Los ciudadrealeños no somos dados a
reconocer las grandes riquezas de cualquier tipo que guarda nuestra provincia.
Uno de los pueblos que atesora uno de los grandes palacios construidos en el
siglo XVI, es Viso del Marqués que tiene el Palacio del Marqués de Santa Cruz, que fue
construido a finales del siglo XVI por Álvaro de Bazán, primer marqués de Santa
Cruz de Mudela, y es uno de los pocos palacio de estilo italiano que se
conserva en España. Actualmente es la sede del Archivo General de la Marina.
Se trata de uno de los dos palacios
construidos por el marino Álvaro de Bazán, caballero de la Orden de Santiago,
capitán del Mar Océano y almirante de la Marina española. Está situado al lado
de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, y desde el año 1948 es
alquilado por parte de sus propietarios, los marqueses de Santa Cruz, a la
Armada Española, quien primero lo destinó a Museo de la Marina Española y más
tarde amplió sus funciones estableciendo también el Archivo General de la
Marina.
Fue construido entre 1564 y 1586 con
modificaciones posteriores, y se trata de un edificio de planta cuadrada y
estilo renacentista articulado en torno a un atrio renacentista con una tumba
yacente. Los muros y techos se hallan cubiertos de frescos de doble temática:
por un lado, escenas mitológicas y, por otro, batallas navales y ciudades
italianas relacionadas con la trayectoria militar del marqués y de sus
familiares. Los frescos se deben a unos pintores manieristas italianos, los
Péroli. Al verlos, Felipe II les encargaría trabajos para El Escorial y el
Alcázar de Toledo.
Para levantarlo, el marqués contrató a
un equipo de arquitectos, pintores y decoradores que trabajaron en la obra
desde 1564 hasta 1586. El diseño del edificio se debió al italiano Giovanni
Battista Castello, conocido como “El Bergamasco”, que más tarde trabajó en El
Escorial y su arquitectura está influida por la austeridad de El Escorial y el
Alcázar de Toledo, y se encuadra dentro de las relaciones armónicas
características del Renacimiento. El espacio central esta ocupado por un patio
porticado que junto con la escalera forma un conjunto típicamente manierista
entendido como estilo elegante y cortesano que desborda el marco meramente
arquitectónico. Contaba con cuatro torres que, al parecer, se derrumbaron a
consecuencia del Terremoto de Lisboa de 1755.
Las paredes están decoradas con 8.000
metros cuadrados de frescos manieristas elaborados por Cesare Arbasia, Giovanni
Batista y Francesco Peroli, y los hermanos Nicola y Francesco Castello. Todos
trabajaron para crear un espacio erigido a la mayor gloria de su dueño: por un
lado, había que exaltar sus virtudes militares, y por el otro, enaltecer su
linaje. Para lo primero, se pintaron en las paredes, las bóvedas y los techos
del palacio vistas de ciudades y de puertos, así como los baluartes y las
batallas en los que había conquistado su inmenso prestigio. A ambos lados de la
escalera se ubicaron dos estatuas en las que aparecía representado como Neptuno
(dios de los mares, con su tridente) y como Marte (dios de la guerra), y sobre
las puertas del piso superior se colocaron los fanales de popa de las naves
capitanas vencidas en las batallas, que eran los trofeos de los marinos. Para
elogiar su linaje, y siguiendo la misma tradición renacentista de representar a
hombres como dioses o semidioses de la antigüedad, se pintó a los antepasados
del marqués y a sus esposas (tuvo dos) e hijos.
Estos dos grupos de representaciones se aderezaron con trampantojos, pinturas que simulaban puertas, columnas y otros elementos decorativos y arquitectónicos; y también con motivos grutescos que incluían animales mitológicos, sabandijas y follajes. Conforme una temática muy variada que se puede interpretar como defensa del catolicismo defendido en Trento.
Las estatuas sepulcrales de Álvaro de
Bazán y su esposa María de Figueroa, son el único ejemplo de escultura
funeraria perteneciente al primer tercio del siglo XVII. Fueron ejecutados para
el convento de la Concepción de El Viso del Marqués, ubicándose a día de hoy en
el muro del Palacio más cercano a los jardines. Su creador fue Antonio de
Rivera, escultor relacionado con la corte de origen catalán. En ellas, aparecen
los marqueses en actitud de orante, arrodillados en un reclinatorio, todo ello
en mármol blanco que resalta sobre el gris de los nichos. Se advierte en ellos
cierta similitud con la elegancia y el clasicismo de los Leoni, a pesar de
cierta rigidez formal, siendo de especial relevancia la forma en la que están
ejecutadas las telas y el detalle de los vestidos.
El Palacio se puede visitar durante todo
el año de martes a viernes: de 9 a 13 y de 16 a 18 h. Sábados: de 10 a 13 y de
16 a 18 h. Domingos: de 9:30 a 14 h. En Julio y Agosto, de martes a viernes: de
9 a 14 h. Sábados, Domingos y festivos: de 10 a 14 h. Entrada: 3 euros.
Junto al palacio se encuentra la
Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, de estilo transición
gótico-renacentista, fue levantada en el siglo XV. Edificio de una nave,
descentrada respecto al presbiterio, por estar construida sobre los restos de
otra más antigua. El retablo del altar mayor está presidido por la imagen de la
Virgen del Valle, patrona de la localidad, y en unas de las paredes se
encuentra un cocodrilo disecado, que debió de ser un trofeo conseguido en
Egipto por el primer Marqués de Santa Cruz, Don Álvaro de Bazán, dejado aquí en
la parroquia como ofrenda.
Curiosidades
Hay un dicho en Viso del Marqués que
dice: “El marqués de Santa Cruz hizo un palacio en el Viso, porque pudo y
porque quiso”.
En el palacio se han rodado series de
televisión como “Cervantes” y películas como “El rey pasmado” o la película “El
Capitán Alatriste” protagonizada por Viggo Mortensen, y basada en una novela de
Arturo Pérez Reverte.
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