La Carta
Puebla es una copia notarial, que mando hacer el Concejo al escribano de Villa
Real Miguel Pérez el 7 marzo de 1264
Ciudad Real ha tenido mala suerte en el
pasado con sus políticos, ya que casi nunca se preocuparon de conservar la
ciudad que nos legaron nuestros antepasados, permitiendo que la mano
destructora del hombre demoliera sus edificios históricos, argumentando que había
que dar a la ciudad una imagen de capital y no capitaleja, como se le conocía en
muchos pueblos de la provincia, con nuevas construcciones de poco gusto de
ladrillo y cemento.
Pero no solo las autoridades consintieron
que se perdiera nuestro pasado arquitectónico y monumental, sino que también permitieron
que desapareciera nuestro pasado documental. Prueba de ello es la sustracción
del archivo municipal, de la Carta Puebla fundacional de la ahora Ciudad Real,
fechada en Burgos el 20 de febrero de 1255, carta que se conservó hasta las
primeras décadas del siglo XX.
La Carta Puebla, era el documento real,
que otorgaba entre otros privilegios, la facultad de ubicar villas y
asentamientos humanos en zonas poco habitadas. Siendo el paso previo a una
repoblación, a veces de una comarca entera. Este importante documento de la
fundación de la entonces Villa Real, sobre el caserío del Pozuelo Seco del Don
Gil, hoy Ciudad Real, sabemos que se conservó en el archivo municipal hasta la
primera década del siglo XX, ya que D. Luis Delgado Merchán en la segunda
edición de su obra: “Historia documentada de Ciudad Real, La Judería, la
Inquisición y la Santa Hermandad” publicada en 1907, hace alusión a la misma en
la página 39 cuando dice que: “Esta
escrita en pergamino ya muy deslustrado y borroso y lleva el sello real de
plomo pendiente de una cinta de color”, transcribiéndola como apéndice de
su obra.
En el año 1.962 el Instituto de Estudios
Manchegos publicó la obra de Dª Isabel
Pérez Valera, "Índice de los documentos del Archivo Municipal de Ciudad
Real. 1.255-1.899", en la que se describen quinientos documentos y se
señala la desaparición de algunos de los que aparecían en el anterior
inventario, entre ellos la original Carta Puebla. Es decir, el documento
original de nuestra Carta Puebla tuvo que desaparecer entre 1907 y 1962, sin
que nadie sepa quién pudo apropiarse de este importantísimo documento de la
historia de nuestra ciudad.
El
historiador Rafael Ramírez de Arellano
Muchas han sido las especulaciones que a
lo largo de los años se han barajado sobre la desaparición de la Carta Puebla.
D. José González Ortiz , Técnico Conservador de Museos, Archivo y Patrimonio
Municipales del Ayuntamiento de Ciudad Real, en un artículo publicado en el diario
Lanza el viernes 4 de marzo de 2005, que lleva como título: “Las Casas
Consistoriales y el archivo municipal”, nos dice lo siguiente sobre la
desaparición de este documento: “según me
confesó el que fuera alcalde de Ciudad Real (años 1953-60 y cronista oficial de
Ciudad Real), siendo ya muy mayor, Don Antonio Ballester Fernández, el original
se lo llevó el que fuera secretario civil del estado en Ciudad Real, Don Rafael
Ramírez de Arellano que murió en Toledo en el año 1922. Fue fundador de la
Academia de Bellas Artes de Toledo”. Rafael Ramírez de Arellano nació en
Córdoba el 3 de noviembre de 1854 y falleció en Toledo en 1921 no en 1922,
siendo un gran historiador y escritor que publicó numerosas obras. Fue
funcionario del estado, ocupando el cargo de Secretario del gobernador civil en
diferentes ciudades, entre ellas Ciudad Real, donde publicó varias obras históricas
sobre nuestra ciudad.
Parece ser que D. Antonio Ballester
estaba en lo cierto, ya que he descubierto en el diario el “Pueblo Manchego”,
la base de lo que hasta ahora era considerado especulación y que nadie conocía.
Este diario en la crónica que hace de la fiesta literaria que se celebró en el
ayuntamiento, el 23 de noviembre de 1921, para conmemorar el VII Aniversario del
nacimiento de Alfonso X el Sabio, reproduce las palabras
del catedrático D. José Balcázar en las cuales hace la siguiente alusión a la
Carta Puebla: “Que la obra de D. Alfonso
X no se pierda, pero yo quisiera más, yo quisiera que se reintegrase a este
Ayuntamiento el sello de cera que daba autenticidad a la Carta-Puebla y que hoy
está en poder de un ilustre arqueólogo”.
Al leer esta petición del señor Balcázar,
no podía imaginar a quien se refería, y enseguida realice mis conjeturas y
planteamientos, ya que Delgado Merchán, como ya he dicho, dice que el sello
estaba pendiente de una cinta junto a la Carta Puebla, por lo que se puede
suponer que este ilustre arqueólogo, no solo poseía el sello sino también el
original de la Carta Puebla ya que ambas piezas iban conjuntamente. Pero ¿quién
era este ilustre arqueólogo?, el diario “El Pueblo Manchego” nos resuelve este
enigma, ya que en la crónica de la sesión que celebró nuestro ayuntamiento el 22
de septiembre de 1922 , publicada al día siguiente se dice: “El Sr. Bálcazar: dice que ha tenido noticia
que la señora viuda de D. Rafael Ramírez de Arellano, está vendiendo infinidad
de objetos de arte en la capital de su residencia, entre los cuales se
encuentra el sello escudo de armas de la famosa Carta Puebla de la fundación de
Ciudad Real.
Se
toma en consideración y se acuerda la compra de dicho sello”.
En
el año 2005 se celebró el setecientos cincuenta aniversario de la fundación de
la ciudad. Se eligió como emblema de este aniversario, el sello rodado o
iluminado de la Carta Puebla (logotipo con las armas de Castilla y León)
Es decir, que D. Antonio Ballester no
andaba muy desencaminado cuando decía que la Carta Puebla desapareció con D.
Rafael Ramírez de Arellano. Mis siguientes pasos, fueron poner en conocimiento
del archivero municipal esta información, que él desconocía, y preguntarle que si
sabía de la existencia de algún documento por el cual el consistorio realizará
alguna gestión para recuperar el sello
original y por consiguiente la Carta Puebla que iba junto a él. Digo lo de la
gestión, porque este mismo diario en la misma página donde se publica la crónica
de la sesión municipal, también inserta una sección con el título “Hablando con el alcalde”, donde se dice:
“Nos comunicó se harán gestiones
necesarias para volver al archivo del municipio el sello de la Carta Puebla de
la fundación de Ciudad Real”. El archivero me dijo desconocer de la
existencia de documentación, que probara que se hicieran gestiones para
recuperar en principio el sello de la Carta Puebla, por lo que es de suponer que la ilustre señora de D. Rafael Ramírez de Arellano, vendería el sello y la
Carta Puebla y con ello uno de los documentos más importantes de nuestra
historia, sin que se sepa al día de hoy su paradero.
Entonces ¿qué Carta Puebla es la que se
conserva en el archivo municipal? Nuestra Carta Puebla es una copia notarial,
que mandó hacer el Concejo al escribano de Villa Real Miguel Pérez el 7 marzo
de 1264, que tiene la misma validez jurídica e histórica que la original. Esta
escrita sobre pergamino, material más resistente que el papel o papiro,
pudiendo soportar condiciones más duras, ya que este procede de la piel animal,
generalmente cordero. Es un documento jurídico
que otorgaba a Villa Real (Pozuelo Seco de Don Gil) una serie de privilegios.
En el centro de este texto aparece un sello rodado o iluminado (logotipo con
las armas de Castilla y León). El inicio del documento comienza con un “cristmón”
anagrama formado por
la superposición de las dos
primeras letras del nombre de Cristo en griego. Le sigue un
texto donde el rey describe sus atributos y dominios para después definir el
lugar de poblar y sus circunstancias así como los dones o privilegios para
aquellos que vinieran a fundar y poblar la villa de Villa Real.
A continuación lo confirman personajes
importantes, relevantes de la época y los reyes árabes vasallos del rey Don
Alfonso de los reinos de Granada; Murcia, Nieblas…
Esta copia de la Carta Puebla permaneció junto a la
original hasta la desaparición de la primera, ya que Delgado Merchán en su obra
ya mencionada dice que esta copia se encontraba junto a la original. Carta
puebla que fue expuesta de forma permanente
los primeros años de funcionamiento del Museo Municipal “Elisa Cendrero”,
y que abandonaría el archivo histórico local en el año 1984, para formar parte
de la exposición que se celebró en Toledo sobre Alfonso X el Sabio, con motivo
del VII Centenario de su muerte.
También hubo peligro de perder esta
copia notarial de nuestra Carta Puebla, ya que tal y como nos dice D. José González Ortiz en
su artículo anteriormente citado: “Igualmente
don Antonio Ballester Fernández (fallecido el 28 de enero de 1993) me refirió,
como la Carta Puebla estuvo a punto de ser obsequiada a Franco en su visita en
el año 1966 a Ciudad Real. Al final la idea se desestimó y se le ofreció la
Medalla de la Ciudad”. Menos mal que se decidió la segunda opción, porque si
no hoy tampoco tendríamos lo que podríamos llamar copia de la partida de bautismo
de nuestra ciudad.
Esto es todo lo que se sabe de la Carta
fundacional de Ciudad Real y su desaparición, pero no solo fue este documento
de nuestro archivo el que desapareció en el transcurso de los años ya que la
penuria económica de la posguerra y la poca importancia que se le da al
archivo, llevan al Ayuntamiento a acordar que se venda el papel inservible
existente en el Archivo Municipal y con su importe se compre una máquina de
escribir (Libro de Actas de la Comisión Municipal Permanente, 1948, marzo, 16). Lo dicho la mano destructora del hombre sobre la historia documental de nuestra ciudad.
El sello
de la Carta Puebla llegó a manos de muchos españoles en los cupones de la ONCE
del viernes 1 de julio de 2005
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