lunes, 20 de marzo de 2023

ACUERDO E ITINERARIO PARA EL VIERNES SANTO 22 DE MARZO DE 1940

 

Portada del programa de la Semana Santa de Ciudad Real de 1940


Reunidos los Hermanos Mayores, acordaron la celebración de una Procesión en la tarde del Viernes Santo, con arreglo a la siguiente organización:

En ella formarán todas las Cofradías, las que aportarán las túnicas, estandartes, gallardetes, faroles y demás atributos que poseyeren, por el siguiente orden: Niño de Jesus; Ecce-Homo; Cristo de la Caridad; Santa Espina; Dolorosa de Santiago; Oración del Huerto; Coronación de Espinas; Jesús Caído; Jesús Nazareno; Cristo del Perdón; Enclavación; Descendimiento; Cristo de la Caridad (que acompañará al Santo Sepulcro; Santo Sepulcro; Soledad y Dolorosa. Todo Hermano Mayor debe preocuparse de que ni una sola túnica deje de ser vestida.

La procesión será organizada a las seis de la tarde en la Catedral, para acompañar a las Imágenes a la Parroquia de la Merced. Una vez en dicha Parroquia, el itinerario será el siguiente: Calles de Toledo, Feria, Caballeros, Azucena, Prado, Feria, María Cristina, Plaza del Generalísimo, Carlos Vázquez, Lanza, Mata, Compás de Santo Domingo, Lirio, Plaza de Agustín Salido, Estrella, Audiencia, Calatrava, y Toledo.

 

Información recogida en el Programa de la Semana Santa de 1940, editado por la Tipografía ALPHA, en la calle Calatrava, 5 de Ciudad Real


Itinerario del Viernes Santo 22 de marzo de 1940


domingo, 19 de marzo de 2023

EL DEPORABLE ESTADO EN QUE SE ENCUENTRAN LAS COFRADÍAS DE CIUDAD REAL

 



En el Ayuntamiento se reunieron esta mañana los quince hermanos mayores de las Cofradías de Semana Santa, convocados por la Comisión de concejales nombrada por el Ayuntamiento para ver el medio de renovar las tradicionales procesiones.

Los hermanos mayores dieron cuenta del estado de sus respectivas Hermandades, que no puede ser más deplorable, ya que un solo paso ha podido salvarse de la destrucción roja. Se tomó en principio el acuerdo de que este año salgan en la procesión del Viernes Santo por la tarde las dos Cofradías que cuentan con las imágenes del Santo Sepulcro y la Dolorosa y que concurran los hermanos de las demás Cofradías a esta procesión.

El Ayuntamiento ha ofrecido a las Hermandades su ayuda económica, dentro de las disponibilidades de que dispone, a fin de que la Semana Santa de Ciudad Real adquiera en años sucesivos la importancia que tenía.

 

El Adelanto Diario político de Salamanca. Año 56 Número 17128,  9 de febrero de 1940

 


sábado, 18 de marzo de 2023

CHARLA COLOQUIO: “HISTORIA DE LA PARROQUIA DE SANTO TOMÁS DE VILLANUEVA”

 



El salón de actos de la Parroquia Santo Tomás de Villanueva, acogió ayer la conferencia pronunciada por Emilio Martín Aguirre, sobre la historia de la Parroquia, con motivo del cincuenta aniversario del templo parroquial, que se va celebrar a lo largo del presente año 2023, y que concluirá el próximo 8 de diciembre.

 



El acto fue presentado por D. Antonio Ruiz Pozo, Párroco in solidum de la Unidad de Acción Pastoral de Santo Tomás de Villanueva. Tras la presentación, tomó la palabra el conferenciante, que tras agradecer la confianza depositada por D. Antonio, comenzó su intervención recordando en el aspecto religioso, las parroquias que existían en Ciudad Real en 1960, año en el que se creó la Parroquia de Santo Tomás de Villanueva, el 16 de Junio, Festividad del Corpus Christi del citado año, por el entonces Obispo-Prior, D. Juan Hervás Benet.




Continuó su intervención recordando al primer párroco con el que contó la Parroquia, D. Ángel Vázquez González-Calero, y la gran labor que tuvo que hacer en sus inicios para poner en marcha la misma, organizar la nueva feligresía; sin contar para este menester de tan sólo con el documento de erección sin locales ni capital alguno, utilizando la iglesia de las Adoratrices, para celebrar la misa dominical.




Después habló de la primera sede con que contó la Parroquia, que fue un salón que se conseguiría gracias a las gestiones realizadas ante la Cooperativa de Viviendas de la Barriada de Pío XII y la empresa constructora Hnos. García del Castillo, que cedieron parte de un bloque de la segunda fase en construcción de esta Cooperativa, que fue inaugurado como salón parroquial el 30 de octubre de 1960 por el Obispo-Prior D. Juan Hervás, pasándose posteriormente a inaugurarse una capilla en un piso alto de la calle 28 de Marzo, nº. 3 (actual calle Sabinas) el 19 de julio de 1961, que había cedido D. Pablo García, abandonando el salón de la Cooperativa de Viviendas tras ocho meses de uso por parte de la Parroquia.

 



Prosiguió su conferencia, hablando de cómo se llegaron a conseguir los terrenos donde actualmente se levanta el centro parroquial, terrenos que fueron adquiridos a RENFE y que se encontraban en el paraje denominado también “Era Miguelón” y tenía una superficie de 4.810,75 m2 efectuándose la escritura de compra-venta a favor de la Parroquia el 20 de septiembre de 1962 por un precio de 168.376,25 ptas.




El expediente de construcción del Centro Parroquial Sto. Tomás de Villanueva de Ciudad Real, se empezó a tramitar en el año 1964, al amparo del decreto 736/32 del 5 de abril del mismo año, del Ministerio de la Vivienda. Según el enfoque que se le dio, el proyecto lo realizaría el Instituto Nacional de la Vivienda a través de la Obra Sindical del Hogar y Arquitectura. Las condiciones eran que el terreno tenía que ser donado al Instituto Nacional de la Vivienda (mientras se amortizaba lo gastado en la construcción) siendo este organismo quien construiría el Complejo Parroquial, y la Parroquia amortizaría en cuotas trimestrales lo gastado en la construcción, durante los 25 años, momento en el que pasaría a propiedad de la Parroquia.

 



Tras hablar de la salida de la Parroquia de D. Ángel y de la llegada de D. Eugenio Sánchez Vega a la misma en 1966, relató las gestiones que tuvo que realizar D. Eugenio en Madrid para conseguir que el Ministerio de la Vivienda tramitara el expediente para la construcción del complejo parroquial, consiguiéndose que esto ocurriera en 1969, encargándose el proyecto al arquitecto D. Idelfonso Prieto García-Ochoa, cuyo presupuesto de las obras ascendió a 5.890.552,64 pesetas.




A continuación habló de la colocación de la primera piedra, acto que se celebró el 22 de marzo del año 1970, festividad del Domingo de Ramos, a las 6 de la tarde, y que fue presidido por el Obispo-Prior ya citado D. Juan Hervás, y donde el señor Obispo recorrió acompañado del Clero Parroquial las obras ya comenzadas, bendiciéndolas, y a continuación bendijo la primera piedra que posteriormente habría de colocar en la cimentación, sobre la que se alzara el presbiterio de la nueva iglesia. La piedra, traída de Fuenllana, de los muros de la capilla que albergó la casa donde naciera nuestro Santo Titular, estaba horadada y en su interior se guardó el acta del acto que se celebraba, con la firma de las personalidades presentes, un ejemplar del “Lanza” del día y unas cuantas monedas de curso legal. Una vez depositado todo esto en el interior de la piedra y rezadas las oraciones de rigor, el Obispo Prior bajó a la cimentación acompañado de otras personalidades, y el párroco colocó la primera piedra de estas obras.




A partir de estos momentos se iniciaron las obras de construcción, que se deberían terminar en año y medio, pero surgieron algunas dificultades. Antes del año falleció el jefe de construcción y las obras se vieron paralizadas. Desde la paralización de las obras hasta la nueva adjudicación, se aprovechó para realizar una ampliación del proyecto en el que se incluía la instalación de la calefacción. Nuevos tramites, nuevas esperas, hasta su aprobación por el Ministerio. Una vez reanudadas las obras en 1972 se pudieron ver terminadas a finales de 1973. Para ello se eligió el 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción.




Siguió contando como se desarrolló el ato de la bendición del nuevo templo parroquial, cuando la feligresía y el clero parroquial se despidió por la mañana con gratitud y cariño de la Iglesia del Convento de las Madres Adoratrices. Al término y en procesión solemne, se trasladó el Santísimo Sacramento al Sagrario del nuevo Templo parroquial. Por la tarde, a las 6, dio comienzo el solemne rito de consagración e inauguración de la nueva “Casa de Dios” dedicada a nuestro manchego Santo Tomás de Villanueva.




Sería el Obispo-Prior D. Juan Hervás, quien revestido de pontifical, ofició y realizó los actos. Actuaron de padrinos de la ceremonia, el entonces Gobernador Civil de la provincia, D. Andrés Villalobos Beltrán, y su esposa Dª. Ester de Jesús López, tocada con la clásica mantilla, en representación del Ministro de la vivienda y señora. Hallándose presentes todas las autoridades provinciales, Presidente y Fiscal de la Audiencia, delegados de los ministerios, el Ayuntamiento en corporación presidido por el Alcalde D. Francisco Bernalte. También se hallaba presente el Alcalde de Villanueva de los Infantes, patria chica con Fuenllana del Santo Arzobispo Titular de este nuevo Templo.




Las ceremonias se iniciaron en el exterior del templo cuando el Señor Obispo bendijo y asperjó mientras el coro de la parroquia entonaba himnos, luego se hizo la solemne entrada en el recinto Sagrado que estaba abarrotado de fieles, mientras se cantaban las letanías de los Santos. Tras bendecir las imágenes del Crucificado, la Virgen y Santo Tomás que presiden el templo, se celebró la Santa Misa que el Obispo concelebró con los sacerdotes asistentes al acto. Y en diversos momentos fue procediendo a desarrollar todos los ritos del ceremonial, como la bendición del altar y del ara, en que aparte de las reliquias de dos mártires están las de Santa María Micaela, fundadora de las Adoratrices.



 

El coste total de la construcción del edificio, mobiliario y ornamentación fue de 10.000.000 de pesetas, aportando el Ministerio de la Vivienda 7.000.000 a amortizar en 25 años por la Parroquia y los otros 3.000.000 millones fueron aportados por los fieles. El Ministerio por su parte dio 5 años de carencia que fueron imprescindibles para pagar todos los gastos de mobiliario. Por este motivo hasta el año 2003 el complejo parroquial no fue propiedad de la parroquia.

Nuestro templo parroquial es de construcción moderna y funcional, y fue el más grande de los construidos en nuestra ciudad el pasado siglo XX. En su interior se pueden apreciar vidrieras que fueron realizadas por D. Manuel Martín, de Pozuelo de Alarcón (Madrid). En sus inicios, las únicas imágenes que se encontraban en el templo fueron la del crucificado  que presidia el altar, y que actualmente podemos ver a los pies del templo, y las imágenes de Santo Tomás de Villanueva y la Virgen María,  que se encuentran a ambos lados del presbiterio, obra de D. Manuel Martín.




Concluyó hablando del primer bautizo, matrimonio, entierro, comuniones y confirmaciones que hubo en el templo, de las festividades en honor a Santo Tomás de Villanueva y del Sagrado Corazón de Jesús, de los diferentes grupos parroquiales que han existido, de la llegada de las cofradías a la Parroquia, de la conmemoración del 25 Aniversario del templo y de los cambios que sufrió este con motivo de esta efeméride. También durante la conferencia, hubo un recuerdo de todos los sacerdotes que han desempeñado su labor pastoral a lo largo de los años en la Parroquia, hasta la creación en el año 2018 de la Unidad de Acción Pastoral de Santo Tomás de Villanueva.




Al término de la conferencia hubo una charla entre las personas asistentes al acto, que recordaron situaciones vividas a lo largo de estos cincuenta años con relación a la Parroquia, entregando D. Antonio Ruiz Pozo un crucificado al conferenciante, en agradecimiento por su colaboración en los actos programados con motivo de 50 Aniversario del Templo Parroquial de Santo Tomás de Villanueva.

 


viernes, 17 de marzo de 2023

CIUDAD REAL RECOBRADO: FOTOGRAFÍAS DE ESTEBAN SALAS

 



El Antiguo Casino de Ciudad Real acoge desde el miércoles, 15 de marzo, una exposición de fotografías de la capital realizadas durante los años 50 y 60 del siglo XX por Esteban Salas, fundador de la única empresa publicitaria de la provincia durante décadas. La muestra es una iniciativa del Centro de Estudios de Castilla-La Mancha (CECLM), dedicado a la documentación, la investigación y la divulgación desde la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM).




Imágenes que parecen familiares, pero que resultan enormemente distantes por la presencia de elementos alterados o de una escenografía antigua. Es la magia de la fotografía histórica, exhibiendo espacios que aún habitamos, pero que se nos presentan distintos por el indefectible paso del tiempo, informa la UCLM en nota de prensa.

 



Esa magia se traduce en calles empedradas, cornisas modernistas y balcones enrejados en el Ciudad Real de los años cincuenta y sesenta del siglo XX en la exposición que inaugura mañana, 15 de marzo, en el Antiguo Casino de Ciudad Real, el Centro de Estudios de Castilla-La Mancha (CECLM), recopilando fotografías realizadas por Esteban Salas.





La muestra, Ciudad Real recobrado: fotografías de Esteban Salas, recupera efectivamente las instantáneas de aquel precursor de los servicios publicitarios, que fundó la primera empresa del sector en la provincia, que fue monopolio durante varias décadas, y cuyos fondos custodia el instituto de investigación de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) desde la jubilación de su hija y continuadora, Paloma Salas, en 2020.

 



Organizada en colaboración con las Cortes de Castilla-La Mancha y el Grupo de Investigación Confluencias, y con la colaboración del Ayuntamiento de Ciudad Real, la exposición podrá verse en el patio del Antiguo Casino de lunes a viernes, de 9:00 a 14:00, y de 16:00 a 21:00 horas hasta el 4 de mayo.



jueves, 16 de marzo de 2023

LA SEMANA SANTA CIUDARREALEÑA DE AYER Y LA DE HOY

 



Aunque las comparaciones siempre son odiosas, hemos querido que las obligadas líneas que han de escribirse cada año para el extraordinario de LANZA tuviesen por tema en el presente la Semana Santa ciudarrealeña de ayer y la de hoy. Un ayer, que no puede remontarse a muchos años, porque solo queremos referirnos a lo que alcanzamos a ver, dejando a un lado lo que nos contaron. Después de todo, esa época que linda con nuestra niñez fue la más esplendorosa en las fiestas pasionarias de Ciudad Real y es por tanto la que interesa recojer.

¿Quién no recuerda -y ese recuerdo le perdurará mientras viva- los majestuosos desfiles de la Cofradía del Santo Sepulcro, con exhibición de vistosos trajes de romanos, traídos especialmente de la guardarropía del Real? Bien es cierto que todo ello se debía a la magnanimidad y desprendimiento del hermano mayor, don Joaquín Menchero, a quien todo se le hacía poco para la mayor brillantez de su cofradía pero indudablemente que otro tanto podría hacerse ahora si se pusieran de acuerdo varias hermandades de las tres pasionarias principales para alquilar o adquirir en firme -que año a año también podría hacerse- cincuenta o cien trajes romanos que, vestidos por soldados de la guarnición darían una vistosidad y realce a los desfiles procesionales.

Otro tanto podríamos decir de la Hermandad del Stmo. Cristo del Perdón y de las Aguas, indudablemente la más numerosa de penitentes y niños con trajes que representaban figuras y episodios la Pasión. Ningún buen ciudarrealeño habrá de olvidarse de 1a infatigable labor que se echó sobre sí el ilustre coterráneo nuestro don Federico Fernández Alcázar, propulsor decidido de la citada cofradía, hasta el extremo de que todos la conocíamos con el nombre de «Hermandad de don Federico», El fue quien la dotó de las numerosísimas túnicas, llegando a uniformar con ellas a la banda de música municipal y a una de cornetas y tambores ¡Eran los tiempos felices en que Ciudad Real contaba con hombres desprendidos, que levantaban con su fortuna y esfuerzo una cofradía, únicamente con la guía de por y para su pueblo.




Algo más reciente, ¿Cómo hemos de olvidarnos del impulso que supo dar a la Semana Santa en general y a la “Coronación de Espinas” en particular don Francisco Herencia? La magnificencia del desfile de esta Cofradía, con su valiosa colección de estandartes, era la admiración de propios y extraños. Y aunque, desgraciadamente, no haya sido restaurada después de la guerra, ahí quedará como ejemplo de lo que se logra cuando hay interés por las cosas locales y fervor religioso.

Por fortuna para Ciudad Real hubo unos hombres que, restando incluso tiempo a sus intereses particulares, se dedicaron a la ardua tarea de reconstruir nuestra Semana Santa. Y ya que no podían aportar grandes cantidades de dinero, dieron su esfuerzo y lograron que poco a poco Ciudad Real fuera ayudando con unos u otros medios. Gracias a eso pudieron irse reponiendo los “pasos” que destruyera la horda roja, siendo en general mejores que antes -alguno como el reciente del Cristo de la Piedad, sin comparación posible-, aunque otros precisen de alguna reforma.

Pero en lo que aun supera la Semana Santa de ayer a la de hoy es en ornamentación y vestuario. Fue mucho lo que se destruyó y muy valioso para que en pocos años pudiera ser sustituido. Y a eso es a lo que, en nuestra opinión, deben dedicar ahora todos sus esfuerzos las distintas hermandades. Estandartes, gallardetes, atributos, faroles, trajes de soldados romanos para las cofradías que lo admiten; todo ello daría una mayor vistosidad a los desfiles procesionales, como se comprueba en las hermandades que ya lo han hecho. Esta es la tarea urgente del momento: restaurar toda la riqueza ornamental que se perdió y aun superarla. Que se lograría, lo mismo que se ha logrado sustituir los “pasos” destruidos. Es indudable si todos ponemos de nuestra parte lo que nos corresponde. Ciudad Real y el prestigio y renombre de nuestra Semana Santa así nos lo piden. Y al lado de esto, fomentar el culto y la devoción a las distintas imágenes, para que cuando hagan su recorrido por las calles muevan al fervor hondo y sentido de quien durante todo el año les ha rezado en su capilla.

 

Cecilio López Pastor. Diario “Lanza”, miércoles 2 de abril de 1947



miércoles, 15 de marzo de 2023

MI OPINIÓN COFRADE: EL IMPACTO ECONÓMICO DE NUESTRA SEMANA SANTA Y LA AYUDA DE LAS ADMINISTRACIONES

 



La Semana Santa de Ciudad Real es el evento religioso, histórico, artístico y socio-cultural más relevante de nuestra ciudad a lo largo del año. Veinticuatro cofradías trabajan a lo largo de 365 días, para poner en la calle a 32 pasos que representan los momentos de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo o el dolor de la Virgen, y 3 pasos alegóricos de Niños Jesús.

En una época en la que todo se mide y se valora económicamente, es fundamental saber cuál es el impacto que la Semana Santa de Ciudad Real tiene de una manera rigurosa. Por desgracia la Semana Santa de Ciudad Real, no cuenta al día de hoy con un estudio que demuestre cual es el impacto económico que genera nuestra celebración pasional, como si lo tienen gran número de localidades de nuestra geografía nacional.

La Semana Santa en Ciudad Real constituye un recurso turístico de primer orden y se ha convertido en un polo de atracción para un gran número de visitantes, trascendiendo el hecho religioso y aunando arte, tradición, cultura y patrimonio, ofreciendo a quien nos visita una experiencia irrepetible. Al mismo tiempo, nuestra Semana Santa, enraizada en nuestra identidad colectiva, representa una importante fuente de riqueza para la economía local.

La celebración de la Semana Santa, y todos los actos y actividades asociadas al movimiento cofrade, necesitan la inversión económica de las cofradías y hermandades para su mantenimiento, organización y preparación.  Sentimientos como la devoción, la entrega, la fe o la tradición, son generadores de desarrollo cultural, social, económico y turístico, repercutiendo en muchos sectores productivos como la hostelería, la restauración, la artesanía o el comercio; todo ello la convierten en una manifestación que dinamiza y estimula el desarrollo de Ciudad Real.




Nuestra ciudad estimula su economía gracias a la Semana Santa, no sólo por las visitas que recibimos de fuera, sino también por el movimiento interior que se produce de pueblos vecinos, y de los ciudarrealeños que se echan a la calle durante estos días, llenado bares y restaurantes, aumentando así el consumo. Todo esto implica la necesidad de ampliar la mano de obra contratada para atender este exceso de demanda. Por otro lado, la actividad diaria de las cofradías, junto con proyectos de más envergadura, requieren de un consumo de recursos que van a parar en ocasiones a la economía local y en otras a la provincial, regional o incluso nacional.

Es innegable el componente de participación inherente a la celebración de la Semana de Pasión, pues queda de manifiesto que cientos de personas tienen alguna relación con hermandades, cofradías o pasos procesionales, siendo miles los que presencian su paso por las calles y plazas de Ciudad Real, siendo los cofrades los encargados de generar y mantener parte de la identidad de la comunidad.

Las Administraciones deben ser conscientes de ello y, por tal motivo se deben implicar en una actividad que aglutina a propios y extraños sin importar clases sociales. Porque todos los flujos de dinero que genera la Semana Santa de Ciudad Real, son nuevas transferencias de dinero que vuelven a repercutir sobre la economía local, que, de no producirse el milagro anual que suponen las procesiones en nuestra ciudad, no es solo que se perdiesen esos ingresos, sino que el ciudarrealeño se sentiría huérfano de aquello que mejora las relaciones entre vecinos, aumenta la cohesión social, refuerza la identidad local, y permite atraer turistas a nuestra ciudad.

Al día de hoy la Semana Santa de Ciudad Real solo cuenta con una subvención económica de nuestro Ayuntamiento de 40.000 Euros, la Junta de Comunidades no aporta ni un euro, y la Diputación Provincial solo imprime algunos trabajos de imprenta, igual que hace con cualquier asociación de nuestra provincia. Pero no crean que esos 40.000 Euros van directos a las cofradías, que son las que hacen posible la Semana Santa, a estas tan solo les llegará de 1000 a 1700 euros, dependiendo de varios factores en el reparto por parte de la Asociación de Cofradías, ya que el resto se emplea en mantenimiento de Guardapasos, actos asociativos etc…




Es decir, la fiesta que más genera en la ciudad, es la fiesta que menos recibe de nuestro consistorio, sin implicación económica de la Diputación Provincial y de la Junta de Comunidades de Castilla La-Mancha, que deberían tener en cuenta el bien social que realizan las cofradías, el valor artístico y patrimonial de estas, y que su actividad repercute en la ciudad y sus gentes.

Si comparamos las subvención que recibe la Asociación de Cofradías de Ciudad Real, con la que reciben las ciudades en las que destaca su Semana Santa, vemos que la nuestra es ridícula. Un solo ejemplo, si la comparamos con la ayuda que percibe en Cuenca la Junta de Cofradías: El Ayuntamiento subvenciona con 60.000 Euros los desfiles procesionales y 15.000 el museo de Semana Santa, el Consorcio de la ciudad de Cuenca, donde esta la Junta de Comunidades, subvenciona con 23.000 euros y la Diputación provincial da una subvención de 30.000 euros, más 3.000 euros de la Fundación Globalcaja. Es decir, la Junta de Cofradías de Cuenca recibe un total de 131.000 Euros en subvenciones, frente a los 40.000 euros de Ciudad Real.

La Semana Santa de Ciudad Real tiene que dejar de ser la cenicienta de las fiestas de la ciudad, porque es incalculable el valor devocional del patrimonio de las Hermandades y Cofradías, que comenzando por las imágenes de sus Sagrados Titulares y siguiendo por los pasos, bordados, orfebrería y otros enseres tienen igualmente un valor artístico, histórico y sentimental que los hace únicos.

La Iglesia no se opone a aquellos aspectos que, como redundancia, pueden influir benéficamente en la vida de nuestra ciudad, siempre que no sean un fin en sí mismos, sino una consecuencia de lo que constituye el corazón de nuestra Semana Santa, su dimensión espiritual, porque se trata nada más y nada menos que de actualizar y revivir los misterios redentores, la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. Esto demuestra  también lo que la Iglesia aporta a la sociedad, tanto en el campo de los valores, formando buenos cristianos que siempre serán buenos ciudadanos, como en el campo material; mucho más de cuanto recibe por cualquier concepto de los poderes públicos.



martes, 14 de marzo de 2023

SEMANA SANTA DE CIUDAD REAL: TRES ESTAMPAS DE NUESTRA PASIÓN

 



ESTAMPA PRIMERA: RECUERDO

 

Hace ya más de cuarenta años… Era el Ciudad Real de comienzos de siglo… Un Ciudad Real de pueblerino ambiente, mal urbanizado, sobre el que pesaba el enervante atraso de varias generaciones… Pero en el que alentaba también la firmeza de una arraigada fe religiosa y la inalterable devoción a las creencias de nuestros mayores.

¡Semana Santa de 1900! ¡Aquellos penitentes de enormes capuchones sobre las varillas martirizadoras! ¡Aquellos nazarenos de colas larguísimas, con el lodo de varias décadas! ¡Aquellas túnicas de modesto percal y colores desvaídos! ¡Aquellas imágenes de miniatura, salidas del taller de noveles artistas ignorados!

Hasta que, siguiendo el aleccionador ejemplo de otras ciudades y obedeciendo a fervoroso estímulo, surgió en Ciudad Real el hombre entusiasta, capaz de realizar el milagro. Fue un sencillo sacerdote: D. José Antonio Espadas, Ecónomo de la Merced primero y, años después, Párroco de Santiago. Con iniciativa feliz, celo admirable, voluntad contagiosa y tesón a prueba de obstáculos e inconvenientes, pronto encontró dignos colaboradores, señores de elevado prestigio social y amantes de su terruño hasta el sacrificio.

Así surgió la espléndida Semana Santa ciudarrealeña. Los ya entrados en la senectud recuerdan aún nombres y hechos: fueron D. ramón Clemente Rubisco. D. Leopoldo Acosta, D. José Mª. Rueda y D. Manuel Sabariegos, quienes adoptaron para la Hermandad de la “Dolorosa” las primeras túnicas de lujo… Se reformó el “Descendimiento” con un “paso” del imaginero Alsina, de grandes proporciones… D. José Gómez y D. Fernando Vázquez iniciaron la restauración del “Cristo de la Piedad”… Los comerciantes, con D. Francisco Caba y D. Facundo Fernández a la cabeza, reorganizaron su cofradía de “Jesús Caído”… Un modesto panadero, Silvino Campos, hizo resurgir “La Santa Espina”… A la iniciativa de D. José Martín Serrano debióse el lujo y esplendor con que reapareció el hasta entonces modesto “Ecce Homo” de Santiago…




Túnicas de entonada y discreta policromía. Capas severas y airosas. Cíngulos dorados. Bordaduras en estandartes, gallardetes y pendones. Andas de plata. Faroles de acetileno… Bandas de música, cornetas y tambores. Sentir de saetas, primor de mantillas y aroma de claveles… Y orden: un orden pleno de religiosa unción, que constituiría para siempre la característica esencial de nuestra Semana Santa.

Después… ¿quién no lo recuerda? D. Federico Fernández haría del “Cristo del Perdón” la más vistosa de nuestras procesiones, con centenares de penitentes morados, niños simbolizando figuras de la Pasión, heraldos, hebreos, romanos, acólitos y atributos heterogéneos… D. Joaquín Menchero, en noble pugna, elevaría el “Santo Sepulcro” hasta la más alta categoría. Y por último, los nombres actuales, ya de nuestro tiempo: D. Juan Medrano, D. Ezequiel Naranjo, D. Francisco Herencia, D. Juan de la Cruz Espadas, don Ángel Rojas, D. Lorenzo Montero y tantos más, cuyos desvelos y sacrificios sirvieron para mantener durante años el bien ganado prestigio de nuestra ya famosa Semana Santa.

 

ESTAMPA SEGUNDA: CALVARIO

 

Nada detuvo el furor satánico de los modernos iconoclastas. Si en Murcia no respetaron la Purísima de Salzillo y en Málaga redujeron a cenizas la maravilla del Cristo de Mena, ¿cómo no iban a destruir también las más modestas imágenes de nuestra Semana Santa?

¡Adiós, talla morena del Cristo de la Piedad! ¡Adiós, Virgen de los Dolores, ¡para quien eran mínimo dolor los siete puñales de su corazón de plata! ¡Adiós, efigie nazarena de Montañés, digna hermana del “Cachorro” sevillano! ¡Adiós coronas, y doseles, y mantos y barras plateadas! ¡Cómo extrañarnos de su furia devastadora, si tampoco detuvieron su impulso destructor ante la Virgencita adorada del Camarín del Prado, nuestra egregia Patrona?




Ordenes conminatorias transmitidas por la radio local , completaron la ruina: bajo penas severísimas, amenazas de registros y con plazos urgentes, se requería la entrega de túnicas, mantos y atributos de la Pasión. Y la miliciana hizo prendas castrenses -cazadoras, tabardos, “monos” y chalecos- de las sedas negras y terciopelos morados.

En unas horas, en unos días, quedó destrozado el esfuerzo de medio siglo.

¡Quien sabe si los labios violáceos del Nazareno no musitarían también, al sentir el hachazo de los nuevos deicidas, las evangélicas palabras del Calvario: “Perdónalos, Señor, ¡porque no saben lo que se hacen”!

 

ESTAMPA TERCERA: ¡RESURREXIT!

 

Y resucitó al tercer día.

Y el ángel dijo a las santas mujeres: “Vosotras no temáis, porque sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí porque ha resucitado, como lo había dicho…”.

También, al año tercero -¿qué son los años sino días efímeros en el correr de los tiempos?- resucitó España. Y con ella recobrada, volvieron nuestras piadosas tradiciones.

¡Ya tenemos Semana Santa! Vuelven a desfilar los “pasos”, precedidos de silenciosos penitentes, por las callejas angostas del Compás y del Lirio… Y el pueblo presencia, dolorido y contrito, -porque aprecia lo que tuvo y sabe lo que dejó perder- las simbólicas conmemoraciones de la tragedia del Gólgota.

No faltan hombres entusiastas que se afanan ardorosamente por hacer de nuevo famosas nuestras fiestas pasionarias. Y los sindicatos nacionales, viva herencia de los desaparecidos gremios -comerciantes de “Jesús Caído”, albañiles del “Descendimiento”, ferroviarios de la “Coronación” -renuevan sus antiguas Hermandades y Cofradías. Unos años más y, con la acertada orientación del presente, nuestra Semana Santa se reintegrará al puesto que tan merecidamente alcanzó.

 

Revista de la Semana Santa de Ciudad Real de 1941