domingo, 24 de mayo de 2015

LA ENCINA SOBRE LA QUE SE APARECIÓ LA VIRGEN DEL PRADO


 Cruz realizada con parte de la madera de la encina sobre la que se apareció la Virgen del Prado en 1088, propiedad de D. José Liberto López de la Franca

Mañana 25 de mayo, se celebra en nuestra ciudad el novecientos veintisiete aniversario de la aparición de la Virgen del Prado en el año 1088, en el prado del  entonces Pozuelo Seco de Don Gil. Según la tradición se apareció sobre una encina en forma de paloma y hasta el año 1968, parte de esa encina se conservó incrustada en el pavimento del camarín y durante siglos estuvo en la peana de la imagen de la Virgen del Prado que fue destruida en 1936.

Realizada la Coronación Canoníca de la imagen de la Virgen el 28 de mayo de 1967, después que el templo catedralicio fuera restaurado los primeros años de la década de los sesenta del pasado siglo XX y el camarín de nuestra patrona en 1967, el entonces Obispo-Prior de nuestra Diócesis, D. Juan Hervás y Benet, coincidiendo con el primer aniversario de la coronación canoníca de la imagen en 1968, dispuso que el trozo de encina que se conservaba en el camarín y que según la tradición fue donde se apareció la Virgen del Prado, se realizaran con él cruces de pequeño tamaño, haciéndose D. Juan varias cruces pectorales del mismo.

Por decisión de D. Juan, estas cruces fueron entregadas a todos los miembros del entonces Cabildo Prioral y a los miembros de la Comisión Ejecutiva de la organización de los actos de la Coronación Canoníca. D. Juan envió una carta personal a cada una de las personas que recibió esta cruz en la cual se decía lo siguiente:

Carta que envió el Obispo Hervás entregando las cruces al Cabildo Catedral y los miembros de la Comisión Ejecutiva de la Coronación de la imagen. Archivo: José Liberto López de la Franca

Al restaurar el Camarín de la Santísima Virgen del Prado en 1967, con motivo de la Coronación Pontificia de la Sagrada Imagen de nuestra Patrona, se recogió un pedazo de madera empotrado en el pavimento, que perteneció a la peana de la antigua Imagen,destruida durante la denominación marxista.

He querido hacerme una Cruz pectoral con una pequeña porción de dicha madera, para tener de este modo un recuerdo personal y entrañable de la Coronación, que toda mi vida guardaré con devoción particular.

Para dar un honroso destino del resto de la madera encontrada, he querido que se hagan pequeñas crucecitas, de las cuales me es grato ofrecerle una a Vd., que tomó parte personal y destacada en la Coronación, seguro que la recibirá con particular devoción y estima.

Con este motivo, le saluda y bendice con afecto en este primer aniversario de la coronación, su afmo. s.s. en Xto.”

Aunque don Juan en su escrito dice que esa madera perteneció a la antigua peana de la Virgen, según una piedra que había grabada en el camarín, hoy desaparecida, se afirmaba que era de la encina donde se había aparecido la imagen. Así parte de la historia de la tradición de la Virgen del Prado, que se conservó durante siglos junto a la imagen de nuestra patrona, desapareció y fue entregada a manos particulares. Una pena que no se hubiera conservado, como lo hizo durante tantos años en el camarín junto a nuestra venerada Virgen del Prado.

 El Obispo-Prior D. Juan Hervás y Benet con una de las cruces pectorales que se hizo con la encina de la Virgen. Archivo: José Liberto López de la Franca

1 comentario:

  1. Conocía el hecho, contado por una de esas 'manos particulares', según me refirió en su día.
    Únicamente puedo dar fe de lo que me dijo, y no de que fuese cierto.
    En el mismo acto, me mostró una de esas cruces de madera de encina, de pequeño tamaño, hablándome de su autenticidad.

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