La Ilustre Hermandad de Nuestra Señora la Santísima Virgen del Prado, es una de las pocas hermandades de nuestra ciudad, que conserva los libros de actas desde su fundación hasta nuestros días. Una gran fuente de datos en torno a nuestra querida Patrona, en el que también figuran algunos hechos relevantes que ocurrieron a lo largo de los siglos en la Parroquia de Santa María del Prado, hoy S. I. P. B. Catedral.

El libro de actas número I, que se inicia en 1600 y finaliza en 1868, figuran los detalles de la visita de Isabel II y la familia real a la Catedral y camarín de la Virgen del Prado, el 9 de diciembre de 1866, y que redactó para dejar constancia el Secretario de la Hermandad, D. Perfecto Acosta, y que dice lo siguiente:

Detalles de la entrada  de S. M. la Reyna Dª Isabel  2ª y Real Familia en esta Capital el día nueve de Diciembre de mil ochocientos sesenta y seis que tienen relación con la Hermandad de Nuestra Señora del Prado.

Amaneció el día 9 de diciembre de 1866, los habitantes de Ciudad Real y millares de forasteros recorrían sus calles llenos de alborozo por que dentro de algunas horas habían de recibir en su recinto a la nieta de cien Reyes, de Nuestra excelsa Reyna Dª Isabel 2ª, de su augusto esposo y a sus escelsos hijos el Serenísimo Sr. D. Alfonso Principe de Asturias y a su A. R. la Infanta Dª. Isabel, esforzándose cada cual en hacer preparativos, de manera que el recibimiento fuera digno de las personas a quienes se dirigían tales homenajes. También los cofrades de la Hermandad de Nuestra Señora del Prado, a juzgar por sus semblantes demostraban participar de igual satisfacción, no solamente porque la Reyna de las Españas y la Real familia vinieran a visitar a la antigua ciudad de los Alfonsos y Fernandos, sino también porque la Real familia había hecho comprender de antemano el deseo de visitar en su Santo Templo, a la que es amparo y refugio de pecadores, a la Patrona de Ciudad Real y de las dos Castillas, y para decirlo de una vez a Nuestra Inmaculada  Reyna de los Angeles María Santísima del Prado.

Serían las dos de la tarde del día indicado, cuando los hermanos de esta Cofradía como sí obedecieran a un solo impulso, marchaban presurosos a la casa del Priostre para incorporarse a los demás, e ir después a la Iglesia de Nuestra Excelsa Patrona a tomar parte y a presenciar uno de los sucesos mas memorables que puedan referirse las crónicas de este pueblo desde su fundación hasta el día.

 
Isabel II fue nombrada Hermana Mayor Perpetua de la Cofradía de la Virgen del Prado, en el camarín de la Virgen el 9 de diciembre de 1866

Ya llega la hora de emprender la marcha al templo, los hermanos con la cabeza descubierta y cirios en las manos caminan en dos filas, llevando su estandarte en primer término, en el centro conduce uno en una bandeja de plata las patentes que habían de presentarse a S.S.M.M. y A.A. R. nombrándolos hermanos de la Cofradía, y para su S. M. la Reyna la de Hermana Mayor perpetua de la misma, cerrando la comitiva el Prioste con su cetro. La muchedumbre que llenaba las calles del tránsito, imitando a los hermanos se apresuraban a descubrir sus cabezas saludando con religiosa emoción la efigie de Nuestra excelsa Patrona apenas divisaban el estandarte.

La comitiva en la forma dicha llega al templo y se coloca cerca del altar mayor al lado del evangelio que se le tenía designado de antemano y allí permanece hasta que el ruido de la muchedumbre, el clamoreo de las campanas, el estruendo de los fuegos voladores y la marcha Real que tocaban las bandas de música situadas fuera de la Iglesia y que secundaba la que había preparada en el coro anunciaron que la regia comitiva había llegado, y así era en efecto. El Clero Parroquial de la Capital en unión del de toda la provincia que había venido a saludar a su Reyes, los acompañaban con la Cruz Parroquial a la cabeza, llevando bajo del palio a S.M. la Reyna hasta llegar a las gradas del presbiterio, subiendo esta con toda la Real familia a colocarse bajo el dosel que al efecto se había levantado al lado del evangelio, acto seguido el coro entono un solemne Tedeum a toda orquesta en acción de gracias al Todopoderoso por haberse designado conceder al pueblo de Ciudad Real la honra de que sus M. M. y A, A. R.R. vinieran a visitar a nuestra excelsa Patrona, concluido este, dio el preste a besar a la Real familia al SSmo. Sacramento, concluyendo el acto con las bendiciones episcopales el Excmo. Sr. Arzobispo Trajanópolis confesor de S. M. a la muchedumbre que llenaba el templo. S.M. y Real familia fueron invitada a subir al camarín de la Virgen y accediendo gustosa a ello, lo anunció así el sor. Cura párroco a la Hermandad y esta seguidamente se colocó en la escalera que conduce al camarín con hachas encendidas. S. M. y real familia acompañadas del reverendo y Excmo. Sr. Arzobispo ya citado, de todo el clero y su corte penetró en el camarín y después de adorar por largo rato a nuestra amantísima patrona con gran devoción se preparaban para marchar, cuando el citado Sor. Cura parroco presentó a S.M. la Reyna un ejemplar lujosamente encuadernado de la historia de la Virgen publicada en el año 1648 y el Sor. Gobernador Civil de la Provincia, D. Agustín Salido, lo hizo a la vez a S. A. R. el Príncipe de Asturias de un compendio de dicha historia en verso escrito por el citado Sor. Salido, cuyas ofrendas fueron acogidas por S.S. M.M. y con marcadas muestras de satisfacción = Don Santiago Julio Maldonado, Caballero de la Orden de Santiago y hermano de nuestra Cofradía hincando una rodilla en tierra presentó a S.M. la Reyna en una bandeja de plata la patente de Hermana Mayor Perpetua, y las de Hermanos para S.M. el Rey, Príncipe e Infanta, quien dirigiéndose a S.M. las siguientes palabras:

 
Junto a Isabel II y su familia viajaba el Arzobispo titular de Trajanópolis, San Antonio María Claret, fundador de los Misioneros del Corazón de María (Claretianos), que también oró ante la Virgen del Prado en su camarín. La fotografía es de la época

Señora: La Hermandad de Nuestra Señora del Prado, Patrona de esta ciudad me ha honrado eligiéndome para presentar a V.M. las patentes que acreditan a V. M. como hermana mayor perpetua; a S.M. el Rey y S.S. A.A. R.R. los S.S. S.S. Príncipe de Asturias e Infanta Dª Isabel de Hermanos. No es la vez primera que los Reyes de España han honrado esta Hermandad, presidiéndola, pues según tradición, vuestro ilustre Abuelo el Sor. Felipe 2º de gloriosa memoria acepto este mismo cargo que tuvo la Cofradía el honor de ofrecerle a su paso por esta ciudad cuando visito el antiguo convento de Calatrava. Dígnese por tanto S. M. aceptar este pequeño Don, hijo de la lealtad de nuestros corazones, y cuya admisión señora, será para mayor honra y gloria de Dios, de nuestra inmaculada patrona y su cofradía de vuestro leal y amante Pueblo de Ciudad Real, y seguramente el más humilde de sus hijos que tiene el alto honor de ofrecerlo a lo R.R. P.P. de V. M.

S.M. se dignó aceptar con vivas muestras de alegría dicho nombramiento, y lo mismo S.M. el Rey y S.S. A.A. R.R. encargando al sor. Maldonado que las patentes se las llevara a Palacio. Acto seguido D. Lorenzo Veras, Prioste de la Hermandad presentó a S. M. el cetro en señal de posesión puesto que desde aquel momento dejaba de serlo = Al bajar las escaleras del camarín se hizo notar a S.S. M.M. y A.A. R.R. un cuadro que representa la aparición de la Virgen que examinaron con mucha detención, los hermanos que se hallaban colocados en la escalera acompañaron a la regia comitiva hasta que salió a la Iglesia. S.S. Mdes y A.A. R.R. salieron del templo en la misma forma que habían penetrado en él, aclamados por la muchedumbre hasta llegar al Instituto Provincial que se les tenía preparado = La hermandad siguiendo la costumbre establecida en sus constituciones, marchó en corporación a la casa del suplente Hermano Mayor para acompañar su estandarte y llegado a dicho sitio, se constituyo en sesión extraordinaria, acordándose en 1er. lugar que se levante acta de todo lo acaecido en este día y que conste en ella los nombres de los hermanos que han concurrido a este acto, y 2º que se nombre una comisión del seno de la hermandad y asista al Besamanos que había de tener lugar, habiendo sido elegidos para esta comisión D. Lorenzo Vera, Vicehermano Mayor, D. Miguel del Forcallo, D. José Ruedas, D. José Rodero, D. Santiago Julio Maldonado, D. Antonio Vázquez, y de mi el secretario que certificó en Ciudad Real a nueve de Diciembre de mil ochocientos sesenta y seis”.

 
Hoja del libro de actas de la Cofradía, donde se relata todo lo acontecido durante la visita de Isabel II

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