viernes, 6 de septiembre de 2024

DE LA ANTIGUA COSTUMBRE DE ENCENDER HOGUERAS PARA FESTEJAR LA VIRGEN DE LOS REMEDIOS

 



LAS VERBENAS POPULARES: EL PELIGRO DE LAS HOGUERAS

En las calles de la Estación, de la Paz, Toledo, los Remedios y no sabemos cuántas más, es costumbre tradicional que en la noche de anteayer se enciendan hogueras, alrededor de las cuales saltan y juegan los chicos y comentan y ríen los mayores.

La leña para las hogueras de la calle o del barrio se recolecta entre el vecindario, dando unos una gavilla, otros unas astillas, los de más allá un “brazao”, quienes no puedan tanto unas ramas de jara, hasta que los chiquillos juzgan que ya hay bastante para pasar el rato hasta media noche.

El alboroto cunde en la barriada, y nadie duerme hasta que las candelas se extinguen.

Hasta aquí no está mal, pero es el caso que no faltan brutos que convierten lo que es costumbre tradicional y pacífica, motivo de regocijo y expansión, en pretexto para que la incultura y el barbarismo que llevan dentro salga al exterior.

Anteanoche, cuando la hoguera de la esquina de la calle Estación y la paz casi estaba extinguida, a unos barbarotes o inconscientes no se le ocurrió cosa mejor que aventar el rescoldo, sin pensar que el viento bien podía arrastrarlo hasta las casas vecinas prendiendo fuego en los corrales.

Algunos vecinos, que presenciaron la hazaña, nos manifiestan que el sereno del barrio dispersó a los aventadores.

¿No sería mejor, preguntan al señor alcalde desde estas columnas, que se pusiera término a la costumbre de las hogueras, siquiera se atente contra algo tan tradicional, desapareciendo de este modo un espectáculo poco culto y un gran peligro?

 

Diario El Pueblo Manchego sábado 9 de septiembre de 1916

 

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