martes, 23 de junio de 2020

CALLE DE LAS CAÑAS, DEDICADA A MARCOS REDONDO


Marcos Redondo Valencia nació en Pozoblanco (Córdoba) el 24 de noviembre de 1893 y murió en Barcelona el 17 de julio de 1976

La calle de las Cañas está dedicada a Marcos Redondo, un barítono español, que aunque no naciera en nuestra ciudad, vivió su juventud en ella y siempre estuvo unido a Ciudad Real, siendo gran amante de la Virgen del Prado. La Corporación municipal reunida el 14 de febrero de 1944, lo nombró hijo adoptivo de Ciudad Real, y rotuló la antigua calle de las cañas con el de Marcos Redondo, nombre que permaneció hasta el año 1982, cuando la corporación municipal presidida por Lorenzo Selas, acordó rotular de nuevo esta calle con Cañas y dedicársela a Marcos Redondo.

A lo largo de su vida Marcos Redondo mantuvo estrechos vínculos con nuestra ciudad, actuando en la misma muchas veces, y recibiendo en 1957 las insignias de Caballero de la Orden de Isabel la Católica y la “Rosa de Azafrán” de oro. Una pequeña biografía de Marcos Redondo, que nos acerca a su vida y obra es la siguiente: 

En 1944 fue nombrado hijo adoptivo de Ciudad Real

Marcos Redondo Valencia nació en Pozoblanco (Córdoba) el 24 de noviembre de 1893 y murió en Barcelona el 17 de julio de 1976.

Su madre era hija de un teniente de la Guardia Civil y su padre un guarnicionero del cual heredó la voz según confesión propia. A la edad de dos años, le sorprende la muerte de su padre de visita a sus abuelos maternos en Ciudad Real, quedándose a vivir desde entonces en nuestra ciudad. En el año 1901 pasa a formar parte como seise de la Santa Iglesia Prioral, y en el año 1912 debutó en el Teatro Circo de Ciudad Real con unas romanzas de ópera y zarzuela.

Animado por sus abuelos, quienes reconocen en él una gran voz, decide trasladarse a Madrid en 1913 con una carta de presentación para el maestro Bretón, director entonces del Conservatorio. Con la pensión de mil pesetas al año empezó sus estudios ayudándose como cantor de iglesia. Y lo hizo con tanto provecho que de una sola vez aprobó tres cursos de solfeo y cuatro de canto. Su presentación como profesional fue con la parte de Germont de LA TRAVIATA en el Gran Teatro de Madrid, cuando contada veintiséis años. El éxito obtenido le hizo viajar hasta Milán seguro de que en la cuna del canto reconocerían sus méritos. En una de las temporadas del Teatro Tívoli de Barcelona cantó PAGLIACCI, con Antonio Cortis y Mercedes Pujol. El gran barítono Titta Ruffo estaba presente en la representación y pronunció su famosa frase sobre Marcos Redondo: “Questa voce e un biglietto de prima clase per la gloria”. Otro éxito rotundo de la misma época fue una CARMEN en el Novedades de Barcelona junto a Conchita Supervia. Después de estudiar repertorio apareció ante el público italiano con LA FORZA DEL DESTINO, siendo muy bien recibido y apreciado. Este esperanzador resultado le valió un contrato para Cuba y México donde cantó LA TRAVIATA, LA FAVORITA y MADAMA BUTTERFLY. Realizó una gran temporada por los teatros italianos y en 1923 pisó por vez primera el Gran Teatro del Liceo barcelonés con MANÓN LESCAUT. Y ya en el mes de agosto de 1924 el empresario José Gisbert le propuso pasarse a la zarzuela, donde alcanzaría mayor popularidad y ganaría al año más dinero que en la ópera. De momento rechazó la propuesta; luego la meditó y al fin la aceptó. No pudo empezar mejor, pues su debut con EL DICTADOR, en el Novedades de Barcelona, constituyó un gran triunfo, y eso que tuvo que luchar con el recuerdo de Sagi-Barba que la había estrenado.


A partir de ese momento se abrió para Marcos Redondo un largo camino de triunfos que duró hasta su retirada, treinta años después. Recibía diariamente clamorosas ovaciones de un público entusiasmado, y sus retratos y caricaturas aparecían con profusión en la prensa ilustrada. Impresionó numerosos discos. Su repertorio llegó a estar constituido por cerca de cuarenta zarzuelas: de LAS GOLONDRINAS a LA ROSA DEL AZAFRÁN; de LA CANCIÓN DEL OLVIDO a LA DEL SOTO DEL PARRAL; de LA ALSACIANA a LOS CADETES DE LA REINA. Las zarzuelas que estrenó las convirtió en éxitos resonantes y la mayoría quedaron de repertorio. Ahí están para demostrarlo LA PARRANDA, KATIUSKA, LA TABERNERA DEL PUERTO, LA PÍCARA MOLINERA y EL CANTAR DEL ARRIERO, entre otras.

Como características de su voz, se señalan la extensión, el brillo, la potencia y especialmente la belleza tímbrica, que unidas a sus dotes y cualidades teatrales, hacían que representase voces barítonas de forma admirable. Otra de sus características será la gran holgura en su registro, circunstancia que hace que a veces haya actuado como tenor en algunas de las obras representadas.

Marcos Redondo ha sido la figura más destacada del teatro lírico español en la cuerda de barítono desde su presentación hasta casi su retirada, período que coincide con un relanzamiento de la zarzuela, debido en gran parte a su singular aportación. Y ello no sólo por la gran cantidad de partituras escritas especialmente para él, sino porque tales obras quedaron marcadas para siempre con la huella de sus magistrales interpretaciones.

Pocos cantantes españoles han gozado de tanta popularidad durante años como este popular barítono que con el solo anuncio de su nombre llenaba todos los teatros de España. Fue el último gran valedor de la zarzuela. Sólo le igualaba Emilio Sagi-Barba, ídolo también del público. Incluso llegaron a rivalizar cantando las mismas obras, con las inevitables comparaciones.

En el año 1957 en nuestra ciudad, recibiendo de las del entonces Obispo-Prior, D. Juan Hervás, la “Rosa de Azafrán” de   oro

Marcos Redondo batió tres récords en ópera, en zarzuela y en discos. En Palermo cantó siete noches seguidas la misma ópera; de 1924 a 1934 hizo más de trescientas funciones al año y, en discos, una sola tarde le bastó para grabar seis de dos caras.

En Madrid cantó por última vez el 31 de enero de 1957 LA PARRANDA, y en Barcelona el 6 de octubre del mismo año lo hizo con los componentes de la Agrupación Lírica que llevaba su nombre interpretando LA DOGARESA.

De ahí en adelante, lejos del teatro, se dedicó a la familia y a los sellos, pues era un apasionado filatélico. Falleció en Barcelona el 17 de julio de 1976 a los ochenta y tres años dejando un nombre glorioso y un recuerdo imborrable.

En el final del libro de memorias de Marcos Redondo, “Un hombre que se va” (Ed.: Planeta), se expresa de la siguiente manera: “Aunque pase mucho tiempo, siempre habrá, creo, un disco en el viejo desván de casa que os haga saber cómo fue mi voz. Y yo mismo quisiera estar en cuerpo y alma siempre con vosotros en el viejo desván de los recuerdos”.

Marcos Redondo fue un gran amante de la Virgen del Prado, en la fotografía lo podemos ver en la Coronación Pontificia de la misma en 1967

La extensa discografía que nos legó Marcos Redondo necesitaría “un gran desván”: fácilmente sobrepasan los quinientos títulos entre zarzuelas completas -alguna de ellas grabada hasta en tres versiones distintas- romanzas (idem.), canciones y villancicos, por lo que resulta muy difícil recogerlas todas. Sirvan éstas, como más importantes, a modo de ejemplo:

Zarzuelas completas:

Bohemios, La calesera, La canción del olvido, La corte de Faraón, Don Gil de Alcalá, Los gavilanes, La Gran Vía, Katiuska, La del manojo de rosas, Luisa Fernanda, El mal de amores, María Sol, Molinos de viento, La pícara molinera, La picarona, La rosa del azafrán. Odeón (1926-1936)
El ama, La fama del tartanero, Katiuska, Luisa Fernanda, Marina, Molinos de viento, La rosa del azafrán. Columbia-Regal (1930-1932)
Bohemios, La Dolorosa, Luisa Fernanda, Molinos de viento, La parranda, La Revoltosa, La rosa del azafrán, EMI-Regal (1953)

Fragmentos y selecciones:

El aguilón, Al dorarse las espigas, La alegría del batallón, Alma de Dios, La alsaciana, El asombro de Damasco, La bejarana, Benamor, El caballero del mar, Los cachorros, El cantante enmascarado, El cantar del arriero, Cuidado con la pintura, La Dolorosa, Las dos princesas, La dulzaina del charro, Los gavilanes, Las hijas del zebedeo, El huésped del sevillano, Jazz Band, El juramento, Kiss-Me, La del soto del parral, El maestro Campanone, La Mariblanca, La Marsellesa, Martierra, Maruxa, El pájaro azul, La Revoltosa, Romanza húngara, Ruy Blas, La tabernera del puerto, La tempestad, La tuna de Alcalá, La verbena de la Paloma, La Virgen Morena, Volodia el esquimal. Ed.: Odeón (1923-1947).

Marcos Redondo tiene una extensa discografía 

Benamor, Los cadetes de la reina, Los calabreses, La Calesera, La canción de siega, La canción del náufrago, La carmañola, Curro Vargas, El diablo en el poder, El dictador, La Dogaresa, Las golondrinas, El grumete, El guitarrico, La del soto del parral, La labradora, La linda tapada, La parranda, La picarona, Maruxa, La parranda, La pastorela, La villana, Xuanón. Columbia-Regal (1924-1942)

“El arte de Marcos Redondo”: Por una mujer, El guitarrico, El caserío, Romanza húngara, La pastorela, Alma de Dios, Don Gil de Alcalá, El canastillo de fresas, La villana. Ed.: EMI-Odeón (1953)

“Un gran cantante español”: El cantar del arriero, Los calabreses, El dictador, El niño judío, El divo, El Pájaro Azul, La linda tapada, La Dogaresa. Ed.: EMI-Odeón (1954).

En su pueblo natal de Pozoblanco, Marcos Redondo cuenta con un Museo: http://www.coralmarcosredondo.com/MU/museo.html


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