martes, 3 de julio de 2018

LOS HALLAZGOS ARQUEOLÓGICOS EN EL ANTIGUO CONVENTO DE LA MERCED (II)


Plato de 2.5 cm de alto, 24 cm de diámetro y 14 cm de base a torno de plasta blanca. Recipiente para la presentación de viandas, borde abierto, labio redondeado, fondo plano, ala cóncava de tramos gallonados y solero rehundido. Superficies esmaltadas en blanco con motivos decorativos en el anverso en marrón oscuro. Presenta decoración floral, geométrica y exótica. Porcelana de la Cartuja de Sevilla. Siglo XIX.

Destaca la cerámica esmaltada en blanco de pastas anaranjadas y amarillentas. Algunas piezas presentan decoración en azul cobalto con motivos vegetales o simples líneas en el borde, pero también los hay esmaltados en tonos azules, en verde claro y azul, marrón anaranjado, amarillo y verde, con dibujos vegetales y cenefas, producciones típicas de los alfares de Talavera, entre las que abundan cuencos o escudillas, fuentes, jarras, platos y tazas.

Tacitas de café de 4.5 cm de altura, 5 cm de diámetro de boca y de base. Recipientes de cuerpo troncocónico, borde recto con arranque de asa y fondo plano rehundido. Presentan superficies esmaltadas en blanco sin decoración alguna. La Cartuja de Sevilla. Siglo XIX.

Plato de 2.5 cm de altura, 24.5 cm de diámetro de boca y 15 cm de base a torno de plasta blanca. Recipiente destinado al servicio y presentación de viandas, de borde abierto y labio redondeado, fondo plano, ala cóncava de tramos gallonados y solero rehundido. Presenta superficies esmaltadas en blanco con motivos decorativos en el anverso en marrón oscuro. En el ala hay motivos florales alternando con geométricos y una escena exótica con arquitectura y paisajes orientales en el fondo. Porcelana de la Cartuja de Sevilla. Siglo XIX.

También se han encontrado piezas de vajillas procedentes de talleres de La Cartuja de Sevilla, pertenecientes a platos y tazas, decoradas en tono marrón, negro o rojo, con guirnaldas, rosas y margaritas, que enmarcan escenas campestres idílicas con arquitecturas orientales al fondo y animales. Resultan muy refinadas y exóticas, imitando a las porcelanas inglesas. Estas piezas comienzan a realizarse a mediados del siglo XIX.

Fragmentos de tacitas de café de 5 cm de alto y 5.4 cm de diámetro de boca y de fondo. Recipientes de cuerpo troncocónico, borde recto con arranque de asa y fondo cóncavo al interior y plano rehundido al exterior. Presentan superficies esmaltadas en blanco con decoración en negro, donde aparece una escena idílica con fuente escultórica, arquitecturas palaciegas y un lago con barcas y cisnes, en el interior el borde tiene restos de guirnalda. La Cartuja de Sevilla. Siglo XIX.

Fragmento de cazuela de 4.5 cm de altura y 16 cm de diámetro, de boca a torno de pasta rojiza, cocción oxidante, vidriado melado al interior y en el borde. Recipiente de borde exvasado ligeramente vuelto y labio de sección triangular. Destinado a la reparación de alimentos. Presenta restos de la acción del fuego en la cara externa de la pieza. Siglos XVII-XVIII.

La cerámica vidriada de mesa más corriente está realizada a torno con pastas rojizas y pardas, que tienen desgrasantes minerales, calcita, cuarcita y mica, de grano grueso y medio. La cocción se realiza en atmósfera oxidante y las superficies están vidriadas al interior y con chorreones al exterior, en tonos verdes, melados y marrones. Las formas más representadas son fuentes, cuencos y escudillas con marcas de atifles, redomas y jarras.

Fuente: “Un Convento, Un Instituto, Un Museo”. Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha 2005.


Jarrita de 9.5 cm de alto, 8 cm de boca y 5 cm de base. Recipiente para líquidos, de pasta rojiza y superficies esmaltadas en melado, borde exvasado con cuello marcado y labio engrosado, tiene un asa en cinta y fondo plano.

Escudilla de 5cm de alto, 13 cm de diámetro de boca y 6 cm de base. Recipiente de cuerpo semiglobular de borde ligeramente entrante, labio redondeado y fondo plano. Está esmaltado al interior y con correones al exterior en verde melado. Presenta marcas de atifle al interior y al exterior. Siglo XVII.

Fragmento de escudilla de 4 cm de alto y 22 cm de diámetro de boca. Recipiente para preparar y servir alimentos, de cuerpo semiesférico, borde ligeramente entrante con labio de sección redondeada. Está vidriada al interior en verde con correones al exterior. Siglos XVII-XVIII.

Fragmento de cazuela de 5 cm de alto y 20 cm de diámetro de boca. Recipiente de cuerpo semiglobular de borde ligeramente entrante y labio redondeado. Está esmaltado al interior y con correones al exterior en marrón melado. Presenta marcas de atifle al exterior. Siglo XVII.

Fragmento de escudilla de 4 cm de alto y 28 cm de diámetro de boca. Recipiente para preparar y presentar viandas, de cuerpo semiglobular, borde ligeramente entrante con labio de sección triangular. Está vidriada al interior en marrón  rojizo con chorreones al exterior. Siglos XVII-XVIII.

Fragmento de escudilla de 4 cm de alto y 19 cm de diámetro de boca. Recipiente destinado a la presentación de alimentos, cuerpo de tendencia a la semiesfera, borde ligeramente entrante y labio de sección redondeada. Presenta borde e interior vidriados en marrón melado. Siglos XVII-XVIII.

Escudilla de 5.5 cm de alto, 13 cm de diámetro de boca y 4 cm de fondo. Recipiente destinado al consumo de viandas, carenado, borde sencillo y vertical, fondo cóncavo al interior y plano al exterior. Está esmaltada al interior en melado y presenta una mancha de vidriado verde. Siglos XVII-XVIII.

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