Las
fotografías que acompañan esta entrada son del año 1983, año de la inauguración
del museo. En la imagen la portada del museo en el referido año
El pasado sábado, se inauguraba el Museo
Archivo-Histórico Municipal Elisa Cendrero, después de catorce años cerrado.
Realizando una visita al mismo, y más concretamente la segunda planta del mismo,
lo concerniente a la Familia Medrano-Cendrero, se puede comprobar que se
encuentra casi todo lo expuesto hasta el año 2005, aunque hay piezas que no se
han repuesto, sin saber el motivo para ello, como por ejemplo la escultura de “Negro Leyendo” que se
exponía en la sala de Artesanía y Costumbres Populares.
Muchos de los ciudadrealeños que
visitaron el museo el pasado fin de semana, echando en falta una pequeña guía
de lo expuesto en el museo y sobre todo en las vitrinas del mismo, donde no hay
ninguna indicación de lo expuesto allí y a la época a la que corresponde.
En el año 1983, el entonces Director del
Museo Archivo-Histórico Municipal Elisa Cendrero, D. José González Ortiz, que
tanto trabajo para la puesta en marcha del museo y su mantenimiento, y ausente
en el acto de la reapertura del museo al no ser invitado; publicó en el
cuaderno número 13 del Instituto de Estudios Manchegos, una guía para visitar
el museo, y sobre todo lo relacionado con la familia Medrano-Cendrero, que hoy
reproduzco.
La
antigua entrada al museo por la puerta principal del edificio
“En
la escalera de acceso a la planta superior, donde ha sido instalado el Museo,
pende del muro tres reposteros pintados por Ángel Andrade, uno de ellos con
anagramas de la familia Medrano Cendrero, y los otros dos con escudos alusivos
a estos apellidos. En los rellanos de la misma, nos llama la atención, dos
calderos de cobre para matanza y en la parte superior del techo los relieves y
molduras en yeserías, tardomodernistas que aparecen en toda la edificación,
diseños del genial Ángel Andrade.
Galerías
Tras
rebasar la puerta final de la anterior escalera, nos encontramos con fas
galerías o pasillos que circundan el patio central de luces.
En
ellas destacan un interesante retrato a pastel de doña Elisa Cendrero, pintado
por Ismael Blat (1927), seis escudos de armas familiares: “Armas de la Casa
Sánchez” y “Armas de la Casa Sierra”, pintados al oleo por E. Chacón ( 1877),
dos de “Armas de la Casa Sierra”, de pintor anónimo, otro más pequeño de “Armas
de la Casa de Sánchez”, anónimo y dos más de la casa solariega de Zaldívar con
la leyenda: “Quien en Campo venció y Rompió la cadena, alce pendón lobos y
Calderas”, anónimos.
En
la misma galería, hay igualmente dos arcones de madera de alcanfor de la Armada
española. (Sobre 1862). En la primera panoplia de armas blancas (próxima a los
anteriores escudos de armas), tenemos tres espadas del siglo XVI, un florete de
esgrima (siglos XVIII-XIX) y cinco sables de la primera mitad del siglo XIX próximo
a esta panoplia hay otra segunda con puñales y cuchillos del siglo XVII al XIX,
entre ellos una “gumía” árabe.
Una
tercera panoplia, nos exhibe tres sables mas y tres espadines, armas de la
segunda mitad del siglo XIX, procedentes de fabricas de Toledo, a excepción de
un espadín
inglés,
con empuñadura plateada y “Cachas” de nácar.
Dentro
de la serie de armas, en una cuarta panoplia, se nos muestra varias armas de
fuego: “Trabuco de chispa” (siglo XVIII), “Tercerola de chimenea” (1806) y
“Bastón-pistola” (principios del siglo XX), y colgados del muro, dos “mosquetones
de asalto” de la época de Isabel II (1862-1865).
Alternando
con las panoplias de armas, cuelgan cuatro títulos otorgados a familiares de
doria Elisa Cendrero; don Santiago Sánchez Ramos (1866) “Comendador de numero
de la Real y Distinguida Orden Americana de Isabel la Cató1ica”, y “Caballero
de la Real y Distinguida Orden de Carlos III” (1861), a don Juan Carrillo y
Melero (1883) “Comendador de numero de la Real Orden de Isabel la Católica”, y
don Francisco de Sierra y Zaldívar (1866) “Caballero de la Real Orden Americana
de Isabel la Cató1ica”, igualmente un pergamino de “Hija predilecta de Carrión
de Calatrava”, otorgado a doña Elisa Sánchez Ramos (15·3-1928).
En
las Galerías, cuelgan además de la ya citada de Ismael Blat, dos pinturas de Ángel
Andrade, un boceto del “aniversario” y una “Marina” pintada en Venecia (1888), así
coma dos trabajos de María Elisa Medrano Cendrero, “Frayle” y “Retrato de María
Jesús” y una “Marina” de pintor anónimo pintada sobre vidrio.
Vista
de una galería, en concreto la primera que nos encontramos al subir al primer
piso
En
el extremo opuesto de la galería, un magnifico arcón de madera de nogal tallado
en relieves, nos atrae la atención (primera mitad siglo XIX, barroquista), así
como una vitrina dedicada a la Orden de Calatrava, en ella hay varios
documentos impresos y manuscritos relacionados con familiares de doña Elisa y
un libro de la primera mitad del siglo XVII, a “Definiciones de las Ordenes de
Caballería” y algunos elementos del atuendo de Caballero de Calatrava. Próximo
a ella una fotografía de don Ramón Medrano y Rosales, ataviado de Caballero de
la Orden de Calatrava, así como una fotografía de boda con doña Elisa, y dos
más de sus hijas María Jesús y María Elisa. En esta zona de las galerías, se
destaca dos tapices de seda roja “afrancesa” con escudos de la a “Casa Medrano”
y la “Casa Cendrero”, y dos consolas con espejos chapadas en madera de nogal de
principios del XX.
Encima
de las mismas dos relojes de mesa con sus respectivos candelabros. Uno de ellos
en calamina patinada verde-oscuro con figura de “hombre”, y el otro rococó
dorado cubierto por campana de vidrio de la marca “Rodríguez y Cía”.
Una
tercera consola de madera de nogal y con espejo dorado, decora el extremo final
de la galería, en la zona de los “aseos”, encima de la mesa, posa otro reloj en
calamina patinada con “figura de mujer” sobre peana de mármol y a su lado dos
candelabros, no lejos de este rincón hay un segundo espejo dorado.
Dentro
del capítulo de varios, citaremos, diversas laminas policromadas del siglo XIX,
francesas de Clemet Sculp, Legrand Sculp, (L'air, le feu. etc.) y españolas de
la fábrica de J. J. Martínez-Madrid (“La niñez”, “Pablo y Virginia”, etcétera,
dos trofeos disecados “Cabeza de cierva” y a “Cabeza de jabalí”, cuatro diplomas
del siglo XIX, y tres sillas y sofá, estilo Luis XVI, dos Sillas de madera de
nogal y un sillón de nogal labrado con relieves de “piñas” (1ª mitad siglo XIX,
barroquista).
Otra
de las galerías del museo
Capilla
La
capilla situada originariamente en la planta baja, nos muestra el contexto religioso de la casa, en ella podemos destacar el altar de madera, obra de Joaquín
Coronado (1903), cuyos motivos
ornamentales, nos recuerda el gótico tardío (flamígero o isabelino). El ara, se cubre con corporales de tela y encajes bordados con hilos de plata, por
encima y en la “ornacina” que se
forma en el cuerpo central del altar, descansa una a “Dolorosa” (Principios del XX), con medallas en
su túnica a “exvotos”, así como un
Cristo de escayola patinada. En los muros se cuelgan diversas laminas y fotografías religiosas (Virgen de la Encarnación, Macarena, Virgen del Prado, Pilar, etcétera),
diplomas e indulgencias otorgados por diversas autoridades eclesiásticas (18 en
total), Cardenal Monescillo, Remigio Gandasegui y Gorrochategui, Tomas Bryan
Livermore, etcétera, representándose próximo a la parte superior del techo, el
“Vía Crucis” mediante crucecitas de madera.
Alternándose
con estos objetos sobresalen seis pinturas antiguas: “Virgen de Llanes”,
asturiana, de pintor anónimo del siglo XVII, “Inmaculada”, pintor anónimo del
siglo XIX. “Santa Genoveva”, pintor anónimo de finales del siglo XIX, a “San
Buenaventura”, pintor anónimo del siglo XIX, a “San Jerónimo” pintor anónimo
del siglo XIX (barroquismo-tenebrista), a “San Miguel”, anónima de finales del
siglo XIX, principios del XX, igualmente se destaca entre estos bienes culturales,
una pileta en porcelana de agua bendita con la imagen de la Virgen del Pilar.
Respecto
al mobiliario de esta sala, se reduce a cuatro reclinatorios, un pequeño confesionario
dos mesitas con paños bordados, descansando encima de una de ellas, una imagen
de la Virgen del Pilar en alabastro.
Vista
de la capilla
Dos
vitrinas actuales, nos exhiben diversos objetos interesantes, una de ellas
dedicada a vestimentas sacerdotales, con cinco casullas y elementos accesorios,
amitos, albas, cíngulo, paños bordados, etcétera. Las casullas de atractivos
colores, negro, rojo, blanco, malva, verde y bordadas con bellos motivos ornamentales,
estando una de ellas, pintada al oleo en su decoración, por doña Elisa
Cendrero.
La
otra con objetos variados, candelabros de plata, cáliz, patena, diversas representaciones
religiosas, (Niño de Praga, Virgen del Pilar, San José, etcétera).
Una
interesante colección de doce rosarios, confeccionados en cuentas de algarroba,
madera, marfil, nácar, vidrio de Murano (Italia) de los siglos XIX-XX. Tres pequeñas
cruces de madera con incrustaciones de nácar y cinco relicarios, uno de ellos
con reliquias de diversos santos. En la misma vitrina, se ha de destacar, una
pequeña lamina de cobre pintada al oleo, anónima copia tardía flamenca del
siglo XVIII, representando un “ECCE-HOMO” que guarda semejanza con la versión
de la Iglesia de de San Gil de Burgos y con otras versiones, coma la que
encierra la tabla central del tríptico de San José y Santa Ana de las Carmelitas.
Otra representación interesante es la que nos muestra una concha marina, con
una pequeña virgen pintada en su interior, anónima y factura de reminiscencias
góticas, aunque de época posterior.
También,
se ha de destacar una placa-medalla circular, con baño electrolítico de plata,
con una imagen del Papa Pio XII del “XXXV Congreso Eucarístico Internacional de
Barcelona, año MCMLII”. En el apartado de varios, nos llama la atención el
Misal, edición en latín de 1905, y tres oraciones igualmente en latín, montadas
en marcos de calamina plateada, una tela pintada de principios del XX, en la
“ornacina” del altar, “Sagrado Corazón” y “Virgen María”, apagavelas, dos
candelabros cuatro lamparitas de aceite (para mariposas), dos apliques
metálicos a ambos lados del altar, una lámpara de plata con cade.na pendiente del
techo, y una Bula del Papa León XIII.
Vitrinas
con objetos de culto expuestas en la capilla
Sala Comedor
Aparte
de las molduras modernistas en el techo (Diseños de Ángel Andrade), suelos de
madera y chimenea de mármol, hay que destacar la interesante colección cerámica,
formada por platos colgados del muro de la “Serie oriental”, en versión inglesa
de la 2ª mitad del siglo XIX y 1ª del XX, cuatro platos portugueses en relieve
de 1905 (de temas florales y gastronómicos), dos de reflejos metálicos de
Manises del siglo XVIII, un plato de cuerda seca, “León rampante” de Teruel,
tres de la serie “China Opaca” de la Casa Pickman de principios de siglo, uno
de la serie “Guirnaldas” de Talavera de la Reina, 2ª mitad del siglo XIX y otro
de tema cervantino de Puente del Arzobispo, 2ª mitad siglo XIX.
A
estos hay que añadir dos jarrones de la Serie “Guirnaldas” de Talavera, 2ª
mitad del siglo XIX, y dos bandejas con serigrafías y soportes de metal.
En
la vitrina situada en esta sala, se conservan vajillas en porcelana de la Casa
Piekman, serie “China opaca”, otras piezas esmaltadas (Botijo, posahuevos, bacines
de la Cartuja, y Puente del Arzobispo, y vidrios artísticos, soplados y
tallados y algunas copas de “La Granja” (Segovia) imitando vidrios venecianos
de Murano.
El
mobiliario de estilo Luis XVI, está formado par sillas, butacas, sofá, mesa y
consola, Jardinera. Encima de la mesa posa, tres fruteros de alabastro, y
próximo a la misma una “Camarera”.
En
la parte superior de la chimenea, cuelga un espejo tallado veneciano, y la chimenea,
se complementa con una “mampara” pequeña, para proteger de humos y chispas, y
soporte de bronce conatizador, badil y tenaza, así coma una “coquera” para
guardar carbones y leña, en color verde con serigrafías.
Sala
Comedor
Sala de Artesanía y Costumbres populares
Originalmente
se trataba de la cocina-despensa, separada ambas dependencias por muro y
puerta.
En
ella se conservan instrumentos agrícolas y enseres de la propia casa, algunos
ya extinguidos y otros en vías de extinción o sustitución por otros más
avanzados técnicamente, pertenecientes a la 2ª mitad del siglo XIX y principios
del XX. Entre ellos destacaremos, instrumentos agrícolas formados por
cucharones de asta de toro, labrados a punta de navaja por pastores, hocino, hachas,
hierros de marcar ganado, ganchos, moldes de quesos moldes de dulcería para
hacer “flores”. Los carros agrícolas, tienen su fiel reproducción en dos
ejemplares: un pequeño carrito y una galera, reducida de tamaño, constituyendo
parte de la juguetería de la casa, destacándose también en este apartado un
juego de “Croquet” de 1912, y muñecos de tema taurino (Cantinflas, L. M. Dominguín,
Manolete, Manolita Cindrón, sobre 1955).
Intercalados
con estos instrumentos, destacan dos calentadares de cama de utilidad mas
especifica en la ciudad, mientras en los medios rurales se utilizaban las
“Tumbillas” (Tumbillos o tumillos en Tarazona de la Mancha), típicas del área
manchega, constituidas por un armazón de madera, que alojaba un recipiente de
arcilla cocida, para brasas, sirviendo igualmente para calentar las camas.
Braseros de latón, cobre, hierro, anafe o “anafre” para calentar planchas,
atizadores, almireces de bronce, tinaja lebrillo, baño de adultos en zinc y un
pequeño y delicado “Lavabo de bebe”, decorado con serigrafías de finales del
siglo pasado.
De
los antiguos carnavales de Ciudad Real, se conserva un traje de “Arlequín”, y
en vestimenta, un traje de mujer con lentejuelas de principios de siglo.
De
la segunda mitad del siglo XIX, exhibe esta sala una escultura policromada de
“Negro leyendo” de estilo colonial, sombrillas de principios de siglo, mapas
antiguos y entre ellos uno representa a Ciudad Real medieval y su recinto
amurallado del año 1862, costurero de la misma época y una colección de cajitas
de cerillas de 1960, “Historia del vestido”, placas de guardas jurados,
devanadera, guitarra de 1895, consola de madera de nogal, etcétera, y otros
interesantes bienes culturales etnológicos.
Otra
vista de la Sala Comedor
Biblioteca.
Próxima
a la sala de artesanía, fue anteriormente una habitación dormitorio. En ella
hay una estantería actual con ediciones encuadernadas en cuero de la 1ª y 2ª
mitad del siglo XIX, y ediciones posteriores, de temas variados, religión,
literatura, etcétera, y algunos periódicos encuadernados “La Moda Elegante Ilustrada”,
“Blanco y Negro”, etcétera. En otra Vitrina se conservan libros encuadernados
en pergamino de la 1ª mitad del siglo XVII y otros del siglo XVIII, dos
ejemplares de “La Tribuna” 1912 y 1915,
con personajes de la vida política de Ciudad Real, entre ellos don José Cendrero,
Gasset, etcétera, así coma dos programas de fiestas de Ciudad Real. 1912 y
1926.
Diversas
fotografías familiares decoran esta sala; con marco cuadrado dorado a doña Encarnación
Fernández de Sierra Zaldívar y don Santiago Sánchez Ramos (Gobernador Civil de Ciudad
Real y Presidente de la Diputación Provincial). Otra fotografía con marco
dorado nos representa la “Llegada del Aviso Giralda a Sevilla, conduciendo los
restos de Colon” (19-1-1899). Dos tapices de temas holandeses decoran ambos
lados de la vitrina y el mobiliario de esta sala, se reduce a dos sillas,
estilo isabelino tardío. (Luis XVI).
Pasillo.
Este
pasillo, comunica las galerías con las anteriores salas y se decora con seis
laminas religiosas de la 2ª mitad del siglo XIX, doce dibujos a lápiz y
plumilla inspirados en laminas inglesas realizados por familiares de dona Elisa
Cendrero (sobre el año 1842). Hay un biombo chino, con motivos orientales
(modernista), dos gravados de “La Moda Elegante ilustrada” de 1863, y el
mobiliario se reduce a dos sofás, de estilo Luis XVI.
Sala
de Artesanía y Costumbres populares
SALAS DE ABANICOS
Siguiendo
el recorrido que habíamos iniciado por las galerías, y adentrándonos en “La
Capilla”, “Comedor”, Biblioteca y “Sala de artesanía”, continuamos de nuevo por
la galería en la zona de “aseos”, al fondo de la planta superior y bordeando el
patio central de luces, nos hallamos en la sala de vitrinas o de “varios”.
Sala de varios.
La
primera vitrina, exhibe una colección de porcelana de la serie “China opaca” de
la Casa Pickman. (2ª mitad del siglo XIX), siendo parte de la vajilla de la
casa.
La
segunda vitrina, conserva diversos objetos suntuarios: estribos de montar, una
de las primeras radios portátiles de pilas,
y cámara fotográfica, catalejo y brújula del siglo XIX, proyector del 1870, y
laminas de vidrio pintadas, dos costureros, uno con piezas de marfil,
plumieres, uno con instrumentos de marfil colección de monederos en plata, reloj
de bolsillo de oro y esmalte, silbato, lupa de patas, recipientes para el rape,
balanza del siglo XIX, etcétera.
La
tercera vitrina nos muestras dos vestidos de mujer de 1814, dos chisteras y bonete de abogado de la misma época, toquilla en
tela negra y cuentas de vidrio, cuello o “gorguera” de encajes y cuentas de vidrio,
dos bastones de paseo “fustas”, con remates de marfil y uno de ellos en oro,
guantes de mujer en malla y un juego de cartas de la época de Isabel II.
Sala
de varios y abanicos
Sala de varios y abanicos.
La
primera vitrina de varios nos muestra diversos objetos de interés de los que destacaremos:
símbolo de coche “Packard”, velón de cuatro cabos, joyero de carey, vaso de
vidrio con la imagen de la Virgen del Prado, sellos con anagramas familiares, álbumes
de fotos en relieve, objetos variados de escribanía en latón y plata, espejito
de la 1ª mitad del siglo XIX, bacía y jarrón de plata copa del mismo metal,
bandejas, joyero de vidrio rojo, etcétera. En una segunda vitrina, y en su
banda inferior coexistiendo con abanicos tenemos: bandeja de “laca china”, pequeños
recipientes de vidrio para perfumes, así como de latón, parte piñones y
aviva-velas del siglo XIX.
La
colección de abanicos, está contenida en esta y otra sala contigua, formada por
cuarenta y siete ejemplares de gran valor artístico.
Los
ejemplares expuestos, están realizados en marfil, carey, nácar y madera, en sus
varillajes (baraja) y la parte superior “países”, en papel, encajes, raso y
sedas pintadas, donde concentran todo su impacto ornamental, mediante temas
diversos: Florales y costumbristas, etcétera. Los ejemplares más antiguos de la
colección son del siglo XVIII, y coincidiendo este siglo con el reinado de Luis
XV, cuando el abanico tuvo su máximo esplendor, convirtiéndose en el rey de los
salones. Algunos ejemplares del siglo XVIII (finales), reducen su tamaño, la
decoraci6n se simplifica, representándose escenas del mundo griego y romano y
costumbrismo en general, siendo también en esta época (finales del XVIII),
cuando proliferan los “goyescos” con encajes y lentejuelas, existiendo varias
piezas combinadas en las vitrinas con ejemplares del siglo XIX.
Durante
la primera mitad del siglo XIX, apenas si producen modificaciones, repitiéndose
en numerosos casos, abanicos de finales del siglo XVIII, en cuanto a los
materiales utilizados (marfil, carey, nácar, madera, etcétera) y en los países,
combinándose, encajes, sedas, rasos pintadas y lentejuelas, reproduciéndose temas
decorativos variados, fundamentalmente, costumbristas.
Gabinete
Los
ejemplares de la colecci6n de la segunda mitad del Siglo XIX, son de gran
perfección, las zonas decoradas son de encajes de bruselas (en blanco y negro),
encajes y gasas con sedas pintadas, algunos ejemplares en cartón troquelado y
los ejemplares más “pobres” de papel y cartón, ribeteados ocasionalmente (un
solo ejemplar) con plumas. Los varillajes son de nácar blanca y azulado-verdosa
con irisaciones rosadas, indistintamente se siguen hacienda en marfil y otras
materias. De la segunda mitad del siglo XIX, se conservan varios ejemplares, de
los llamados “Filipinos” o “manileños”, con varillas de maderas labradas, o
madera recubierta de laca china, así como de marfil tallado en los países, se
decoran en tonos multicolores costumbrismo del mundo oriental, y un ejemplar
lleva bordado sobre raso, “pájaros e insectos”. Estos abanicos, tuvieron gran
aceptaci6n durante la eclosión modernista de 1890-1910.
A
finales del siglo pasado y principios del XX, aparte de hacerse mayor su tamaño
y utilizarse telas oscuras combinadas en ocasiones con encajes negros, el
abanico de alguna forma se populariza, yendo en detrimento de su calidad ornamental
y en los materiales utilizados. Paulatinamente, se hace más funcional, “para
dar aire”, alejándose de las obras maestras, verdaderas piezas artísticas de
los siglos pasados. De esta etapa, se conservan seis grandes abanicos llamados
popularmente “Pericones”, en telas oscuras decorados con “Golondrinas”, “flores”
y uno de ellos “Chinos con zanahorias”.
En
esta sala (sala tercera de abanicos, según el recorrido), hay dos pinturas de
Carlos Vázquez, “La Merienda” de la 2ª mitad del siglo XIX y una litografía de
1911 “El torero herido”, dedicada a don José Cendrero. Igualmente tres fotografías
dedicadas a la familia: una por don Juan de Borbón a María Jesús Medrano
Cendrero (1957) otra de don Juan de Borbón y María de las Mercedes y una tercera
de don Juan Carlos y doña Sofía (1962). (Boda real en Atenas).
En
otra fotografía, aparecen dos tías de dona Elisa, ataviadas con trajes de
amazonas. En estas dos salas de abanicos, hay algunas sillas de estilo
isabelino tardío y una mesa de laca china decorada a mano. (Modernista).
Salón
Principal de la vivienda
GABINETE.
Denominado
así, a un pequeño cuarto de transición entre el Salón Principal y Dormitorio.
En
el mismo puede observarse el mobiliario formado por sillería, sofá y mesa de
estilo isabelino tardío (Luis XVI), tapizadas de raso color rosa, un “bureau”
de madera, sobre el que descansa dos quinqués de petróleo, transformados en lámparas
eléctricas. En el muro cuelga una pintura de Carlos Vázquez (sobre 1910) titulada
"La Rubia y la Morena”, al parecer hermanas del pintor, aunque otras teorías,
se inclinan por unas cupletistas de Ciudad Real de la época. Encima de la mesa
hay una “Cigarrera” con música mediante cuerda y en el resto del cuarto, fotografías
familiares: “doña Elisa Sánchez Ramos Fernández de Sierra», con marco ovalado
dorado, “don Juan Carrillo de Albornoz Melero”, (Coronel de la Casa Marquesal
de Senda Blanca), igualmente con marco ovalado dorado, “doña Barbará Zaldívar y
Carrillo de Albornoz”. miniatura en cristal y marquito dorado, “don Francisco
Antonio Fernández de Sierra Méndez Flores” (Caballero de la orden de Calatrava
y Gobernador político y militar del campo de Calatrava, fotografía bajo Cristal
y marquito dorado, doña Emilia Fernández de Sierra Zaldívar” , marco ovalado
pequeño, “don Antonio de Arias Rodrigo Montero de Espinosa”, marco similar al
anterior, “doña Encarnación Fernández de Sierra Zaldívar”, pequeño marco dorado
metálico, don “Santiago Sánchez Ramos” (Gobernador Civil de Ciudad Real y
Presidente de la Diputación Provincial), marco idéntico al anterior. Alternando
con estas fotografías, hay una pequeña tabla pintada al oleo de la escuela
italiana del siglo XIX y de pintor anónimo, y una litografía, representando al “Sagrado
Corazón de Jesús”.
Otra
vista del salón principal de la vivienda
Dormitorio.
Se
trata de la única sala dedicada a este fin, que se conserva en la planta
superior. Habiendo sido la alcoba de dona Elisa y su esposo don Ramón.
El
mobiliario está compuesto por: cama de madera, dos armarios con espejos, dos
mesitas de noche, “coqueta”, “paje”, en
maderas de nogal, así como algunas sillas, secreter, (muebles del siglo XIX,
principios del XX).
Del
muro, cuelgan dos fotografías; doña Blanca de Arias y don José Cendrero, así
como dos fotografías de doña María Elisa y María Jesús Medrano Cendrero,
ataviadas con traje charro salmantino. Entre los objetos variados podemos
destacar también: una figura de escayola “San Bruno”, quinqué de vidrio, “Santa
Elisa”, acuarela, “Inmaculada” pintada por María Elisa Medrano Cendrero, etcétera.
SALÓN PRINCIPAL
Se
trata de una de las salas más exuberantes en su ornamentación, llamada también “Sala
de los espejos”. En la misma se puede destacar: Bargueño o arquimesa, con
labores de taracea o ataurique del siglo XIX (1ª mitad, barroquista), vitrina
estilo “Estuardo” del siglo XIX, que exhibe condecoraciones militares y una
interesante colección numismática de época ibérica, romana (alto y bajo
imperio), tardorromanas, visigodas, bizantinas, medievales y entre ellas
algunos “dirhen”, cufiforme del califato Omega de Córdoba y monedas de siglos
posteriores (1ª y 2ª Republica española, Isabel II. Amadeo de Saboya, etcétera),
consola-espejo dorado de estilo “pompeyano” del siglo XIX, con tres jarrones
ingleses de estilo oriental (modernistas, principios del siglo XX), sillerías,
butaca y sofá de estilo “Luis XVI”, mesa de nogal en cuatro cuadrantes, con
relicario encima que representa la “Estigmatización de San Francisco”, brasero
de latón, piano “B. Eslava”, dos marfiles de elefante asiático y tres espejos rococós
(modernistas) así como dos cornucopias de marcos dorados al “pan de oro”.
Tres
pinturas decoran esta estancia, una de ellas de la 1ª mitad del siglo XVII
(1650) “Dama de fuego”, pintada por C. Holt, de estilo “rubeniano”, una “Sagrada
familia”, del siglo XIX de pintor anónimo y “Niños en paisaje manchego” de Ángel
Andrade (1890).”
Portada
del diario “Lanza” el día después de la inauguración del museo. 15 de enero de
1983