lunes, 11 de noviembre de 2019

LA PLAZA DEL HOSPICIO


La Plaza de San Francisco en los años cincuenta del pasado siglo

PARA EL Dr. JULIAN ALONSO

¿Cómo no ha de estar conforme, pero de absoluta conformidad con cuanto sostienes en tu sentido, erudito e irónico articulo “Una Plaza menos”?

He conocido en mis años mozos la iglesia de la Soledad, con su pequeño campanario y su címbalo, que repicaba alegre convocando a las mozas casaderas de nuestro lugar y a algunas viejas que también asistían, añorando pasados tiempos de la hermosa juventud, a la célebre Novena de la bella Virgen que tantos milagros hacia por aquellos barrios donde estuvo el Alcázar regio y cerca del ruinoso convento de San Francisco.

Le vi desaparecer y trasladar sus bonitos altares y retablos, con la imagen a la iglesia de San Juan de Dios, con su convento, destinado a las escuelas de Maestros y maestras y la Virgen llevaría a la parroquia de San Pedro Apóstol donde ha estado hasta la “debacle” pasada.

Conocí, ya en modernos tiempos, cuando se levantó en donde estaba la nave de la Iglesia del antiguo convento de San Francisco, el pabellón del Hospicio, que acaba de demolerse, dirigido por el arquitecto provincial don Telmo Sánchez y Octavio de Toledo, ya jubilado “de la plaza”.

El arreglo y desaparición de la Iglesia de la Soledad, como se la llamaba, creo que fue obra del Ayuntamiento que presidia don Heriberto Díaz Ubeda, así es que también hemos presenciado otro derrumbamiento de nuestro pasado.

Leía en una revista hace poco, que en Londres y en otras grandes urbes europeas, en cuanto se va a levantar o arreglar una casa los ayuntamientos prohíben nuevas construcciones, para dejar un claro por pequeño que  sea y sirva de pulmón y plaza con el ornato consiguiente.

Siendo alcalde es esta capital don Ceferino Sauco Díez, se instaló provisionalmente la Escuela de Artes y Oficios, creada por don Rafael Gasset de tan grata recordación para la Mancha, en la calle de la Mata, donde ahora está todavía y en el entretanto y con rapidez se edificaba de nueva planta el edificio que vemos sin terminar, cerca del Prado, en donde vivía el guarda de los jardines fronteros.

Nuestros Ayuntamientos siempre magnánimos y generosos en extremo, han ofrecido este edificio ya más de una vez para construir un gran hotel, a una empresa cualquiera y se ha salvado milagrosamente de perder este predio la Corporación Municipal es decir el pueblo de Ciudad Real.

¿Por qué no se aprovecha lo edificado y se alza en la Escuela de Artes y Oficios y a la par se deja libre la plaza de San Francisco o del Hospicio Provincial?

¿Verdad, querido Julián, que esto es lo más justo, práctico y equitativo?

Emilio Bernabeu. Diario “Lanza” viernes 4 de febrero de 1955

La destruida imagen por republicanos del Frente Popular en 1936 de la Virgen de la Soledad, que tenía su ermita junto al Hospicio Provincial

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