jueves, 6 de febrero de 2020

LA ESCULTURA “ARES” EN LA ZONA DE ACCESO A LA ESTACIÓN A.V.E.



En la zona de acceso a la estación del A.V.E. de Ciudad Real, nos encontramos una escultura de broce del escultor Carlos García Muela, del año 1991 que lleva por título “Ares”. Su autor nació en Tetuán (Marruecos) el 25 de Noviembre de 1936,  Estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Tetuán. Sus primeras esculturas fueron ejecutadas en piedra arenisca, y poseían un carácter sobrio y tosco.


Más tarde, comenzó a ejecutarlas en hierro o en bronce, elaborando piezas más expresionistas. En 1970 dio comienzo a su serie de "Torsos", de carácter clasicista que, con diversas variaciones, ha sido una de sus constantes, mostrando unos volúmenes, de inspiración arqueológica y orgánica, que nos presentan una cara diferente de los modelos clásicos en que se inspira.


En un primer momento, aquellas sólidas anatomías poseían una expresividad especial que era fruto de la rotura y estratificación que García Muela lograba distribuyendo capas de cera que, en el momento de la fundición del bronce, se quebraban, incrementando así el efecto del paso del tiempo sobre el objeto escultórico. Pero, posteriormente, el artista procedió a acentuar el contraste con el modelo clásico mediante la confrontación de materiales. Falleció en Madrid, el 26 de enero de 2013.


En abril de 1992, se colocó en la zona de acceso a la estación del A.V.E. de Ciudad Real, como ya he mencionado la escultura “Ares”. En las representaciones clásicas de Ares, el dios griego de la guerra suele aparecer investido de coraza, casco, escudo, lanza y espada. Bien lejos, por tanto, de la desnudez con la que nos lo muestra García Muela. Desde los años setenta, este escultor nos fue acostumbrando a unos volúmenes, de raíz arqueológica y orgánica, que nos mostraban una cara bien distinta de los modelos clásicos en que se inspiraba. En un primer momento, aquellas sólidas anatomías poseían una expresividad especial que era fruto de la rotura y estratificación que García Muela lograba distribuyendo capas de cera que, en el momento de la fundición del bronce, se quebraban, acentuando así el efecto del paso del tiempo sobre el objeto escultórico. Pero, posteriormente, y este "Ares" es un buen ejemplo de ello, el artista procedió a acentuar el contraste con el modelo clásico mediante la confrontación de materiales.


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