jueves, 26 de octubre de 2017

LOS RETABLOS DE LA NAVE DE LA UMBRÍA DE LA PARROQUIA DE SAN PEDRO: EL RETABLO DE NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRO



El segundo retablo que nos encontramos, es el retablo dedicado a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, icono oriental antiguo de origen desconocido.  Durante muchos años la Hermandad del Perpetuo Socorro, integrada por funcionarios del Instituto Nacional de Previsión, primera institución oficial encargada de la Seguridad Social y de la asistencia sanitaria en España que funcionó entre 1908-1978, celebraban cultos en honor a su patrona en este templo capitalino, junto al colegio de médicos y sanidad militar.

Por este motivo en los años cuarenta del pasado siglo XX se decidió realizar un retablo cerámico de la Virgen del Perpetuo Socorro para que presidiera el actual altar, encargándoselo a la fábrica del ceramista sevillano Manuel Ramos Rejano y que fue pintado por Alfonso Chaves Tejada.


El retablo cerámico  de la Virgen del Perpetuo Socorro, es una reproducción del  icono original de la Virgen y tiene unas medidas de 0,60 m X 0,80 m (aproximadamente), y nos muestra a la Madre con el Niño Jesús. El Niño observa a dos ángeles que le muestran los instrumentos de su futura pasión. Se agarra fuerte con las dos manos de su Madre Santísima quien lo sostiene en sus brazos. El cuadro nos recuerda la maternidad divina de la Virgen y su cuidado por Jesús desde su concepción hasta su muerte.

La Virgen es mostrada sólo de medio cuerpo y de pie. Viste una túnica de color rojo abrochada en el cuello y un manto azul marino que la cubre desde la cabeza. Bajo el manto apunta una cofia de color verde mar, que recoge y oculta sus cabellos. Tiene sobre la frente dos estrellas. Las coronas de oro y pedrería del Niño y de la Madre son regalos del Capítulo Vaticano para su coronación.


El Niño Jesús descansa sobre el brazo izquierdo de su Madre y se agarra con ambas manos a la mano derecha de María, buscando protección, al contemplar los instrumentos de la Pasión que le aguarda. Su figura es de cuerpo entero, vestido con túnica verde, ceñida con faja roja y de su hombro derecho cuelga un manto de color rojizo marrón. Tiene entrecruzadas las piernas y lleva los pies calzados con simples sandalias, con la peculiaridad que la del pie derecho queda suelta y colgando. Los instrumentos que presenta el Arcángel Gabriel son la cruz griega de doble travesaño y cuatro clavos. El Arcángel Miguel lleva la lanza y la esponja. Ambos arcángeles ocultan sus manos que sostienen un pomo con los símbolos de la Pasión. Los abundantes pliegues y sombreados de las vestiduras van profusamente marcados en color oro.

Las abreviaturas griegas que hay escritas sobre el icono significan 'MP-ΘΥ (Μήτηρ Θεού, Madre de Dios en idioma español, inscripción que se halla en la parte superior del cuadro); OAM (Ο Αρχάγγελος Μιχαήλ, El Arcángel Miguel, inscripción en el lado superior izquierdo); OAΓ (Ο αρχάγγελος Γαβριήλ, El Arcángel Gabriel, inscripción en el lado superior derecho); y Iς-Xς ( Ἰησοῦς Χριστός, Jesús Cristo, al lado del Jesús Niño), respectivamente.


Como he dicho anteriormente la cerámica de la Virgen del Perpetuo Socorro se colocó presidiendo el altar que actualmente ocupa, y ambos lados de este retablo cerámico se pusieron las imágenes de San Cosme y San Damián, que también tuvieron en este templo de San Pedro una hermandad que le daba culto y que se extinguió en los años setenta del pasado siglo XX y que eran los patronos del colegio de médicos, con lo que se consiguió dedicar esta altar a la sanidad y diferentes colectivos que celebraban en la Parroquia de San Pedro la festividad de sus patronos/as.

Coronando el retablo se encuentra la imagen de San Juan Bautista. Según Inocente Hervás y Buendía, en su “Diccionario, Histórico, Geográfico, Biográfico y Bibliográfico de la Provincia de Ciudad Real”, nos dice que en 1765 se erigió el retablo y efigie de San Juan Bautista en la nave de la umbría a expensas de D. Clemente Sánchez de Torres, del hábito de San Juan.


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