miércoles, 18 de marzo de 2020

LA VIRGEN DEL PRADO Y LA PANDEMIA DE 1918


Rostro de la antiquísima imagen de la Virgen del Prado, destruida en 1936,  a la que pidieron protección los hijos de Ciudad Real durante siglos. Archivo Lopez de la Franca.


A lo largo de los siglos, los ciudadrealeños siempre acudieron a su Patrona, Nuestra Señora del Prado, para pedir el cese de las diferentes pandemias, que a lo largo de los años asolaron Ciudad Real y España. Una de esas pandemias ocurrió hace un siglo, la mal llamada Gripe Española, también conocida como la gripe de 1918, la pandemia que llegó en plena Primera Guerra Mundial y que causó grandes estragos. Las cifras en el mundo hablan de 50 millones de fallecidos y en la provincia de Ciudad Real fueron miles, con familias enteras que murieron en días. En todo 1918 murieron en 14.664 personas y para hacerse una idea, ningún año supera esas defunciones en todo el siglo XX, ni siquiera los de la Guerra Civil, cuando los fallecidos fueron unos 13.000 cada año de guerra, según los datos que recopiló Mariano José García-Consuegra en su tesis "La epidemia de gripe española en la provincia de Ciudad Real" y en su libro "La modernización demográfica de la provincia de Ciudad Real durante el siglo XX". Los datos de García-Consuegra hablan de una tasa de mortalidad del 34,4 por ciento con esta enfermedad.

La gripe llegó a la provincia de Ciudad Real en torno a la primavera de 1918 falleciendo entre los meses de octubre y noviembre unas 2.500 personas por enfermedades respiratorias, más de la mitad del total de fallecidos, 1.825, por gripe de forma directa. Ante esta situación, los obispos españoles sacaron un comunicado conjunto, en octubre de 1918, en el que pedían la realización de rogativas en todo el territorio nacional.

Un mes después, en el mes de noviembre, la Ilustre Hermandad de la Virgen del Prado, junto a la autoridad eclesiástica y Cabildo Catedral, acordaron bajar la imagen de la Virgen de su camarín a la nave de la Catedral “cual se hizo siempre en los días grandes aflicciones y calamidades públicas, para celebrar solemnes rogativas”, tal y como informaba el diario “El Pueblo Manchego” en su número del lunes 4 de noviembre del referido año de 1918. La Virgen se bajó el domingo día 3 y el citado diario informa que “A las seis estaba invadida la espaciosa nave y a las siete ya no se podía penetrar en el templo… Vista la concurrencia de la mañana, podía presumirse para la tarde una afluencia tal que fuera incapaz de contenerse en el vasto recinto del templo, y un éxito de fe y de piedad sublimemente confortable…

A las cuatro se hallaba el espaciosísimo templo Prioral completamente invadido por el público, y puede decirse que Ciudad Real entero, postrado a los pies de su Patrona, superando miedos infundados y arrollando con el ímpetu de su fe vanas preocupaciones, entonó las preces de la Iglesia en demanda de la piedad y de la misericordia divinas, valiéndose de la mediación poderosísima de María.

El magistral, Dr. Mugueta, pronunció una plática enternecedora, emocionante, y terminada la Salve que interpretara admirablemente la capilla de música de la Prioral, la ingente multitud desfiló satisfecha y consolada.

Tributamos un aplauso entusiasta, ferviente, al pueblo todo de Ciudad Real, que sin distinción de clases, de edades, ni de sexos, acudió ayer ante el trono de la que es Madre de misericordia, consuelo de los afligidos y salud de los enfermos, demandando con fe y confianza el remedio celestial para sus males. No desoirá seguramente nuestra excelsa y venerada Patrona la Stma. Virgen del Prado, tan fervientes súplicas y su corazón compasivo no tardará en socorrernos con su amparo y protección.”

Unos días después, el viernes 8 de noviembre, la portada del “Pueblo Manchego”, publicaba la siguiente noticia que llevaba por título “EN ACCIÓN DE GRACIAS. El Pueblo y la Patrona la Virgen del Prado”:

Entre los contertulios del Circulo Artístico y muchos del Casino de Ciudad Real a los que se han adherido después numerosos vecinos de este católico vecindario ha surgido la idea de sacar procesionalmente a nuestra Excelsa Patrona la Virgen del Prado, en acción de gracias por haber comenzado a decrecer la epidemia, el mismo día que se celebraron las rogativas. 

Vista del interior de la Catedral en 1918

Haciéndose eco de tal deseo popular, un convecino nuestro ajeno a estas manifestaciones periodísticas, sintiendo el noble y ferviente impulso, nos envía las siguientes cuartillas para su inserción.

Dice así:

“Según los datos que estos últimos días se publican parece ser que la epidemia reinante ha decrecido.

En este pueblo en que el cariño y veneración a Nuestra Excelsa patrona la Virgen del Prado es muy grande y que desde que se bajó de su Camarín al centro de la Prioral, no dejamos todos sus amantes hijos de visitarla para implorar cese la epidemia, creo interpretando un sentir general, en hacer un llamamiento a las Autoridades civiles y eclesiásticas para rogarles que como agradecidos a la protección de Nuestra Patrona, podía y debía sacarse procesionalmente por el paseo de su nombre el domingo próximo.

¡Qué emocionante sería tal procesión! El pueblo en masa acudiría ferviente a acompañarla y rogarle desapareciera el azote actual. Recuerdan los antiguos que ya en otra época de calamidades, se sacó la Imagen procesionalmente, y que al siguiente día empezó a cesar la plaga de langosta que asolaba nuestros campos. ¿Podría ocurrir ahora lo mismo?

La Patrona es del pueblo y el pueblo quisiera verla procesionalmente”.

A raíz de esta propuesta, se comenzaron a recoger firmas entre la ciudadanía para la salida procesional de la Virgen, informando  el “Pueblo manchego”, en su número del 16 de noviembre que “Por el concejal D. Rafael Cueva y el juez municipal suplente D. Aurelio Bermejo, han sido entregadas hoy al señor provisor los pliegos de firmas que por ellos han sido recogidas al vecindario de Ciudad Real, solicitando sea sacada en procesión mañana por la tarde Nuestra Patrona.

Han firmado más de 1.300 vecinos”.

La salida procesional de la Virgen se dispuso para el domingo 17 de noviembre, pero como este día fue lluvioso, a las cuatro de la tarde con la nave de la Catedral llena de ciudadrealeños, con la asistencia de las autoridades eclesiásticas, civiles y militares, se rezó el Santo Rosario, se cantó la Salve y al final el Obispo-Prior, entonó la Te-Deum, suspendiéndose la salida procesional de la Virgen. Esta se celebró el martes 19 de noviembre, y según la crónica del diario “El Pueblo Manchego”, fue un día esplendido: “La capital entera con sus autoridades todas a la cabeza rindió este tributo de su amor y de su gratitud a la Reina de la misericordia. El alma popular aleteó cariñosa en torno a la sagrada Imagen y de millares de ojos fueron a besar su rostro venerando miradas ardientes de cordial cariño.

Ahora la mística paloma de nuestro amores reposará nuevamente en el áureo nido de su camarín, atenta siempre a los suspiros de sus hijos, esperando sus memoriales para despacharlos favorablemente en célica efusión de cariños maternos”.

Así es como los ciudadrealeños agradecieron hace un siglo, como habían hecho siempre sus antepasados a lo largo de la historia, la protección de la Virgen ante una de las pandemias más letales del siglo XX, rezando y sacando en procesión su bendita imagen. Esperamos todos los devotos hijos de la Virgen del Prado,  que cuando todo esto del Covid-19 pase, los que todos los días le rezamos e imploramos su protección, podamos sacar procesionalmente su imagen por las calles y plazas de Ciudad Real en Acción de Gracias, tal y como nuestros antepasados hicieron a lo largo de la historia.

La Virgen del Prado en su salida procesional del 20 de noviembre de 1918

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