martes, 19 de septiembre de 2017

NOTAS LOCALES: DERRIBO DE LA ANTIGUA CÁRCEL DE LA SANTA HERMANDAD



Esta mañana, estuve presenciando como caían a golpe de la piqueta los vestutos muros de la que fuera en tiempos la Cárcel de la Santa Hermandad.

Sabido es, que para acabar con los bandidos que robaban a los viandantes, Fernando III el Santo, creó un cuerpo de milicias armadas con ballesta, por eso se llamaban, ballesteros, con hombres reclutados de Toledo, Talavera y Villarreal.

Fue esta milicia, una especie de la Guardia Civil, que prestó un gran servicio a Castilla limpiando los caminos y los montes donde se guarnecían los salteadores.

Villarreal tenía su cárcel, esta que están demoliendo desde hace varios días, independientemente de la de la Inquisición, sita en la calle del Lirio, en la casa que hace esquina a la de la Libertad, y que en un muro de sus patios existe la preciosísima puerta árabe, ya conocida de nuestros lectores por haberse publicado en este periódico su fotografía.

¿Queda algo artístico o histórico en este antiguo edificio? Aposento por aposento, calabozo por calabozo, he recorrido hoy lo que fuera Cárcel de la Santa Hermandad y nada queda que merezca reservarse.

La portada, de construcción más reciente, (1734) es lo único que no carece de mérito y debía conservarse, pues el frontal del altar, que fue capilla, hace tiempo se quitó y está en el Museo de Ciudad Real, donde puede admirarse sus talaveranos ladrillos, perfectamente conservados.

Las puertas, me dicen, están depositadas en el Santuario de Alarcos, puestas a buen recaudo por la Excma. Corporación Municipal.

Emilio Bernabéu. Diario “Vida Manchega”, Ciudad Real, jueves 2 de abril de 1936

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