jueves, 22 de noviembre de 2018

EL ARCO Y VENTANAL DESCUBIERTOS ENRIQUECEN LA ARQUITECTURA LOCAL



El arco ojival de sillería noble y el ventanal de estilo mistilíneo polilobulado descubierto recientemente en el número 17 de la calle Real tienen un gran valor arquitectónico y enriquecen el patrimonio de la ciudad, según dijo ayer José López de la Franca, uno de los descubridores del hallazgo arqueológico. Las características del arco, construido en la planta baja a finales del siglo XIV, y las del ventanal en el primer piso, serán conocidas hoy por la Comisión de Patrimonio, en una sesión en la "que el director del Museo Provincial, Alfonso Caballero Klink informará de dichos datos técnicos y en la que se decidirá sobre el futuro de estos importantes restos.

JULIA YEBENES
Ciudad Real

La casa donde ha sido encontrado este valioso documento patrimonial, un inmueble situado en lo que fuera el barrio cristiano, es propiedad de Saturnino Pulido Donoso, peluquero jubilado y restaurador de guitarras y radios antiguas.

Se trata de un arco apuntado ojival de sillería noble, en cuyo dintel tiene un blasón muy bien conservado. "Según el estudioso López de la Franca se atribuye, por los rasgos distintivos de los escudos heráldicos hallados, a los vestigios del Palacio de Fernando de Coca, que fue Chantre de la Catedral de Coria, canónigo de Sigüenza y confesor y capellán oficial de los Reyes Católicos, e cuyos restos están enterrados  en la Capilla del Santísimo de la Iglesia de San Pedro de la capital. El escudo del arco, coincidente con el heráldico y armas de Coca según López de la Franca, es un pino de sinople en el centro y dos leones de gules empinados a su tronco y afrontados.


Sobre el ventanal descubierto, de estiló mistilíneo polilobulado, con cinco lóbulos, es de influencia mozárabe y es análogo al que hace años se descubrió en la casa del Marqués de Huétor de Santillán, actual Museo López Villaseñor. La ventana -sobre una puerta está bordeada con puntas de diamantes y en las enjutas se encuentran por separado los leones rampantes, encontrándose en el centro el pino, faltándole la columna central.

En la obra "La escultura funeraria en España" de Ricardo de Orueta, se habla del sepulcro de Coca en cuyo centro se reproduce el mismo escudo y, al parecer, es del mismo autor de la escultura del Doncel de Sigüenza. La madre del Chantre, María Alfonsa, murió el 1 de enero del 1464, mientras que el padre falleció el 6 de abril de 1472. Del hijo se desconoce la fecha en que desapareció.

Según ha podido saber LANZA, numerosos cronistas de Ciudad Real siguieron en sus estudios la pista de estás restos arqueológicos, aunque nunca dieron con ellos. Nombres como Julián Alonso, Emilio Bernabéu, Delgado Merchán, el padre Hervás y Buendía, Francisco Pérez Fernández, Antonio Ballester, Carlos López Bustos y Ramírez de Arellano dieron fe en sus escritos de la existencia de este patrimonio.

Diario “Lanza”, 5 de mayo de 1994


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